Según confirma un reciente estudio europeo que compara los niños que se han alimentado con lactancia materna con aquéllos que lo han hecho mediante productos de la industria farmacéutica, la lactancia materna constituye una de las mejores fórmulas para prevenir enfermedades como la diabetes y la obesidad en los recién nacidos.
El estudio, presentado en Bilbao durante el 44 Encuentro Anual de la Sociedad Europea de Investigaciones Pediátricas y la Sociedad Europea de Neonatología, pone de manifiesto que los efectos del denominado «imprinting» nutricional no sólo pueden influir en la salud del feto, sino que existe la posibilidad de que dejen rastros y secuelas a muy largo plazo.
En este sentido, el objetivo de los neonatólogos y pediatras es detectar y evitar esta malnutrición antes de que afecte a la edad adulta, una vez demostrado que la nutrición en los primeros meses de vida condiciona la aparición precoz de la obesidad.
Asimismo, se considera «incuestionable» la influencia de la nutrición de la madre durante la gestación en el origen de la prevención de determinadas enfermedades y en el desarrollo neuronal del feto, así como el efecto de la alimentación en la edad infantil sobre la salud en la edad adulta.
Durante el Congreso, los expertos también han puesto de manifiesto que la investigación clínica en recién nacidos supone un gran avance en el ajuste de los tratamientos, puesto que, en la actualidad, existen numerosos medicamentos registrados para uso en adultos que se están utilizando también para los menores.
«Se trata de impulsar una iniciativa para que todo producto destinado a los niños pase por los mismos controles por los que pasa para un adulto», destacó el presidente del comité científico del congreso, Adolf Valls i Soler.
