Hacer albóndigas de patata rellenas

Las albóndigas de patata rellenas son unas bolas pequeñas, cremosas por dentro y crocantes por fuera, que sirven de guarnición para muchos platos
Por Peio Gartzia 29 de mayo de 2012
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Imagen: pitrs10

Las albóndigas de patata rellenas son una guarnición muy fácil de realizar y adecuada para acompañar guisos de carne o de ave. También pueden dar un contrapunto muy rico a ensaladas con ahumados o ensaladas con un protagonismo importante de las salsas, como la ensalada césar o con salsa tártara. Esta preparación consiste en elaborar un puré de patata refinado con huevo y ligado con un poco de harina, al que después se rellena, se da forma de albóndiga y se fríe para conseguir una deliciosa guarnición. A continuación, se explica qué ingredientes se necesitan y cómo se hace.

Albóndigas de patata: ingredientes

Para elaborar albóndigas de patata rellenas, se necesitan unos 400 gramos de patatas de la variedad más harinosa que se pueda encontrar en el mercado, un poco de harina (unas dos cucharadas), un huevo para dar cremosidad al puré de patata y una pizca de sal y de pimienta.

El relleno puede estar compuesto tanto por unas uvas o ciruelas pasas, como por unos trozos pequeños de bacón ahumado tostado o unos costrones de pan frito. Las posibilidades las dará el fondo de nevera y de despensa.

Cocer las patatas y amasar

El tamaño de las albóndigas es solo un poco más grande que el de los ñoquis, para evitar que se rompan al cocer

En primer lugar, las patatas con piel se lavan y cuecen en agua, con un poco de sal, durante unos 40 minutos. Se dejan enfriar, se pelan y se pasan por el pasapurés para conseguir una pulpa de patata suelta. Si no se dispone de pasapurés, se pueden aplastar con un aplastador de patatas o con un tenedor. Se espolvorea la harina sobre la pulpa de patata, se da un toque de sal y pimienta blanca y se amasa el conjunto. Cuando esté amasado, se agrega el huevo batido para formar una masa manejable.

Con cuidado, sin amasar muy fuerte y con las manos un poco enharinadas para que no se peguen las albóndigas, se da forma redondeada u ovalada, en función del resultado que se quiera obtener. Es preferible que las albóndigas no sean de un tamaño grande porque es posible que se rompan después al cocerlas. El tamaño recomendable es algo más grande que el de los ñoquis.

Cómo rellenar las albóndigas de patata

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Imagen: CONSUMER EROSKI

Si se piensa rellenar las albóndigas, antes de dar la forma se extiende una porción de masa en la palma de la mano, se aplana, se coloca una pequeña porción del relleno en el centro y se encierra con la masa, de manera que el relleno quede dentro de la albóndiga. Se pone una cazuela con agua y un poco de sal, como si se cociera la pasta, y cuando comience a hervir se introducen las bolas de patata. Una vez que recupere el hervor, se deja que hierva con un hervor suave y continuado durante 15 minutos. Se pueden sacar según suben a la superficie y flotan.

Cuando las albóndigas estén cocidas, se escurren o se les espolvorea una capa de harina, huevo batido y pan rallado, para después freírlas en abundante aceite caliente, de manera que queden como si fuesen unas croquetas.

Otra forma de presentarlas consiste en hacer un refrito de ajo, perejil y pan rallado, todo muy picado en un robot de cocina. En una sartén con un poco de aceite, se prepara un salteado rápido, pero sin mucha temperatura, para que quede dorado. Se vierte este refrito encima de las albóndigas, antes de servirlas como guarnición de un estofado, como acompañamiento de una ensalada o como aperitivo.

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