Niños con los pies planos, ¿es necesario intervenir?

El pie plano en los niños se corrige de forma espontánea con el paso del tiempo en la mayoría de los casos
Por Marta Vázquez-Reina 18 de junio de 2013
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Imagen: lou & magoo

Todos los bebés nacen con los pies planos. Hasta que el niño cumple los cuatro o cinco años, esta alteración se considera como algo normal, una deformidad fisiológica que se resuelve de forma espontánea con el crecimiento. En este artículo se explica cómo es el pie del bebé, qué es el pie plano flexible, cómo intervenir y por qué algunos tratamientos son innecesarios. También se detallan las principales recomendaciones sobre el calzado infantil más adecuado para tratar este problema.

El pie del bebé es plano al nacer

Todos los bebés nacen con los pies planos. Es decir, sus plantas carecen del arco longitudinal que caracteriza a los pies de los adultos. ¿Representa esto un problema? Tal como señala la Sociedad Española de Fisioterapia en Pediatría (SEFIP), no lo es, ya que es algo normal.

Un niño con pies planos no debe tratarse antes de los tres años de edad

La apariencia de pie plano del recién nacido, denominada pie plano fisiológico, se debe a la acumulación de tejido graso en la zona interna de la planta del pie y a la gran elasticidad de sus ligamentos. Poco a poco, a la vez que el pequeño crece, el arco plantar comienza a surgir.

El pie toma su forma definitiva entre los dos y tres años, a medida que maduran las estructuras óseas musculares y los ligamentos. Por este motivo, cualquier tratamiento o intervención sobre el pie plano del niño «no debe comenzar antes de los tres años de edad, para no interferir con el desarrollo normal del pie», recomienda Luis González Trapote, jefe de Pediatría del Hospital San Rafael, de Barcelona.

Pies planos flexibles

Una vez que el pie toma su forma definitiva, muchos pequeños presentan aún pies planos, aunque en la mayoría de los casos no es un problema de gravedad que requiere tratamiento. Es lo que se conoce como pie plano flexible, una alteración ortopédica que «se soluciona de manera espontánea o con la ayuda de medidas ortopédicas simples», apunta González Trapote.

Un estudio de la Universidad Pontificia de Chile en menores de entre 1 y 15 años evidencia una prevalencia del pie plano flexible en el 60% de los niños con menos de tres años, del 35% entre los cuatro y los seis años, 10% entre los 7 y los 12 y tan solo del 5% entre los 13 y los 15 años.

Existe una prueba casera para saber si el niño tiene los pies planos: comprobar si al ponerse el niño de puntillas aparece el arco
El pediatra es el encargado de emitir el diagnóstico sobre si el pie plano del pequeño es flexible o bien es un caso de pie plano rígido, que persistirá en la edad adulta y que deberá ser tratado por el especialista.

Sin embargo, los padres pueden realizar una prueba casera que les orientará sobre este aspecto. Consiste en comprobar si al ponerse el niño de puntillas o al levantar el dedo gordo del pie, aparece el arco de la planta.

Pies planos en niños: medidas sencillas

El tratamiento que recomiendan los especialistas para el pie plano flexible consiste en algunas medidas sencillas:

  • Caminar de puntillas y de talones y coger objetos con los dedos de los pies.

  • Incentivar la práctica de deporte.

  • Andar descalzo sobre terrenos irregulares (como la arena de la playa).

  • Utilizar un calzado adecuado.

En cuanto al uso o no de plantillas infantiles, existen discrepancias sobre su eficacia. No obstante, aunque los expertos afirman que la plantilla no interviene en la modificación de la estructura de la planta del pie, sí apuntan que puede servir para mejorar y facilitar la marcha a los pequeños porque equilibran el pie.

Pies planos: tratamientos innecesarios

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Imagen: Tanya Little

Estas medidas distan mucho de algunas de las que se aplicaban para tratar de forma sistemática a los pequeños que presentaban pies planos, como botas y otros elementos ortopédicos.

Un estudio llevado a cabo por especialistas de la Universidad de Viena y publicado en la revista oficial de la Academia Americana de Pediatría (‘Pediatrics’) concluye que en el 90% de los casos de pies planos estos tratamientos son innecesarios.

Estos investigadores apuntan que solo un 1% de los pies planos infantiles es patológico y produce dolor al niño. En el resto de los casos, en los que el pie plano mejora de forma natural con la edad, los zapatos y plantillas correctivos, además de incomodar a los pequeños, son ineficaces y suponen un coste económico muy elevado para las familias.

El calzado adecuado para el niño

Para que el pie plano flexible evolucione de manera correcta, los especialistas recomiendan utilizar un calzado infantil adecuado. Este debe reunir las siguientes características:

  • Estar dotado de contrafuertes laterales en la zona del talón.

  • Punteras anchas y reforzadas que permitan el movimiento libre de los dedos.

  • Que pueda ajustarse a nivel del empeine. Son mejores los cordones que los velcros o hebillas.

  • La suela debe ser flexible y que no resbale.

  • Ligero de peso en su conjunto.

  • A partir de los dos años no es necesario que sujete al nivel del tobillo. Puede ser bajo, pero con contrafuertes.

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