El déficit del Estado alcanza el 3,82% del PIB en 2008 y pone fin a tres años de superávit

La Seguridad Social tuvo unas ganancias de 8.319 millones de euros respecto a 2007
Por EROSKI Consumer 25 de febrero de 2009

La economía española cerró 2008 con un déficit público de 41.874 millones de euros, equivalente al 3,82% del Producto Interior Bruto (PIB), poniendo fin a un periodo de superávit de tres años. Ese desfase es cuatro décimas superior al 3,4% anunciado el 16 de enero por el vicepresidente económico, Pedro Solbes.

Estos datos fueron dados a conocer ayer por el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, quien aseguró que el planteamiento del Ejecutivo es «reconducir de manera significativa» en 2011 el desfase «a medida que la situación mejore y se reconduzca el gasto».

Ese 3,8% de déficit, ocho décimas por encima del límite que marca el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea (UE), se reparte de forma desigual entre las distintas administraciones. La mayor parte (2,72 puntos, 30.047 millones) corresponde a la Administración central y se debe a la reducción de los ingresos no financieros, que el año pasado sumaron 129.335 millones, un 19,1% menos que en 2007. Las comunidades autónomas incurrieron en 1,45 puntos de déficit (15.848 millones), y 0,39 puntos (4.298 millones) correspondieron a los ayuntamientos.

El secretario de Estado de Hacienda aseguró que el elevado déficit de 2008 es «perfectamente asumible»

Por su parte, la Seguridad Social tuvo un superávit de 8.319 millones de euros, un 0,76%, respecto a 2007. A pesar de ser la única partida en positivo, ese superávit oculta una reducción importante respecto del 1,31% de 2007, que Ocaña atribuyó al aumento del paro.

El secretario de Estado de Hacienda aseguró que el elevado déficit de 2008 es «perfectamente asumible». La estrategia consiste ahora en reducir la recaudación tributaria -que ya cayó un 13,6% en 2008- y en aumentar el gasto para incentivar la generación de empleo y proteger a los parados.

¿Cómo nos afecta el déficit excesivo?

Con la crisis, el superávit del Estado logrado en los tres últimos años (2005, 2006 y 2007) se ha esfumado. En 2005, se logró un balance positivo de unas pocas décimas del PIB. En 2006 se elevó hasta el 0,46% para alcanzar el 2,23% en 2007. En 2008, en cambio, las cuentas publicas registraron un déficit del 3,82% del PIB.

Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuánto y cómo nos afecta el déficit. José Luis Martínez, analista de Citigroup en España, considera que el déficit no es un problema para España y recuerda que la deuda supone apenas el 47% del PIB, mientras que en países como Alemania el porcentaje ronda el 60%.

A su juicio, lo importante es la razón por la que el país se endeuda. Si es, por ejemplo, para realizar infraestructuras, no hay problema porque se está generando empleo y se están sentando las bases para salir de la crisis. Lo que Martínez ve incorrecto es que ese saldo negativo sirva para crear un colchón para la crisis, lo que no sentará las bases para una recuperación. Por otro lado, cree que a medida que la situación general vaya mejorando tenderá a reducirse.

Por su parte, Javier Quintana, director de estudios del Instituto de la Empresa Familiar, cree que el Estado podría endeudarse hasta un 7% ó un 8% sobre el PIB, siempre y cuando ese dinero se destine a mejorar la competitividad y la productividad de España.

Fuentes de Analistas Financieros Internacionales (AFI) reconocen que quebrantar el límite del 3% del Pacto de Estabilidad supone un cierto riesgo, mientras que Josep Sayera, profesor de la escuela de negocios de ESADE, cree que la Unión Europea (UE) debería ayudar a los países a salir de la crisis y advierte de que las acciones coordinadas y las decisiones que, por separado, han tomado los distintos países no han sido eficaces.

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