El PP rechaza autorizar los estudios con células madre embrionarias para fines terapéuticos

Una proposición de los socialistas abogaba por legalizar la investigación con embriones congelados
Por EROSKI Consumer 13 de febrero de 2002

El PP rechazó ayer en el Congreso autorizar el uso de embriones para investigar con estas células, que entrañan un gran potencial terapéutico en la curación de enfermedades como la diabetes, el Alzheimer o el Parkinson, entre otras. Durante el debate en el Parlamento, los populares manifestaron que, al margen de las objeciones éticas, no existe «unanimidad» entre la comunidad científica sobre el asunto.

El Congreso de los Diputados desestimó tomar en consideración una proposición de ley del PSOE, que abogaba por reformar la Ley de Reproducción Asistida con el fin de que los embriones sobrantes de los procesos de fecundación in vitro pudieran ser utilizados para indagar en el campo de las células madre. Por 174 votos en contra, 126 a favor y 3 abstenciones, la Cámara Baja rechazó la propuesta socialista. Respaldaron la iniciativa socialista el PNV, BNG e IU.

La propuesta del PSOE buscaba legalizar la investigación con embriones ahora congelados, siempre y cuando no tuvieran un desarrollo superior a los 14 días, hubieran estado crioconservados durante más de cinco años, fueran inviables para fertilizaciones in vitro y constase un «consentimiento informado» por parte de los afectados.

Ana Mato, portavoz del PP, replicó que la petición socialista podía dar lugar a un «indeseable comercio internacional de embriones». Mato apuntó que las prometedoras posibilidades terapéuticas de las células madre se encuentran también en las células adultas, no sólo embrionarias.

Ejemplo alemán

Por su parte, el diputado del PSOE Jaime Lissavetzsky animó al Ejecutivo a que tome nota del ejemplo de Alemania, que ha aprobado la importación de células madre, al tiempo que alertó de la posible fuga de cerebros que se puede producir con la negativa del PP a prohibir este tipo de investigaciones.

El PNV, a pesar de que tampoco oculta sus recelos sobre el tema, votó a favor de la propuesta, toda vez que «no conviene cerrar puertas a la investigación». También IU respaldó la iniciativa, si bien su portavoz, Marisa Castro, no consideró lo más adecuado que se inscriba la investigación con células madre en la Ley de Reproducción Asistida.

El presidente del Gobierno, José María Aznar, por su parte, reconoció ayer que alberga «serias dudas éticas» sobre la utilización de embriones humanos para investigar en el terreno de las células madre, con las que se podrían regenerar en un futuro tejidos y órganos.

Afirmó que rechaza de plano la clonación reproductiva, cuestión que le preocupa «muchísimo». Sobre el destino que se debe dar a los embriones congelados, que, según la Ley de Reproducción Asistida, deben ser destruidos al cabo de cinco años, Aznar sostuvo que las opiniones que se han vertido sobre el asunto son un tanto banales.

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