Indicadores que señalan el fin de la crisis

El aumento de las exportaciones y de la inversión extranjera, el auge del turismo, la subida de la Bolsa y una prima de riesgo en mínimos auguran el inicio de la recuperación económica
Por Ana Palomo Trigo 27 de septiembre de 2013
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Imagen: Steven van Wel

Durante la pasada Cumbre del G-20, el espaldarazo del presidente estadounidense, Barack Obama, a las políticas económicas de España para salir de la recesión no ha hecho sino alentar a los ciudadanos. Con pasos lentos, pero firmes, el país parece estar saliendo de la crisis en la que estaba sumido desde el año 2007. Los indicadores macroeconómicos, las entidades bancarias, los expertos y los altos directivos de las empresas ya vislumbran la recuperación para 2014 e invitan a encarar con optimismo la recta final del año. Sin embargo, los datos de empleo y consumo por la elevada presión fiscal no dicen lo mismo. En el siguiente artículo, se enumeran los distintos indicadores a través de los cuales se atisba el comienzo de la recuperación económica, a la vez que se analizan los aspectos con los que no se intuye tan buen pronóstico.

La salida de la recesión

Aunque las medidas de austeridad impuestas en la zona del euro están resultando muy gravosas para los ciudadanos, han surtido su efecto y se espera que la economía española salga de la recesión en el tercer trimestre de 2013. Hasta el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha admitido que las previsiones de crecimiento para 2014 se están revisando «ligeramente» al alza desde el actual 0,5%. Por su parte, el turismo y las exportaciones, que en términos reales crecen a un 8%, son los dos elementos clave para la recuperación. Asimismo, se augura que la cifra de la tasa de desempleo al final de año se sitúe por debajo del 27%. A la vista de estos datos, España está logrando recuperar la confianza de los inversores extranjeros, gracias al cumplimiento estricto de la agenda reformista comprometida con Bruselas.

Las firmas de capital riesgo extranjeras han adquirido inmuebles, lo que demuestra el interés que, desde hace más de un año, despierta España como destino inversor

Sin embargo, las reformas deben continuar para que esta dinámica positiva no se frene en los próximos meses, sobre todo en una economía como la europea, donde conviven los altos niveles de desempleo y la debilidad de la actividad económica. De cualquier modo, pese a que los pronósticos de salida de la crisis son aún incipientes, la revisión al alza de las previsiones de crecimiento de España para 2014 y la mejora de la situación económica en la zona del euro confirman esos primeros síntomas de recuperación.

Qué indicadores sugieren que la crisis llega a su fin

  1. Mejora de la economía (el PIB y el turismo)

    El auge del turismo, el incremento de las exportaciones, el aumento de la inversión extranjera y la caída de la prima de riesgo han llevado al PIB español a un crecimiento del 0,2% durante los meses de verano. Según los datos presentados por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) el pasado 9 de septiembre en París, se confirma la lenta recuperación de España y la mayoría de los expertos han mejorado sus estimaciones sobre la evolución del PIB en 2014. De hecho, los analistas de Morgan Stanley, BBVA y Funcas (Fundación de Cajas de ahorros) confían en que el avance de la economía se situará el año próximo en el 1%, el doble de lo previsto de manera oficial. Esto supondría que la creación de empleo se produciría en el segundo o en el tercer trimestre del año que viene.

    Por su parte, las patronales del sector turístico confían en que los dos últimos trimestres del año les permitan salir de la recesión, gracias al incremento del número de turistas extranjeros llegados a España por la situación en Egipto y las revueltas en Turquía.

    Pese a estas mejoras, no se cumplirá el objetivo de déficit público. El desfase entre ingresos y gastos se situará en el 6,8% este año y en el 6% durante 2014, lejos de las cifras pactadas entre el Gobierno y la Comisión Europea (6,5% en 2013 y 5,8% para 2014).

  2. Incremento de las exportaciones

    La Encuesta de Coyuntura de la Exportación del segundo trimestre de 2013, que elabora el Ministerio de Economía y Competitividad, revela que las exportaciones españolas son pieza clave para la recuperación económica. En el primer semestre del año, las ventas al exterior de las empresas españolas crecieron un 9%, con respecto al mismo periodo de 2012, gracias al impulso positivo de Europa y al fuerte aumento de las exportaciones del sector del automóvil.

