¿Qué comer cuando se quiere hacer más ejercicio?

La práctica del ejercicio requiere un mayor aporte de hidratos de carbono para poder equilibrar calorías ingeridas y gastadas
Por EROSKI Consumer 7 de marzo de 2007

La sociedad cambia, y en los tiempos en los que vivimos se buscan cada vez más ciertos valores como el bienestar en todos sus aspectos, tanto físico -queremos vernos mejor-, como mental y social.

En este contexto, el ejercicio físico cobra un protagonismo especial. Pero no sólo es importante hacer ejercicio para encontrarse o verse mejor. También se debe prestar mucha atención a la alimentación, ya que la combinación de ambos factores es la vía idónea para obtener ese estado de bienestar que todos perseguimos.

Desgaste físico y cambios en la alimentación

Ejercicio y alimentación van siempre de la mano, porque si uno de ellos se ve modificado, por el motivo que sea, habrá que adaptarse a la nueva situación.

Cuando una persona decide realizar actividad física dos o tres días a la semana, debe variar ligeramente su alimentación los días en los que practica dicha actividad frente a aquellos en los que sigue una vida más sedentaria. ¿Por qué? Si se descuida con frecuencia este aspecto -hacer un ejercicio intenso sin comer lo suficiente- se origina un desequilibrio entre las calorías que se ingieren y las que se gastan, lo que puede conllevar variaciones en la composición corporal -oscilaciones en la cantidad de grasa o músculo, agua…- que pueden no ser las más adecuadas.

No comer es un error

Al contrario de lo que mucha gente piensa, hay que aportar energía extra antes de comenzar cualquier actividad física. El gasto de calorías que se produce al aumentar el ejercicio se debe compensar con el aporte de energía en la dieta.

La alimentación inadecuada antes de hacer ejercicio puede llevar a un estado de fatiga extrema
Pensar que hacer ejercicio exige tener el estómago vacío es un error muy frecuente. Llevar esta idea a la práctica supone, entre sus consecuencias, la aparición de la tan temida pájara. Este término hace referencia al estado de fatiga extrema al que se llega en algunas ocasiones al realizar ejercicio físico de larga duración cuando la persona se ha alimentado de forma inadecuada antes de la actividad.

Sí que es cierto que la pesadez de estómago puede afectar a la práctica de ejercicio. Por eso se deben escoger alimentos que resulten fáciles de digerir, de modo que se desarrolle el ejercicio de la mejor forma posible.

Los alimentos recomendados

Img nueces grandeAntes del ejercicio se deben elegir alimentos que, en poca cantidad, nos aporten la energía y los nutrientes que el organismo necesita para afrontar la actividad.

Alimentos como un puñado de frutos secos, galletas sencillas o un sándwich ligero de tamaño medio son adecuados antes de realizar un ejercicio prolongado superior a una hora. En cambio, para un ejercicio que dure entre 30 y 60 minutos, una pieza de fruta como el plátano sería una buena elección. Todos ellos aportan hidratos de carbono, un nutriente fundamentalmente energético que contribuye a mejorar el rendimiento deportivo. Es importante decir que estos alimentos se deben tomar con un margen de tiempo antes de realizar el ejercicio.

En cambio, alimentos como un bocadillo de embutido o un tazón de leche con algo de bollería provocan en el estómago una sensación molesta que puede interferir en la correcta realización del ejercicio. Esto se debe a que contienen mucha grasa y azúcares refinados, nutrientes que entorpecen la digestión haciéndola más lenta y pesada.

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