La limpiadora de vapor, un arma eficaz para la limpieza del hogar

Aparte de cubrir las tareas de limpieza de las estancias de la vivienda, la vaporeta también puede ser empleada para eliminar los malos olores y las bacterias
Por EROSKI Consumer 26 de octubre de 2006

Más conocida bajo la denominación de vaporeta, la limpiadora a vapor se constituye como uno de los electrodomésticos que contribuyen a una limpieza más rápida, sencilla y eficaz de cualquier estancia de la vivienda. Su sistema se concentra en un chorro de vapor sobre aquellas superficies y zonas a limpiar.

Para localizar su origen hace falta remontarse a los años 80 y centrarse en Italia, su país de nacimiento. Básicamente se rige por el mismo principio que suelen utilizar las cafeteras que permiten elaborar el café expresso. Así, emplea un vapor seco, el cual se genera en un pequeño y reducido caldero de aproximadamente de 2 Kw. con una proporción de 4 kg/hora. El sistema hace que el vapor se sobrecaliente a una temperatura por encima a la de saturación que se corresponde a la presión que usa. Dicho efecto posibilita que los tejidos puedan humedecerse, y proceder a su limpieza sin mayores dificultades.

Además de una profunda limpieza de los diversos habitáculos del hogar, el empleo de la limpiadora a vapor permite eliminar olores y microorganismos, y ello sin necesidad alguna de recurrir a detergentes ni a productos bactericidas. La mejor recomendación para optimizar y obtener los mejores resultados consiste en usar, en primer lugar, la aspiradora convencional para deshacerse del grueso de la suciedad acumulada, y posteriormente poner en funcionamiento la vaporeta.

Por otro lado, los fabricantes aconsejan el uso de la vaporeta para limpiar aquellos rincones de difícil acceso, tales como juntas de ventana, radiadores, persianas y lámparas, entre otros. Así como también para materiales porosos, como alfombras, sofás, cortinas, etc. También hay que tener presente que los múltiples modelos que se pueden adquirir actualmente suelen tener incorporados mangos extensibles para facilitar la tarea de limpieza. Los más avanzados, o de última generación, que también resultan los más caros, vienen provistos de planchas semi-profesionales. Los precios aproximados sobresalen por su amplía diversidad, ya que oscilan entre los 700 euros de las vaporetas más completas -con depósito de 5 litros- y los aparatos que no llegan a superar la barrera de los 200 euros, y cuya caldera es notablemente inferior, de apenas 1,5 litros.

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