    La industria del automóvil, tanto europea como de Asia, está trasladando gran parte de su producción a las fábricas españolas, como señal de que los costes laborales están ajustados y de que en España hay más flexibilidad que en otros países. En términos reales, las exportaciones progresan a un ritmo del 8% en los seis primeros meses de 2013, respecto al mismo periodo del año anterior, y ya crecen casi el triple que el comercio mundial. De hecho, el 42% de los exportadores cree que su cartera aumentará en los próximos 12 meses.

    Según la última memoria de la patronal Sercobe (Asociación Nacional de Fabricantes de Bienes de Equipo), el repunte de las ventas al exterior ha tenido un efecto directo en la industria española gracias, en parte, al empuje de Francia y Alemania, pues concentran el 25% de las exportaciones de bienes de equipo, el sector español más exportador.

    Desde el servicio de estudios del BBVA, BBVA Research, se asegura que la producción industrial, que aumentó en julio un 0,4% en tasa anual, puede consolidarse en la segunda mitad de 2014. A esta evolución positiva de la industria también han contribuido los contratos de suministro que se han licitado, como el proyecto de construcción del AVE entre Medina y La Meca, valorado en 6.500 millones de euros.

  3. Alzas en la Bolsa y bajada de la prima de riesgo

    Pese a que las empresas constructoras españolas (FCC, Acciona, ACS y Sacyr) habrían sido las más beneficiadas de la concesión de los Juegos Olímpicos, uno de los indicadores que apunta al fin de la crisis es la ausencia de turbulencias en los mercados. Debido, en gran parte, a que Siria ha aceptado el control internacional de armas químicas, el ánimo comprador se ha instalado en la Bolsa en las últimas semanas.

    • Los blue chips, es decir, las empresas grandes con ingresos estables y sin fuertes fluctuaciones, son algunas de las apuestas para invertir durante este último trimestre del año y en 2014.
    • Abertis, la compañía de infraestructuras para la movilidad y las telecomunicaciones, cuenta con un plan estratégico de desarrollo internacional y podría tener importantes posibilidades de negocio en Brasil y Australia, lo que le servirá para afianzar su imagen en el exterior. Asimismo, Iberdrola, Acciona, ACS y Ferrovial optan a contratos en el extranjero, lo que les generará grandes beneficios.

    • Con respecto a los bancos, Morgan Stanley aconseja invertir en acciones de BBVA y se muestra optimista con el valor. En lo que va de año, está entre los mejores del sector, con una revalorización del 9,47% y continuará su expansión en América del Sur. Otra de las recomendaciones es invertir en Bankinter, pues es el valor del sector bancario que mejor se ha comportado durante 2013. A su vez, Santander seguirá siendo un valor sólido, sin grandes altibajos, y continuará pagando dividendos a sus accionistas. Popular y CaixaBank son otras de las opciones para tener en cuenta a la hora de invertir.

    • Por su parte, Movistar puede ofrecer una gran rentabilidad anual, pues ha presentado novedades en su política comercial al eliminar el compromiso de permanencia en sus contratos de móviles.

    • En cuanto a Repsol, se estima que sus acciones suban ante la admisión a trámite de la demanda contra la justicia argentina, que presentaron la petrolera y el fondo estadounidense Texas Yale Capital al considerar que se había incumplido la normativa federal de información en la expropiación de YPF, además de por las buenas noticias procedentes de Siria.

    • El desarme químico de Siria y la caída de los precios del petróleo también beneficiarán a la aerolínea IAG.

    Por otro lado, en las últimas semanas, la prima de riesgo española se ha situado en 241 puntos básicos, muy lejos de los más de 600 puntos de hace un año, cuando se presagiaba el rescate de la economía. A principios del mes de septiembre, ya se ha cubierto el 80% de las necesidades de emisión de deuda previstas para todo el año, y España ha recuperado la confianza de los inversores extranjeros. Tal es el optimismo que, si la prima de riesgo se mantiene en los niveles actuales o por debajo, el Tesoro se está planteando, de cara al año próximo, emitir bonos a 50 años (hasta ahora el máximo era de 30 años), habituales en países con gran solvencia crediticia, como Reino Unido.

