Multas a los dueños de perros

Pasear al animal sin correa, acceder con él a la playa o colocarle mal en el coche puede ser sancionable
Por Elena V. Izquierdo 13 de agosto de 2011
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Imagen: Rev Stan

La mayoría de las personas que tienen un animal doméstico lo tratan como a uno más de la familia: lo alimentan, lo pasean, lo cuidan. Sin embargo, por desconocimiento de la ley, e incluso por dejadez, en algunas ocasiones, los propietarios de los perros cometen infracciones que acarrean multas. Soltar al animal en un parque, permitirle que ladre de manera continuada por la noche o no recoger los excrementos del can puede estar castigado. La cuantía de la sanción varía en función del municipio donde se cometa el acto punible.

Perros sin correa

A los perros les gusta correr por los parques, ir a buscar los objetos que les tiran sus dueños… pero no siempre está permitido que lo hagan y la diversión del animal puede traer consigo elevadas multas para sus propietarios, en función de la ciudad o de la hora en la que saquen a sus mascotas. Si van sueltos, en ocasiones, generan molestias a los viandantes, que pueden verse arrollados por los animales o incluso recibir un mordisco.

Por este motivo, muchos municipios prohíben que los perros vayan sueltos, sin correa, tanto en parques como en el resto de la vía pública. En algunos sitios limitan esta norma a determinadas horas del día y en otros cuentan con espacios acondicionados para que los canes campen a sus anchas.

La cuantía de la sanción varía en función del municipio donde se cometa el acto punible

En función de las ordenanzas municipales de cada localidad, la cuantía de la sanción varía. En Eibar (Gipuzkoa), las multas por llevar un perro suelto oscilan entre 150 y 300 euros. La cantidad más baja se impone si el dueño no tenía denuncias previas y la más elevada, si ya es reincidente.

En Pamplona han sido agentes de paisano, junto con compañeros uniformados, los encargados de vigilar que se cumpla la Ley en una «campaña canina» puesta en marcha por la Policía Municipal este año. La sanción económica por llevar al perro suelto se fija entre 90 y 150 euros, y oscila entre 301 y 2.400 euros si el animal es de raza peligrosa.

En Cartagena, llevar al perro por la calle sin cadena puede suponer una multa de entre 30 y 300 euros y aumenta a 1.750 si el dueño es reincidente. En el caso de que sean perros peligrosos sin sujeción, pueden tener una sanción de 3.000 euros.

Madrid ha regulado las horas del día en las que los animales pueden estar sueltos en los jardines o los parques de la capital -acotados por el ayuntamiento para este fin-, siempre que permanezcan bajo el control de sus dueños, que deben velar porque no molesten ni dañen a otras personas o animales ni deterioren bienes o instalaciones públicas. Esta normativa no se aplica si son perros peligrosos, en cuyo caso siempre tendrán que ir con correa y bozal.

Los perros peligrosos siempre tendrán que ir con correa y bozal

Las sanciones provocan en ocasiones las críticas de quienes tienen un perro, que consideran exageradas las multas y creen que los animales se ven perjudicados por no hacer ejercicio. Por otra parte, a quienes molesta que los canes vayan sueltos, consideran que la policía no se emplea lo suficiente para hacer cumplir la normativa.

Excrementos en la calle

Otro de los motivos por los que se puede sancionar al dueño de un can es no recoger los excrementos que deje el animal en la vía pública. Es cierto que este comportamiento incívico se ha reducido mucho gracias a las campañas en favor de la limpieza, al reparto de bolsas y a la instalación de papeleras para dejar las deposiciones de los perros. Hoy en día, no es extraño ver a los dueños de los animales pasear con estas bolsitas especializadas, junto con el perro y la correa, pero aún son muchas las personas que no tienen un comportamiento tan adecuado.

Para quienes no respeten la convivencia y dejen las heces de sus animales en el suelo, hay multas cuya cuantía varía también en función de la normativa municipal aplicable.

Si los ladridos superan los decibelios permitidos, los dueños pueden ser sancionados

En Vigo hay decenas de «sanecanes», papeleras donde depositar los excrementos de los animales. En ellas hay señales en las que se anuncia que las multas para los dueños infractores oscilan entre los 750 y los 1.500 euros, también aplicables a quienes lleven a su perro sin correa. No obstante, la ordenanza municipal sitúa estas multas entre 150 y 300 euros. En Alicante, para evitar que las calles se llenen de heces caninas, las multas rondan los 200 euros.

No obstante, numerosos infractores quedan impunes porque la policía municipal, con frecuencia encargada de sancionar estas conductas, no puede dedicarse a perseguir a los dueños de los animales o es difícil dar con ellos mientras incumplen la norma.

Ladridos

Es normal que los perros ladren cuando están contentos, si se encuentran tristes o cuando llega su amo a casa. Pero si los ladridos son demasiado continuados o su intensidad es elevada, los vecinos se sienten molestos.

El amo es el responsable de que el animal mantenga cierto silencio y, aunque la mayoría de los propietarios de animales tienen conductas adecuadas, muchas veces es el amo quien fomenta que el perro ladre al dejarlo solo durante horas o por incentivar un comportamiento ruidoso. En estos casos, cuando la autoridad puede comprobar que los perros superan los decibelios exigidos a determinadas horas o si los aullidos del animal son permanentes, los dueños pueden incurrir en una infracción y ser sancionados.

