Hacer negocio con los peores valores de 2008

Esta estrategia pretende beneficiarse de una posible recuperación de los valores con peor comportamiento en el pasado ejercicio
Por José Ignacio Recio 23 de febrero de 2009
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Imagen: sanja gjenero

En años bursátiles tan complicados como el actual una de las estrategias para operar en Bolsa es comprar durante los primeros meses del ejercicio aquellos valores que quedaron más rezagados en el anterior, con la esperanza de que recuperen posiciones. Empleada por muchos bolsistas para tratar de rentabilizar sus ahorros en los momentos más delicados -especialmente tras ejercicios en que la caída de la renta variable supera los dos dígitos- tiene muchas ventajas pero también inconvenientes, y su resultado depende de si la renta variable toma una senda alcista o bajista.

El uso de esta estrategia bursátil ofrece una gran ventaja a los pequeños y medianos inversores que tienen sus miras en el medio o largo plazo, ya que sólo requiere de una operación de compra y venta al año, lo que supone un apreciable ahorro en comisiones. Aparte de las consideraciones con respecto a las tarifas, hay que fijarse en otros aspectos más importantes antes de optar por esta alternativa, que es especialmente aconsejable en los siguientes casos:

  • Para inversores que vayan al medio o largo plazo, siempre y cuando se posicionen en valores de cierta calidad empresarial que, por determinados motivos, cayeron en su cotización en años anteriores.
  • Cuando se apuesta por valores cíclicos que pueden iniciar una recuperación de sus precios como consecuencia del aumento en la demanda de sus productos.
  • Si se posicionan en empresas sólidamente establecidas que hayan descontando en su cuenta de resultados el peor de los escenarios económicos posibles.

Es una maniobra destinada a quienes inviertan a medio o largo plazo y no necesiten liquidez inmediata

Del mismo modo, este tipo de operación no es recomendable para los inversores que necesitan rápidas plusvalías en su cuenta de resultados debido a la necesidad de cierta liquidez. Tampoco conviene optar por recurrir a este tipo de compra si se toman posiciones en valores claramente especulativos, ya que a pesar de la hipotética recuperación de la economía internacional, difícilmente podrán recuperar posiciones durante este ejercicio. Comprar los peores valores de 2008 no es tampoco aconsejable cuando el inversor decide posicionarse en empresas íntimamente ligadas con los sectores que más sufrirán las consecuencias de la crisis económica (que tardarán en recuperarse más tarde que otros), ni si se posee un carácter demasiado impulsivo y se peca de adelantarse a las oportunidades de compra, ya que éstas, tarde o temprano, aparecerán en la renta variable.

Las opciones

Tratar de hacer negocio con los peores valores de 2008 puede ser muy arriesgado, ya que muchos de ellos se corresponden con las empresas que peor han resistido la crisis económica y aquéllas que han obtenido los resultados empresariales más pobres, además de contar con unas expectativas de crecimiento que no acaban de convencer al mercado. Sin embargo, se trata de una estrategia que puede dar sus frutos, aunque lo más probables es que sólo en un par de empresas, aquéllas que han bajado bruscamente sin explicación lógica y que, teóricamente, deberían recuperar parte del terreno perdido durante este año. Según esta explicación, las candidatas con las que conformar la cartera de valores serían: Sacyr Vallehermoso (-74,34%), Gamesa (-60,16%), BME (-59,96%), Ferrovial (-59,31%), Acciona (-58,96%), Técnicas Reunidas (-57,94%), Telecinco (-56,88%), OHL (-56,75%) y FCC (-54,61%). Estas empresas integrantes del Ibex-35 sufrieron elevadas minusvalías durante el pasado ejercicio. Pero, de ellas, las más recomendables por no pertenecer al sector de la construcción son BME o Técnicas Reunidas.

Una buena opción es diseñar la cartera combinando los peores valores de 2008 con los que ofrecen una mayor rentabilidad por dividendo

El pequeño y mediano inversor pueden optar también por diseñar su cartera combinando los peores valores de 2008 con aquellos que ofrecen una mayor rentabilidad por dividendo. En este caso, los candidatos serían más numerosos y, sobre todo, más fiables, en especial para las carteras destinadas a los inversores de perfil más conservador. Las elegidas serían Telecinco (16,72%), BME (12,89%), FCC (8,53%) y Sacyr Vallehermoso (6,52%), ya que reúnen los dos requisitos necesarios: haber desarrollado una clara tendencia bajista, y ser las empresas que ofrecen mayor rentabilidad por dividendo en estos momentos.

Si se aplica esta estrategia, la elección se puede basar también en otros índices internacionales, como el europeo, que proporciona empresas con más del 60% de perdidas durante el anterior ejercicio. Las propuestas provienen de casi todos los sectores: Fortis (-94,87%), Renault (-80,88%), ING (- 72,60%), Unicredito (-69,27%), Arcelor Mittal (-67,83%), Aegon (-62,57%) o Societé Générale (-61,12%), aunque la mayoría pertenece al sector financiero, que no atraviesa por sus mejores momentos. En caso de que el inversor se decante por cruzar el océano y apostar por el Dow Jones, las opciones estarían conformadas por General Motors (-87,14%), Citigroup (-77,21%), Alcoa (-69,19%), Bank of America (-65,87%), American Express (-64,34%) y General Electric (-56,30%), todas ellas con pérdidas por encima de la media obtenida por el Ibex-35.

A LA EXPECTATIVA

La mayoría de intermediarios financieros, lejos de apostar por los valores más rezagados del anterior ejercicio, apuestan por la prudencia y recomiendan a sus clientes que se mantengan en liquidez durante el primer semestre del año con objeto de comprobar la evolución de la renta variable en la situación actual.

Además, aseguran que la clave para realizar una buena operación es ser muy selectivo a la hora de configurar la cartera de valores, huyendo de los valores especulativos que no tengan expectativas de crecimiento o de las empresas que se intuye saldrán peor paradas de la actual crisis económica.

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