Cómo reparar el chapeado deteriorado de una mesa

Es mejor que el color de la nueva pieza de chapa sea igual al original de la mesa
Por EROSKI Consumer 21 de noviembre de 2007

Para reparar una parte del chapeado deteriorado del canto de una mesa podemos proceder a aplicar calor a la chapa que hay que sustituir mediante una plancha, colocando un paño fino entre ambas superficies, para que se ablande la cola y poder así retirar el trozo de chapeado fácilmente. Emplearemos luego una espátula para levantarlo.

Si la parte que se va a reparar es pequeña y no queremos realizar el proceso anteriormente mencionado en todo el mueble, sino sólo reparar el área estropeada, podemos emplear un trozo de papel cebolla para calcar el contorno de la parte que falta y dibujarlo con papel de calco sobre un trozo de chapeado del mismo color y grosor que el que recubre la mesa.

Lije la zona deteriorada hasta conseguir igualarla en altura y limpiarla, retirando los posibles restos de cola que puedan quedar, para facilitar que la nueva pieza se adhiera bien sobre el canto de la mesa o la zona que se ha de reparar.

Adhiera el nuevo trozo de chapeado, empleando para ello cola de carpintero y unos clavos de punta perdida. Si no quiere que se noten los agujeros de los clavos ni el espacio entre la nueva y la vieja parte de chapeado puede rellenarlos con pasta de madera comercial, o una pasta de madera casera que puede confeccionarse de dos formas.

La primera se obtiene mezclando serrín y cola de carpintero. La segunda es algo más complicada; consiste en cortar trozos de periódico en finas tiras, mezclarlos con agua hasta conseguir una pasta libre de grumos. Después se teñirá la pasta del color del chapeado de la mesa y se aplicará sobre los resquicios existentes. Para que la pasta sea más compacta es recomendable añadirle cola de empapelar. Una vez aplicada y seca procederemos a lijarla, hasta igualarla en altura con el resto de la superficie.

Si no hemos conseguido un trozo de chapeado de un color muy similar al del resto de la mesa será necesario pintarla, aplicándole previamente una mano de tapaporos y una de selladora, con el objetivo de cerrar el poro de la chapa y facilitar el agarre de la pintura, barniz o tinte que vayamos a darle al final para decorarla.

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