Financiación ‘a medida’ para autónomos

Los bancos y las cajas de ahorro españolas ya disponen de áreas de negocio específicas para los trabajadores autónomos, donde los préstamos son los productos más demandados
Por José Ignacio Recio 8 de mayo de 2007

Las entidades financieras se fijan cada vez más en los trabajadores autónomos, que en nuestro país superan ya los tres millones de personas (3.087.503), según los últimos datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Conscientes de que el número de trabajadores por cuenta propia aumenta de manera significativa cada año, los bancos y cajas compiten ahora por ofrecer nuevos productos de financiación acordes a sus necesidades: créditos, préstamos, cuentas profesionales, renting, etc., hasta el punto de que algunas de estas entidades han decidido crear áreas de negocios dedicadas específicamente a estos profesionales. En ellas se ofrecen productos flexibles adaptados al tamaño de sus negocios y complementados por servicios adicionales, como tarifas planas para las operaciones bancarias más habituales, asesoramiento personalizado, banca telefónica o por Internet, gestiones de carácter administrativo, etc. Una iniciativa que, en principio, satisface a este sector, tal y como lo constata la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomas (ATA). “Mientras haya más bancos y cajas que se preocupen por nosotros, mejor, ya que la competencia financiera generará unas condiciones más ventajosas en este tipo de productos”, aseguran desde Federación. No obstante, hay que tener en cuenta que el proyecto debe ser muy sólido para convencer al banco de su viabilidad y que muchas comisiones se pueden negociar.

Los más solicitados

Los más solicitados

Los productos más demandados y ofertados por los bancos y cajas para autónomos son el préstamo y la póliza de crédito (un instrumento de financiación en el que la flexibilidad es total, y en la que el autónomo paga por la financiación que realmente precisa), dos opciones que aportan una inyección de liquidez inmediata al solicitante. En ambas, el requisito fundamental es ofrecer al banco una garantía de pago (generalmente un aval o un bien en hipoteca). En los préstamos, el banco ofrece una cantidad prefijada que el cliente amortizará mediante el pago de cuotas periódicas en un plazo determinado. “Se solicita cuando se va a gastar todo el dinero”, aclara Soraya Mayo Alonso, coordinadora general de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomas (ATA). Normalmente, se puede escoger entre tipos fijos, variables y, en ocasiones, una combinación de ambos. Los expertos recomiendan optar por tipos variables (el Euribor es el tipo de referencia más utilizado).

El Banco Popular es una de las entidades que, atraída por el negocio que puede obtener con este grupo de trabajadores, ya ofrece algunos productos específicos. Entre ellos se encuentra la ‘Póliza de Crédito Autónomo’, una financiación flexible dirigida a los autónomos, con un interés fijo del 3,95% y un plazo de amortización de 12 meses, aunque la novedad reside en que puede ser renovable, aunque la comisión de apertura es del 0,75%. Otra producto que ha desarrollado esta entidad son los créditos hipotecarios, a través de la ‘Hipoteca Autónomo’, destinada a la compra de un local o nave para la implantación o ampliación de un negocio. Tiene una financiación del 80% del valor de tasación, a un interés del 4% durante el primer año. La comisión de apertura es del 1,25%, y la de subrogación, del 0,50%, aunque eso sí, el titular no tendrá que pagar comisión de cancelación anticipada ni gastos de estudio.

El BBVA, a su vez, dispone en el mercado del ‘Préstamo Negocios’. Se trata de un crédito con garantía personal dirigido a autónomos en donde los tipos de interés y las comisiones se fijan en cada caso, tras un análisis de riesgo. Tiene un plazo de amortización de cinco a siete años, y una de sus ventajas es que cubre el 100% de la inversión, hasta 60.000 euros. Se puede contratar a un interés fijo o variable.