Mal colocados en el coche

Cuando llega el verano casi todas las familias pasan unos días fuera -en la playa, en el pueblo o en la montaña- y las mascotas los acompañan. Los medios públicos de transporte, como el tren, el autobús o el avión, tienen su propia normativa para llevar animales, a veces estricta. Por ello, el medio más cómodo para viajar con perros es casi siempre el propio automóvil.

También para estos casos hay normas de obligado cumplimiento sobre cómo debe colocarse al perro en el coche. Tanto por la seguridad del animal -y la de los ocupantes del vehículo- como para evitar el desembolso económico que traería consigo una multa, el dueño del can tiene que seguir unas pautas. El incumplimiento de la legislación puede acarrear una multa de 100 euros.

Colocar mal al perro en el coche puede acarrear una multa de 100 euros

  • El perro puede ir en los asientos traseros del vehículo, en el lado opuesto al conductor, siempre que vaya sujeto con el cinturón y ocupe una plaza.

  • El dueño también tiene la posibilidad de colocarle en la parte trasera del automóvil, separado del resto de los ocupantes por una rejilla.

  • Si es pequeño puede viajar en un trasportín en el suelo, que también deberá ir sujeto.

En la playa

Cuando una familia opta por viajar con su mascota, busca el medio de transporte que mejor se adecue al animal y, si va a pasar unos días en un establecimiento hotelero, contrata uno donde admitan perros. Si su destino es la montaña no suele haber problemas, pero en la costa la situación para el animal es más complicada porque, en general, no permiten que los perros vayan por la playa y las multas por incumplir la norma pueden ser elevadas.

Algunas localidades prohíben la presencia de perros en los arenales durante todo el año, mientras que otras ponen estos límites solo en los meses de verano. Es cuando más gente disfruta del mar y los animales, mientras juegan, pueden molestar a los bañistas, lanzarles arena o salpicarles con agua. En algunos municipios costeros, los perros pueden ir por la arena a determinadas horas del día y en otros se les permite la entrada solo si van con correa.

En algunas playas, los perros pueden ir por la arena a determinadas horas del día

Por lo general, se indica la prohibición y hay campañas previas para que los propietarios de los animales conozcan la normativa. Muchas veces son los socorristas quienes avisan a la autoridad y en otras ocasiones son los propios bañistas quienes llaman al sentirse molestados por los animales.

En algunos municipios asturianos, como Gozón, las multas oscilan entre 90 y 200 euros, en función de si la infracción es catalogada como leve, grave o muy grave. Tarragona castiga la presencia de perros en los arenales con multas de entre 750 y 1.500 euros, sanciones que muchos ciudadanos consideran exageradas.

Abandono y maltrato

Más allá de comportamientos poco adecuados o de actitudes del dueño del perro que pueden resultar molestas para la convivencia, el maltrato y abandono de animales son actuaciones que aumentan en la época estival.

Para intentar paliar estos comportamientos se reformó el Código Penal, que tipifica como delito el maltrato a las mascotas. El artículo 337 establece que quien maltrate de manera injustificada a un animal doméstico o amansado y le cause la muerte o lesiones que menoscaben gravemente su salud, será castigado con la pena de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.

Los malos tratos a los animales también están castigados en la legislación de las Comunidades Autónomas. En Andalucía, el abandono y el maltrato conlleva multas de entre 2.001 y 30.000 euros. Las faltas menos graves tienen sanciones de entre 501 y 2.000 euros y las leves, de 75 a 500.

En Cataluña los hechos muy graves se castigan con multas que van de 2.000 a 20.000 euros y en Extremadura oscilan entre 1.500 y 15.000. En Aragón, la cuantía es más elevada y alcanza 150.000 euros en los casos más graves.

Perros potencialmente peligrosos

Cada cierto tiempo salta a los medios de comunicación la noticia de que un perro ha atacado a una persona y le ha causado graves lesiones. En muchos casos, son animales calificados como “potencialmente peligrosos”, tales como los pit bull terrier, los rottweiler o los dogos argentinos, entre otros.

Para tratar de que esto no ocurra, la Ley marca una serie de requisitos que han de cumplir quienes quieran tener uno de estos perros.

  • En primer lugar deben obtener una licencia, para lo cual han de ser mayores de edad y no haber sido condenados por ciertos delitos como homicidio, lesiones, torturas o asociación con banda armada.
  • Además, es necesario formalizar un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros, con una cobertura no inferior a 120.000 euros.

  • También hay que contar con un certificado de capacidad física y de aptitud psicológica.

En espacios públicos, estos animales deben ir siempre con bozal y sujetos con una cadena o correa no extensible de menos de dos metros. En fincas, terrazas o patios también tendrán que estar atados, a no ser que el dueño tenga un habitáculo adecuado para proteger a las personas o animales que accedan o se acerquen a estos lugares. Además, es obligatorio que los animales estén identificados mediante un microchip.

La multa por pasear a uno de estos perros sin bozal o suelto por un parque o por la vía pública puede ascender a 3.000 euros.

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