El papel del padre en el posparto

Tras el nacimiento del bebé, el padre debe tratar de dar apoyo a la madre y ocuparse de los trámites y las tareas domésticas
Por Cristian Vázquez 21 de septiembre de 2016
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Imagen: photobac

Después del parto, la madre se encarga de la lactancia y es la principal figura de apego del bebé. El rol del padre en esa etapa no es fácil y, en general, tiene que afrontar inseguridades, presiones y dudas. Este artículo ofrece detalles sobre el lugar del padre durante los primeros meses después del nacimiento de su hijo, cuáles son las tareas más apropiadas para hacerse cargo en este periodo y por qué apoyar a la madre es también cuidar al niño. Además, señala el riesgo de la depresión posparto masculina.

El lugar del padre en el posparto y el puerperio

Hasta épocas no tan lejanas, el padre casi no se involucraba con el embarazo de su mujer y el nacimiento y la crianza de los hijos. Era común, para quienes pudieran permitírselo, que la ayuda que la madre necesita en el posparto y el puerperio se la dieran otras mujeres, pues no era «cosa de hombres». Por fortuna, las cosas han cambiado en los últimos años. Aunque, como se explica en el artículo ‘El papel de la pareja en la lactancia‘ de la asociación Alba Lactancia Materna, «el cambio es lento y supone un esfuerzo, porque todavía estamos siendo padres las generaciones que hemos crecido viendo que la madre asumía todo el papel», lo que sucede en la actualidad ya difiere bastante.

A menudo en los padres aparecen «sentimientos de malestar, inseguridad e incertidumbre«, como consecuencia de la indefinición acerca de las funciones que ellos mismos quieren y sienten que deben asumir, y también de lo que la familia y la sociedad esperan de ellos. Así lo asegura la psicóloga Marta Báez López, coordinadora del Grupo de Perinatalidad de la Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del Niño y del Adolescente. Por ello, conviene definir cuáles son las principales tareas que el padre debe tratar de desempeñar durante el posparto y el puerperio.

Las tareas más apropiadas para el padre en esta etapa

El consejo es que, tras el nacimiento del bebé, el padre se tome la mayor cantidad de tiempo posible para dedicarse a su familia. Si a la baja por paternidad se le pueden añadir días de vacaciones o libres por cualquier otro motivo, serán muy beneficiosos para que él mismo y toda la familia se adapten a la nueva realidad.

El pequeño desarrolla el vínculo de apego con una sola persona. Lo deseable es que esa persona sea la madre, y que esa unión se cree sobre todo a partir de la lactancia materna. La dedicación de la madre para con el bebé en esos casos es exclusiva. Todo su tiempo lo destina a estar con él. El lugar del padre, en este sentido, será acompañar y echar una mano en todo lo que esté a su alcance: desde ayudar a la mujer a incorporarse, cuando esto todavía le cueste en los primeros días del posparto, hasta las tareas domésticas, como cocinar, limpiar la casa, hacer la compra, atender a los otros hijos (si los hay), etc.

Durante esos primeros días y semanas tras el parto hay muchas otras actividades importantes que el hombre puede asumir como su responsabilidad. Una de ellas son los trámites y papeleos necesarios ante el nacimiento del bebé. Administrar y filtrar las visitas de las personas que quieren conocer al niño pero que quizá deba esperar un poco también es una tarea que puede quedar a cargo de él. Y posiblemente los recuerdos de esos días -en fotos, vídeos o de cualquier otro tipo- también sea mucho mejor que tengan al padre como responsable.

Apoyar a la madre es cuidar al bebé a través de ella

Durante esos primeros tiempos el padre es una figura secundaria para el bebé. La madre, por su parte, dedica toda su atención al pequeño. Como consecuencia, el padre «puede sentirse excluido de una relación tan estrecha como la que surge entre la madre y el niño en los primeros meses», según reconoce el pediatra Carlos González. Así es como en muchos casos los hombres sienten celos del bebé. Es lo que los especialistas llaman el complejo de Layo.

Esto, apunta la psicóloga Báez, sumado al malestar y a la incertidumbre ya comentados, en ocasiones genera en el hombre sensaciones como abandono o rechazo, una cierta desafección hacia su hijo y rivalidad con la pareja, lo que deriva en conflictos y en crisis que incluso a veces pueden acabar en una ruptura. Por ello, es fundamental la comunicación: dialogar mucho, que ambas partes expresen los sentimientos del modo más abierto posible, sin juzgar al otro sino procurando entender y encontrar soluciones.

El padre es una figura secundaria para el bebé, pero necesaria y muy importante para la madre. La asociación El Parto es Nuestro comparte el testimonio de José Antonio Trillo, pareja de la asesora de lactancia Inma Marcos, quien en esos primeros tiempos se sentía mal por «quedarse fuera» del estrecho vínculo entre la madre y el pequeño, pero luego lo comprendió. «Me di cuenta de que yo no tenía que cuidar al bebé si no era a través de la madre», confiesa. Y la situación luego varía: «Mi hijo ha crecido, ahora tiene seis meses. Sus necesidades han cambiado y me busca, me sonríe y le gusta jugar conmigo».

Depresión posparto, un riesgo también para el padre

La depresión posparto en las mujeres es un tema al que se han dedicado muchos estudios. Pero los padres también sufren depresión posparto y, sin embargo, ha sido muy poco analizada. Las incertidumbres y la presión, así como los celos y otros factores (inseguridades económicas, poco sueño y descanso, desgaste de la pareja e incluso alteraciones hormonales), pueden causar depresión posparto, un problema que, según un estudio realizado por investigadores de EE.UU., afecta a entre un 4% y un 25% de los padres.

A diferencia de las mujeres, a quienes la depresión posparto hace mostrarse más tristes o con un humor más cambiante, los hombres actúan con mayor ansiedad y agresividad cuando la padecen. A menudo tienen más discusiones, tanto con la pareja como con otras personas (familiares, amigos, compañeros de trabajo), consumen más bebidas alcohólicas o se drogan y, a veces, hasta tienen relaciones extramatrimoniales.

La depresión posparto es más probable en los hombres cuando la madre también la ha sufrido. Y aparece con mayor frecuencia, según otro estudio realizado también en EE.UU., entre los tres y seis meses después del nacimiento del bebé.

Si se detectan estos síntomas o se sospecha que se tiene depresión posparto, el consejo es acudir cuanto antes a la consulta de un profesional.

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