La cocina de México

La gastronomía mexicana se caracteriza por su intenso aroma y el contraste de sabores
Por EROSKI Consumer 17 de agosto de 2004

La comida mexicana tradicional se transmite de generación en generación, por lo que las recetas más típicas y sabrosas lejos de olvidarse se han ido enriqueciendo con el paso del tiempo, hasta el punto de que la cultura culinaria ha dado lugar a una nueva cocina mexicana, caracterizada por sofisticados platos presentados con un mimo exquisito pero que no se han alejado de la sapiencia popular. En México las cocinas más reconocidas son las de los estados de Puebla, Oaxaca y Yucatán, y en menor grado, pero también característica, la de Veracruz. En general son cocinas criollas, diferentes de las caribeñas, un litoral donde también tiene un sabor característico.

Desayunos tempranos

En general, el desayuno tiene lugar hacia las 7 de la mañana y se mantiene como una de las comidas más fuertes y completas del día. Sobre el mantel se pueden degustar platos tan variados como los típicos chilaquiles (tortillas rellenas de tomate, chile, ajo y cebolla que pueden acompañarse de pescado o carne), las tortitas de maíz o los huevos a la mexicana con chile y cebolla. Y para terminar nada mejor que un refrescante zumo de naranja y una taza de café al más típico estilo mexicano, es decir, intenso y con un toque a canela. Para aquellos que no son amigos del desayuno fuerte puede esperar a degustar estos platos en el almuerzo, o inclinarse por probar los tamales (pasta hecha con harina de maíz, envuelta en hojas de mazorca o de plátano, cocida al vapor y rellenos para todos los gustos: de cerdo, de gallina, vegetal), el atole (una bebida a base de maiz, leche o agua y fruta o chocolate. Es ligeramente espeso, y aunque es típico, no es de consumo cotidiano en las ciudades) o cualquier guiso junto con unas tortitas.

Una comida típicamente mexicana

La comida se suele servir entre la una y las cuatro de la tarde y tiende a ser más abundante que en otros países. En general consta de un primer plato bastante suave y ligero que suele componerse de caldos típicos como el tlalpeño (un caldo a base de pollo y garbanzos) o el sudado (una sopa de camarones y moluscos), o de una ensalada, cuya variedad de ingredientes la convierten en un plato muy refrescante y realmente original. Los segundos platos en cambio resultan bastante más contundentes y entre ellos se encuentra uno de los más típicos de México, el pollo con mole blanco, que contiene ingredientes tan variados como almendras, chocolate, chile, ajo, pimienta, plátano… Del mole, existen muchas variedades. De los más conocidos es el mole poblano, originario de la ciudad de Puebla. Es de chiles secos, almendras, chocolate, especias. Su sabor es dulzón, y efectivamente el típico es con pollo. Del Estado de Oaxaca es típico el mole negro, el más conocido, aunque también están el rojo, el amarillo y el verde. En este Estado se utiliza mucho la hierba llamada Hoja Santa o Acuyo, de sabor ligeramente anisado.

Otro de los platos que no se puede perder un visitante son los famosos «burritos», tortitas de harina rellenas de casi cualquier tipo de alimento guisado. Pero si se prefiere tomar un buen plato de pescado o marisco, la cocina mexicana también nos ofrece gran variedad de posibilidades. Entre ellos destacan el huachinango servido con diferentes salsas o la langosta y los camarones al mojo de ajo. Y de postre, nada mejor que un buen dulce, como el jamoncillo de leche, los flanes típicos, o cualquier tarta o helado.

Meriendas y cenas dulces

La merienda es el momento del día en el que se degustan alimentos tan variados como el chocolate a la española o los antojitos, en los que se engloban platos como las enchiladas, las quesadillas o los tacos. La cena tiene lugar generalmente hacia las ocho o nueve de la noche y normalmente está constituida por un plato único que consiste en tortitas, memelas, queso o chorizos, que en algunos casos se acompaña de una taza de chocolate y un trocito de pan dulce.

A lo largo del día se puede disfrutar de cualquiera de estas comidas en numerosas cafeterías o en puestos callejeros en los que degustar los más típicos antojitos.

El intenso sabor de los platos, se presta al acompañamiento con una refrescante y suave cerveza mexicana. La variedad es enorme, pero si se prefiere el vino como acompañamiento, en México también existen algunos de alta calidad. El tequila es también sin duda la bebida mexicana por excelencia y normalmente se toma a la hora del aperitivo.

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