Durante el verano los estanques de los jardines adquieren todo su esplendor al florecer los lirios, los nenúfares y las plantas de orilla como la lobelia. Además, con el calor suele ser cuando más apetece contemplar los peces y sentarse cerca de sus aguas.
Sin embargo, para poder disfrutar de las horas veraniegas al lado del estanque hay que aportarle toda una serie de cuidados que garanticen este disfrute. Entre los cuidados que requieren los estanques los meses de verano destaca la necesidad de oxigenar el agua, sobre todo si el clima es cálido y húmedo. Lo ideal para aumentar el nivel de oxígeno y reducir el dióxido de carbono es mantener la fuente funcionando, toda la noche si es necesario, o en su defecto se puede rociar la superficie del estanque con una manguera.
También hay que regar las hojas de las plantas de la orilla y los nenúfares con una manguera o un cubo para lograr alejar a los insectos del estanque. Asimismo hay que retirar las flores muertas antes de que den semillas y podar las plantas de la orilla muy frondosas para evitar que se desarrollen demasiado. Tampoco es recomendable plantar árboles cerca del estanque porque sus hojas pueden caer sobre él y además su sistema de raíces puede llegar a deteriorar sus paredes, provocando fugas de agua.
Además el verano es la mejor época para introducir nuevos peces en el estanque. No debe olvidar alimentarlos cada día y reemplazar regularmente con una manguera el agua que se evapore.
Por último, tenga en cuenta que deberá retirar las malas hierbas, enredándolas en un palo o una horqueta, y asegúrese de limpiar regularmente los mecanismos de las bombas y filtros para evitar que se atasquen con la maleza o los desechos.
Siguiendo estos fáciles consejos podrá disfrutar de su estanque y evitar problemas que puedan acabar con toda la vida que acoge en su interior.
