La próxima regulación de los intermediarios financieros hará ilegales a más de la mitad de las empresas que han hecho aparición en los dos últimos años aprovechando la reunificación de la deuda para clientes con problemas para hacer frente a todos sus pagos, según señaló la Agencia Negociadora de Productos Bancarios (ANPB), que calcula que el volumen de estas operaciones financiadas por capital privado alcanzó sólo el año pasado un total de 2.000 millones de euros.
Sin embargo, esta regulación beneficiará a las empresas que trabajen mayoritariamente con clientes de buen perfil financiero que requieran cualquier tipo de producto de crédito y hallen en el intermediario financiero una solución adecuada a sus necesidades, añadió en un comunicado la mencionada agencia. Si la regularización supone una «garantía absoluta de transparencia» en las tarifas cobradas, estar dentro de la ley supondrá obtener ingresos menores por cada operación, apunto la ANPB, que prevé por ello la desaparición de una gran cantidad de microempresas dedicadas en exclusiva a la intermediación entre personas con problemas financieros y de inversores privados que han encontrado en este mercado una alta rentabilidad. Se estima que la mitad del sector está formado por este tipo de empresas «que carecen de la dimensión necesaria para sobrevivir con tarifas ajustadas y transparentes», según apuntó la ANPB, que aconsejó que se hagan operaciones con la intervención de capital privado sólo en ocasiones puntuales, en las que el problema que causa la dificultad está superado y a corto plazo se vaya a recuperar la solvencia.
Alrededor de un 10% de las refinanciaciones hipotecarias son operaciones de «alto riesgo», no aprobadas por entidades financieras tradicionales, según la ANPB. Sus titulares acuden a préstamos de inversores privados en condiciones «que casi nunca pueden ser cumplidas», agregó. Es en estos casos cuando se produce «la automática ejecución de las garantías con un altísimo coste económico o, lo que es peor, la pérdida de la vivienda en propiedad», aseguró la entidad, que cree que refinanciación con capital privado «agrava» la situación financiera de cualquier particular.
