Cómo protegerse para evitar quitas en un depósito

Se pueden desviar los ahorros hacia otros productos de renta fija más seguros y que, en algunos casos, incluso elevan el nivel de rentabilidad, entre otras medidas
Por José Ignacio Recio 15 de abril de 2013
Img depositos list
Imagen: David Playford

Gran parte de los analistas financieros consideran poco factible en España un escenario económico como el de Chipre, donde la quita de los depósitos no garantizados podrá alcanzar hasta el 60%. Pero el miedo por parte de los ahorradores españoles a que al final no suceda así propicia que algunas personas desvíen sus ahorros hacia otros productos de renta fija que puedan dar más seguridad en estos momentos de incertidumbre económica y que, en algunos casos, incluso elevan el nivel de rentabilidad. Esta es una medida de protección para evitar quitas en un depósito. Pero hay más. En este artículo se aportan varias.

Evitar quitas en los depósitos

Las pérdidas impuestas a los depositantes de los bancos de Chipre son una clara advertencia a los depositantes de los bancos de todo el mundo, según Jim Rogers, presidente de Rogers Holdings y afamado gurú de los mercados financieros. Entonces, ¿podríamos ver un «corralito» a la española? Parece que no, pero las noticias del rescate de Chipre, en donde la quita de los depósitos no garantizados podrá alcanzar hasta el 60%, han alarmado a no pocos ahorradores españoles, que temen por sus patrimonios depositados y se plantean si esta situación tan excepcional se pudiera extrapolar a España.

Diversificar depósitos, invertir en deuda pública o hacerlo en metales preciosos son algunas opciones para quienes temen que se den quitas en los depósitos

Lo sucedido con los depósitos en la pequeña isla mediterránea parecía un relato de ciencia-ficción hace apenas unas semanas. Sin embargo, es un hecho real que ha ocurrido en un país miembro de la Unión Europea y con el euro como moneda oficial. Pero tampoco se puede ser alarmista. Para ello, es imprescindible mantener la calma y no dejarse llevar por impulsos incontrolados que puedan perjudicar los intereses de los ahorradores. De hecho, gran parte de los analistas financieros consideran poco factible este escenario en nuestro país en los próximos meses, aunque si la situación económica se vuelve insostenible en el viejo continente, España es una de las candidatas a repetir esta operación.

Por lo pronto, la duda ha quedado instalada en buen número de hogares que cuentan con los depósitos como principal fuente de ahorro y, a partir de ahora, tratarán de llevar sus aportaciones económicas hacia otros productos financieros más seguros y estables. No consiste en guardar el dinero en el colchón como hacían nuestros antepasados, sino en encontrar otros productos que den más seguridad en estos momentos de incertidumbre económica y que hasta eleven el nivel de rentabilidad.

Adoptar medidas preventivas

Quienes tengan cierta preocupación ante lo que pueda ocurrir con sus ahorros, pueden inclinarse por otras estrategias de ahorro o inversión que eviten estos problemas y, de paso, conseguir una mayor rentabilidad:

  1. Se puede optar por pasarse a la oferta de las filiales españolas de bancos extranjeros (ING Direct, Banco Espírito Santo, BNP, Deutsche Bank, entre otros). Están mejorando las condiciones de las propuestas bancarias nacionales y alcanzan una rentabilidad (en los casos más agresivos) superior al 4%.

  2. Pueden diversificar sus ahorros a través de los mismos depósitos, ya que el actual Fondo de Garantías de Depósitos cubre hasta 100.000 euros. La estrategia radica en suscribir varios depósitos a la vez (en varios bancos y con diferentes titulares) por cantidades inferiores al límite del fondo.

  3. Otra solución ante los temores de que el caso chipriota pudiese extenderse a nuestra geografía consiste en abrir una cuenta corriente en algún país con mayor fortaleza económica dentro de la Unión Europea. Desde allí, se puede contratar un depósito u otros productos de ahorro o de inversión para garantizar la seguridad.

    No obstante, esta posibilidad no es muy apta para los pequeños y medianos ahorradores por dos razones:

    • Por las altas comisiones que implicaría este cambio.
    • Por los costes económicos de dicha operación, solo rentable para los grandes patrimonios.

  4. Como medida preventiva, y si a pesar de todo el usuario se decanta por contratar un depósito, no estaría de más analizar la solvencia de la entidad bancaria donde se dejará el dinero.

  5. Desviar los ahorros hacia fondos de inversión de renta fija de prestigiosas gestoras internacionales, que evitarán que pueda mermar el capital con alguna quita a los ahorros. Incluso se puede obtener una rentabilidad sensiblemente superior a la generada por las imposiciones, de entre el 5% y 10%. Además, estos fondos no tienen nada que ver con los balances de los bancos y permiten recuperar el dinero casi al instante, en no más de 24 horas.

  6. Contratar deuda pública, pero siempre a corto plazo, con periodos no superiores a un año como mucho.

  7. Invertir los ahorros en valores-refugio durante los meses en que duren las incertidumbres económicas. Dentro de estos activos financieros no hay mejores representantes que los metales preciosos (oro, plata y platino) que, por lo general, obtienen excelentes revalorizaciones en estos tiempos.

    De todos modos, conviene analizar también los problemas que puede generar su contratación, ya que si descienden en sus cotizaciones, ocasionarán un serio problema.

¿Y si me decanto por la renta variable?

Otra opción que disponen los pequeños y medianos ahorradores es la renta variable, aunque más arriesgada por las particulares características de estos mercados. Puede invertirse a través de la Bolsa, de los fondos de inversión o una mezcla de los dos (ETF). Pero se deben evitar los valores más sensibles a los efectos que pudiesen generar cualquier intervención por parte de las autoridades comunitarias (al estilo de Chipre). Para ello, nunca se han de tomar posiciones en los sectores más vulnerables (bancos, grupos financieros, etc.), ni en las Bolsas más afectadas por estas medidas (España, Portugal o Italia).

La estrategia bursátil de los usuarios pasaría por la compra de valores más o menos defensivos (alimentación, farmacia, autopistas…) y siempre en plazas bursátiles que no estuviesen perjudicadas por estas iniciativas (o con menor virulencia), como serían las del centro y norte de Europa o la de Estados Unidos (con subidas generalizadas en los últimos meses).

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube