Octubre: La granada

Es una fruta que se consume no sólo como postre, sino como ingrediente de recetas tanto dulces como saladas
Por EROSKI Consumer 1 de octubre de 2003

Las granadas empiezan a aparecer en los mercados a mediados de septiembre, pero es entrado el otoño cuando nos ofrece sus granos en toda su plenitud. Esta fruta presenta una piel gruesa de tono escarlata o dorado con toques carmesí en el exterior. En su interior se encuentra una gran cantidad de semillas jugosas, translúcidas y de color rubí. Su origen se sitúa desde los Balcanes hasta el Himalaya y actualmente se la cultiva en diversos países de Europa, Asia y América, siendo España uno de los principales países productores. Desde el punto de vista nutricional se trata de una fruta de muy bajo valor calórico debido a su escaso contenido de hidratos de carbono. El componente mayoritario es el agua y en lo que se refiere a otros nutrientes, destaca su aporte de potasio, de ácidos orgánicos (cítrico, málico), de sustancias antioxidantes (flavonoides) y de taninos. Estos últimos poseen propiedades astringentes (que ayudan a combatir la diarrea) y antiinflamatorias, en particular sobre la capa que recubre el tracto digestivo. Por ello su consumo se considera adecuado en caso de trastornos digestivos, incluida la diarrea. Para extraer fácilmente sus granos existe un truco muy sencillo. Se ha de partir por la mitad el fruto, coger una mitad y apretarla un poco para que se aflojen los granos. A continuación, se coloca la mitad con el corte hacia abajo sobre una fuente o plato y se la golpea en la piel con el mango de un cuchillo grande, mientras se le va dando vueltas con la mano. Sus granos se consumen frescos al natural o se emplean como ingrediente de ensaladas, así como de recetas de dulces (jalea, mermelada, etc.) y de postres como la macedonia.

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