  4. Aumento de la inversión extranjera en la compraventa de viviendas

    Las grandes inmobiliarias que cotizan en Bolsa (Martinsa Fadesa, Vallehermoso, Reyal Urbis y Quabit) acumulan unas pérdidas de 967 millones de euros en los seis primeros meses del año. A pesar de ello, durante el periodo estival, las firmas de capital riesgo extranjeras han ido adquiriendo inmuebles de cara a una futura recuperación de sector. Se intuye que los precios en el mercado inmobiliario están tocando fondo y estos fondos internacionales buscan colocarse antes de la recuperación, lo que certifica el creciente interés que, desde hace más de un año, está despertando España como destino inversor. Además, estas firmas cuentan con la ventaja de que pueden obtener financiación externa sin grandes dificultades. En este sentido, solo una de cada tres viviendas que se compra en España se hace a través de una hipoteca, según el Consejo General del Notariado.

    De cualquier forma, aunque se aprecia la mejoría, los expertos coinciden en que no habrá recuperación del sector inmobiliario mientras no se reactiven las adquisiciones de los particulares.

    Además, para que se lleve a cabo una compraventa, el vendedor debe aceptar una rebaja de cerca de un 25% en el precio del inmueble. De hecho, el valor del metro cuadrado, sobre todo en viviendas de la costa mediterránea, ha descendido en estos años un 40% y se sitúa en niveles de 2003. Por su parte, el mercado del alquiler está incentivando a los inversores, pues se obtiene un 4% de rentabilidad anual.

El empleo y el consumo aún no despegan
  • Leve descenso del desempleo.

    Según ha denunciado la UATAE (Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores), desde 2011, ha desaparecido un 4,51% del total de empresas existentes en España, con el consiguiente número de despidos. Este dato confirma la necesidad de hacer un cambio en las políticas de empleo. La reforma del mercado laboral, introducida el año pasado por el Gobierno, la moderación salarial y los ajustes en el gasto público están ayudando a gestionar la economía, y algunos empresarios arguyen que ya se ha frenado la destrucción de empleo y que la creación de puestos de trabajo, a un ritmo constante, comenzará en el segundo o tercer trimestre del próximo año.

    Otros expertos pronostican que se empezará a crear empleo a partir de la segunda mitad de 2014, ya que la previsión de paro para 2013 es del 26,4%, debido a la reducción de la población activa por el retorno de inmigrantes. En este sentido, se estima que la tasa llegue al 25,8% durante el año que viene.

    Sin embargo, estas previsiones económicas contrastan con las del FMI (Fondo Monetario Internacional), que ha advertido de que España podría seguir teniendo un índice de desempleo del 25% hasta 2018. Por su parte, Morgan Stanley argumenta que el paro no se reducirá de forma sustancial y seguirá afectando a más del 20% de la población activa durante un largo periodo de tiempo. Las consecuencias que, a medio plazo, pueden desencadenar esta situación son la disminución de los ingresos fiscales, la debilidad del consumo y la inestabilidad social.

  • El consumo aún aletargado.

    La elevada presión fiscal que soportan ciudadanos y empresas constituye un desincentivo para el consumo y la inversión y genera un efecto opuesto al que se pretende, pues en muchos sectores se está produciendo una pérdida efectiva de la recaudación. En este sentido, el mantenimiento de un sistema fiscal que grava a los contribuyentes con los tipos más altos de la UE no fomenta la recuperación y resulta, a menudo, ineficiente y poco equitativo. Según muchos expertos, los impuestos que gravan las rentas de capital y la actividad empresarial necesitan de una actualización urgente.

    Pese a ello, lo previsible es que los Presupuestos para 2014 incluyan subidas de determinados impuestos, como el IVA sanitario y el de los documentos notariales y los nuevos tributos medioambientales (se reformará el impuesto de circulación para gravar las emisiones contaminantes de los vehículos). Esta subida de la fiscalidad, que era justificable cuando se estuvo al borde de la intervención, dificultará aún más la creación de empleo y el aumento del consumo.

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