Septiembre: La trucha

Pescado de suave sabor, fácil de cocinar que ofrece muchas posibilidades en la cocina
Por EROSKI Consumer 1 de septiembre de 2003

Hoy en día es fácil comer trucha durante todo el año, puesto que es un pescado que se cría en piscifactorías de todo el país. Y quienes tengan afición a la pesca deportiva, conocerán mejor que nadie las temporadas de veda así como los ríos o lagos trucheros del país, si quieren capturar algún ejemplar de trucha.

Son muchas las regiones que tienen en su gastronomía popular recetas con trucha, un pescado que admite múltiples preparaciones culinarias: trucha a la navarra, aragonesa, a la catalana… Se trata de un pescado semigraso, que apenas contiene unos 3 g de grasa por 100 g de porción comestible, por lo que cocinado al horno, al vapor o con salsas suaves, puede formar parte de los menús de quienes siguen dietas de adelgazamiento. Además, sus filetes son fáciles de masticar y tragar, y se puede quitar fácil las espinas, lo que también la hace especialmente recomendable en personas con dificultades para masticar o con poco apetito; niños, personas mayores y con salud delicada.

Delicioso pescado

Los expertos cocineros hacen una advertencia a la hora de lavar la trucha, de que no conviene mojarla demasiado para que no quede acuosa. Si se trata de truchas grandes, quedan muy sabrosas al horno. Para ello se abre la trucha de par en par, se apoya en la bandeja de horno sobre la piel y se espolvorea con ajos, perejil, limón y un chorro de aceite. También queda muy sabrosa asada al horno y servida, por ejemplo, junto a unas patatas panaderas o unos pimientos y cebolla pochados. Si se quiere conseguir una presentación más original se puede asar la trucha en papillote y así acompañarla de verduras cocinadas de la misma forma. Puede prepararse una trucha a la parrilla acompañada de una salsa vinagreta, a la plancha junto a una guarnición de cebolla o una salsa de ajo. Al ser un pescado semigraso, admite muy bien todo tipo de preparaciones suaves y sencillas sin resultar excesivamente grasienta. Si la trucha se prepara frita se consigue un toque de sabor único, si se espolvorea con una mezcla de especias como perejil, perifollo, estragón, eneldo, albahaca o laurel.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube