Aprovechar los trastos viejos

Aunque no lo parezca, muchos de los objetos almacenados hace años en el trastero y que ya nadie utiliza tienen su valor, ya sea económico, de intercambio o solidario
Por Leandro Rodrigues 16 de agosto de 2007

Un vestido estampado en verde, de los que reflejaban la moda de los años 70 y que muchas veces quedaba guardado en lo más profundo del armario tiene un precio de salida, en una subasta, de 5,90 euros. Aunque nadie haya pujado por él, es uno de los numerosos artículos aparentemente sin valor de venta disponible en un portal de remates. En otra página web del mismo tipo se ofrece una máquina de coser alemana Seidel & Naumann -una auténtica antigüedad- por 48 euros, con gastos de envío por cuenta del vendedor.

Tanto el vestido como la máquina de coser son objetos que muchas veces perduran en los hogares. Pero no por su uso diario, sino por su asentamiento común en el trastero. En cuanto se necesita más espacio, la idea más espontánea es tirar todos los objetos, como estos que no se utilizan, a la basura, puesto que difícilmente se podrá sacar algún provecho económico de lo que ya nadie saca provecho. Sin embargo, tal deducción es engañosa, y en algunos casos es posible incluso ser solidario a la hora de deshacerse de todo lo acumulado en el trastero.

Los españoles tienen objetos guardados en el trastero por valor promedio de 500 euros

Los españoles tienen objetos guardados en el trastero por valor promedio de 500 euros, de acuerdo con un estudio de la consultora de investigación Millward Brown, que encuestó a unas 1.500 personas de entre 18 años y 45 años. De todas ellas, el 70% dice tener un espacio en casa donde guardan objetos en desuso, mientras que sólo un 40% afirma haber pensado en obtener ingresos deshaciéndose de ellos. La limpieza del trastero, por lo tanto, puede tener soluciones creativas y ventajosas.

Subastas en Internet

Las subastas online son una manera práctica de encontrar posibles interesados. Aunque una radio que ya no funciona parezca un objeto totalmente inútil, siempre habrá quien esté dispuesto a encontrarle un uso. Las páginas web de subastas son bastante comunes en Internet, con lo que no será difícil encontrar «escaparates» para exponer los objetos del trastero. Pese a la variedad de portales de subastas, todos suelen funcionar de acuerdo a unas reglas básicas.

Algunas webs permiten la realización de ofertas a un precio fijo o en formato de subasta

Para acceder a este sistema, lo primero es darse de alta creando una cuenta de usuario. Aquí no hay dificultades: será necesario rellenar un formulario con algunos datos personales, proporcionar una cuenta de correo electrónico válida y elegir un seudónimo de usuario. Una vez superado este proceso, es el momento de anunciar el artículo que se quiere vender. Algunas webs permiten la realización de ofertas a un precio fijo o en formato de subasta. La segunda opción suele atraer a más interesados, facilitando la toma de decisión y el éxito de la venta.

En ambos casos, sin embargo, es fundamental hacer una buena presentación del artículo puesto a la venta. Hay páginas que ofrecen sugerencias de cómo hacerlo, pero no hace falta tener un conocimiento específico. Lo más importante es describir el objeto con el mayor detalle posible, puesto que puede ser precisamente una característica supuestamente secundaria la que despierte el interés de un comprador, coleccionista o aficionado. No hay que olvidar que los objetos tienen diferentes grados de valor de acuerdo con las necesidades del usuario.

Lo más importante es describir el objeto con el mayor detalle posible

La transacción misma de compra/entrega suele tener reglas bastante claras y está sometida a recursos informáticos de seguridad. Por este motivo es importante leer atentamente las condiciones de la página web antes de vender, así como estar seguro de las condiciones de seguridad ofrecidas. En último caso, siempre existe la posibilidad de negociar directamente con el comprador, tanto el método del envío como la forma de pago.

Algunas de las webs donde encontrar este tipo de artículos son las siguientes:

Un objeto por otro

Las ferias de trueque suelen estar organizadas por los ayuntamientos o por los mismos responsables que durante años promocionan el ‘evento’ en una misma localidad. En Huesca, Baza, Vegas del Genil o Serrada las promocionan periódicamente. Pese a que no hay datos precisos sobre la cantidad de objetos que se intercambian anualmente en Europa, sí que es posible tener una idea de la magnitud de este tipo de actividad.

Según la Organización Mundial de Comercio (OMC), el 15% del comercio mundial se hace en forma de intercambio, lo que equivale a unos 7.025 millones de euros anuales. Sólo en Europa y Oriente Próximo, el montante podría ser de 1.800 millones de euros al año. Por tanto, las ferias de intercambio o ‘de trueque’ también son opciones prácticas. Es necesario trasladarse hasta los lugares en los que se celebran con los objetos que se quieren intercambiar y buscar algo que valga la pena traer a casa.

El 15% del comercio mundial se hace en forma de intercambio, lo que equivale a unos 7.025 millones de euros anuales

La informalidad da el tono de las negociaciones, con lo que cambiar un objeto por otro será una cuestión de común acuerdo. Conviene recordar que es importante hacer pruebas previas antes del pago si se trata de objetos electrónicos o electrodomésticos, aunque nadie podrá garantizar la durabilidad de los bienes.

Estas ferias tradicionales conviven con las electrónicas. Así, igual que las páginas de subastas, los tablones de anuncios publican los productos a trocar y las condiciones para poner en contacto a los interesados. Unos enlaces interesantes son: www.laferiadeltrueque.com, www.telocambiofacil.com, www.e-trueke.com

Trueque empresarial

Un reconocido portal español, www.acambiode.com, creado para promover el intercambio de servicios o soluciones entre empresas ha registrado 27.300 transacciones concluidas el pasado año, sin la utilización de dinero en ninguna de ellas. En este caso, las empresas con necesidades recíprocas establecen contacto, llegan a un acuerdo y encuentran soluciones sin gastar un céntimo. Del mismo modo, no será difícil encontrar a alguien dispuesto a hacer un trueque ventajoso cuando se trata del ‘trasto’.

Usos solidarios

Los trastos también pueden tener utilidad para instituciones y organizaciones solidarias, con lo que es fundamental hacer una investigación previa de qué entidades podrían estar interesadas en los objetos que se tienen guardados en el hogar. El trabajo que realiza la Fundación Bip Bip es un ejemplo de que algo sin uso puede tener una gran utilidad en manos de terceros. Esta entidad acerca las nuevas tecnologías a colectivos desfavorecidos, cuyo acceso a los ordenadores es casi nulo o inexistente. Por este motivo, la organización acepta donaciones de ordenadores fuera de uso, ya sea de particulares como de empresas (modelos Pentium III o superiores), que son preparados para el uso y el acceso a Internet.

En 2005, unas 440.000 personas pudieron acceder a la Red por medio de las 1.186 aulas creadas por la entidad en toda España. En efecto, muchas asociaciones dependen de la donación de material para seguir adelante con sus proyectos, y todo lo almacenado en el trastero puede tener un gran valor.

Recogida gratuita

Agotadas todas las posibilidades, y en el caso de que los trastos sean difíciles de trasportar, como ocurre con los muebles viejos y enseres varios, algunos municipios ofrecen servicios de recogida a domicilio. En algunos casos no hace falta ni siquiera trasladarse hasta el ayuntamiento para concertar la fecha de la recogida.

En Madrid, por ejemplo, el Ayuntamiento ha creado un sistema online con el que es posible realizar la solicitud desde casa por medio de Internet. El servicio es gratuito y no tiene una limitación de volumen de muebles u objetos a retirar. Para esto se requieren los datos personales del solicitante, teléfonos de contacto, horario ideal para localizarlos y la relación de los objetos que se han de recoger. También es posible hacer la solicitud por teléfono (010 o 91 529 82 10, en el caso de llamadas fuera del municipio de Madrid). La disponibilidad del servicio y las condiciones varían de un municipio a otro, con lo que es fundamental consultar a la Administración Pública de la propia localidad sobre la mejor manera de deshacerse de este tipo de trastos.

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