En la misma línea se sitúa Caja España, que dispone de préstamos, aunque en este caso, a largo plazo para equipamiento o reforma de las instalaciones del negocio. También ofrece préstamos hipotecarios para ampliación de negocio, compra de locales y construcción de naves. “Ya sea con garantía personal o hipotecaria, podrán disponer del préstamo a medida que vayan surgiendo nuevas necesidades financieras, con un interés fijo o variable, según el ciclo de sus ingresos”, afirman desde la caja castellano-leonesa.

Los más personalizados

Entre todas las entidades bancarias españolas, sólo dos ofrecen los servicios más personalizados para los trabajadores autónomos. Por un lado, el Santander Central Hispano promociona sus productos en función de la necesidad de los clientes. Es el caso del ‘Superpréstamo Autónomos’, un crédito a medio plazo dirigido a este segmento de la población que tiene un plazo de amortización de hasta tres años, con un interés fijo anual del 5,95%, y con un importe máximo de un millón de euros.

El otro es Caja Laboral, que cuenta con una división especializada en estos profesionales que trabajan por su cuenta, disponiendo de un servicio financiero a la medida de sus necesidades. Su última novedad es la ‘Cuenta Profesional’. La financiación de proyectos mediante una línea de crédito en condiciones especiales es el producto que mayor interés despierta entre los autónomos interesados en este producto concreto.

Bankinter, por su parte, ha sido la última entidad que se ha sumado a la tendencia de incluir productos de estas características en la oferta general, diseñando para los profesionales autónomos una cuenta que se adapte a sus necesidades, la denominada ‘Cuenta Profesional’, en la que siempre que los ingresos mensuales derivados de su actividad profesional sean abonados en esta cuenta se puede disfrutar de las siguientes ventajas: descubierto autorizado de hasta 600 euros, con un tipo de interés menor al que se aplica en descubiertos en cuentas corrientes; financiación preferencial a través de anticipo de ingreso (con un máximo de 600 euros) que contempla la posibilidad de autorizar automáticamente hasta un máximo de sus ingresos mensuales netos, materializado en un descubierto que se regularizará cada mes.

Requisitos

La entidad financiera exigirá al demandante determinadas obligaciones. No es suficiente con la presentación de una idea, hay que exponerla de manera convincente:

  • El proyecto debe ser viable, ya que la entidad pedirá al solicitante diversa documentación sobre el negocio (o el proyecto, en su caso): el plan de empresa, balance, inversiones, etc.
  • El perfil del emprendedor deberá reflejar cierta solidez tanto personal como profesional, así como una experiencia en el negocio que va a llevar a cabo.
  • Deberá acreditar una capacidad para la devolución de la deuda a través de garantías de pago (propiedades, avales…)

Líneas de crédito

Otras de las opciones a las que pueden recurrir los autónomos, especialmente si tienen o van a poner en marcha una pequeña o mediana empresa, es la solicitud de las líneas de financiación en condiciones muy favorables a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), entidad pública empresarial adscrita al Ministerio de Economía y Hacienda, que desarrolla en la actualidad la ‘Línea ICO Emprendedores 2007’ y la ‘Línea ICO Pyme 2007’ a los autónomos que inician su actividad empresarial. Se ofrecen en forma de préstamos a través de los bancos y cajas de ahorros, o bien directamente en el ICO, que estudia el proyecto y tramita el préstamo. Hay diferentes líneas, como los microcréditos para la puesta en marcha de pequeños negocios; préstamos a tipos de interés muy bajos y financiación para la innovación tecnológica, internacionalización, etc. Las Líneas ICO 2007 de Apoyo a la Empresa permiten a los empresarios acceder a préstamos con tipos de interés preferenciales, a largo plazo y sin comisiones, para el desarrollo de sus negocios en cualquiera de sus fases: creación, ampliación, expansión e internacionalización.

Como novedad, este año, la Línea ICO-PYME amplía el importe máximo financiable hasta un 90% del proyecto para microempresas y un 80% para el resto de pequeñas y medianas empresas. El Importe máximo de financiación por beneficiario es de 100.000 al año, ya sea en una operación o en varias.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube