Papúa-Nueva Guinea, cocina bajo la tierra

Un destino que recoge cantidad de rincones desconocidos
Por EROSKI Consumer 27 de julio de 2006

Los territorios de Papúa ocupan la mitad oriental de la gran isla de Nueva Guinea que comparte con Indonesia. Esta situada al norte de Australia y al oeste de las Islas Salomón. El área de Papúa-Nueva Guinea ha sido muy poco explorada y tiene miles de arrecifes e islas diminutas que no aparecen ni en los mapas.

El clima en este país es tropical y húmedo durante todo el año, con altas temperaturas y lluvias casi constantes. La sensación que siente el visitante cuando aterriza en la isla por primera vez es un calor y una humedad aplastante. Por ello, la mejor época para visitar el país es desde mayo hasta octubre cuando el clima es algo más seco.

Espectaculares paisajes

A lo largo de la geografía de la isla se localizan numerosos valles rodeados de montañas por los que corren ríos caudalosos como el Fly, el Purari y el Kikori. Las paradisíacas playas vírgenes y los manglares completan el espectacular panorama de la isla. Al igual que en todas las islas de alrededor el turista puede disfrutar de sus fantásticas costas y sus arrecifes de coral, un lugar ideal para practicar deportes de agua.

Cocina bajo la tierra

Los papúas -así se les conoce a los habitantes de la isla-, se alimentan básicamente de cereales. Entre su oferta de alimentos destacan el sagú y el saksak, extractos de fécula que se acompañan de jugo de palmera. También incluyen en su alimentación tubérculos como el taro y el ñame. Es muy común allí que quienes visiten estas tierras prueben el kaukau, una especie de boniato o patata con sabor dulce. Este producto se suele ofrecer acompañando a una carne de cerdo, todo ello cocinado de la forma tradicional en el país.

Es muy curiosa la forma que tienen de cocinar la gran mayoría de sus guisos. La costumbre es cocinar en unos hornos construidos bajo la tierra, llamados mumu. Con este mismo nombre llaman al plato que se elabora con cerdo, verduras y patata dulce, envuelto todo en hojas de plátano, calentado con piedras calientes y enterrado bajo tierra. Primero se hace un gran agujero en el suelo que se cubre de hojas verdes de palmera, se añade en su interior la carne y los tubérculos y se rellena con piedras calentadas al fuego. Todo ello se tapa con tierra y se espera a que el calor de las piedras vaya cocinando la comida. Esta técnica no sólo es útil para las carnes sino que cualquier comida cocinada de esta manera resulta excelente y muy sana pues no contiene grasas añadidas. Es casi seguro probar este plato cuando se entabla relación con los habitantes de la zona. En cambio, en los restaurantes del país lo habitual es encontrar platos típicos de cocinas asiáticas -china, japonesa, indonesia, filipina, hindú, tailandesa-, e incluso algún restaurante francés.

A pesar del calor es muy propio tomar una sopa caliente muy sabrosa elaborada con carne y especies como la pimienta que se conoce como soto daging. Los plátanos, el arroz y el pescado también son alimentos muy consumidos en la isla. Para acompañar la comida, los papúas beben sobre todo zumos de frutas, las cuáles son fáciles de encontrar en puestos callejeros y mercadillos a lo largo de los poblados, las ciudades y las carreteras. Donde se nota una gran influencia australiana es en la cerveza que se bebe en este país. Es una de las bebidas más consumidas que consiguen quitar la sed en los días más calurosos del verano.

Visitas habituales

Port Moresby es la capital del país y está situada en el Golfo de Papúa. Es el punto de entrada al país y por tanto es la primera ciudad que recorren la mayoría de los visitantes. Entre los principales puntos de interés destaca Paga Hill, el mirador favorito de los turistas desde donde se alcanzan las mejores vistas de la capital. Para conocer a fondo la cultura papúa es casi obligada la visita al Museo Nacional y de Artes o el Parque Nacional Varirata.

De la montaña a la playa

Debido a la configuración montañosa del país, las excursiones y ascensiones son muy frecuentes, concretamente es muy famoso el camino de Kokoda. Para quienes prefieran los deportes acuáticos tienen numerosas posibilidades. Papúa-Nueva Guinea ofrece multitud de rápidos entre ellos el de Watut. Otra de las actividades más practicadas por los visitantes es el submarinismo. Quien se anima a practicarlo encuentra todo un paraíso natural en las transparentes aguas y los arrecifes de coral. Además de este deporte, se pueden practicar otro tipo de actividades acuáticas como la pesca, el surf, el rafting y la navegación a vela. Algo más tranquilo y relajado es optar por un maravilloso paseo en canoa por el río Sepic.

Otra de las propuestas interesantes que ofrece este país es contemplar desde cerca sus misteriosos volcanes y sobre todo asistir a los ritos de danzas de las tribus papúas. Como recuerdo de este viaje inolvidable están los bilums, unos bolsos fabricados de cuerda, y las máscaras talladas en madera con adornos de ébano. También son muy interesantes las cerámicas, los tambores y las armas tradicionales como flechas y lanzas.

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