Pesetas de uso corriente, otra forma de combatir la crisis

La crisis origina la vuelta transitoria de la peseta como moneda de cambio para adquirir productos en los comercios
Por Carlos Astorelli, Laura Sali 26 de julio de 2009

La crisis económica todo lo trastoca: la vieja moneda española vuelve a utilizarse. Cuando ya todos nos habíamos acostumbrado a utilizarlos, a pensar y a hablar en euros, en algunas localidades de España se pueden usar pesetas como dinero contante y sonante para adquirir productos en los comercios. Las pesetas, que aún pueden canjearse en el Banco de España, se cambiaron a euros este marzo último en una cantidad que triplicó a la de sólo un mes antes, febrero de 2009.

292.000 millones de pesetas sin cambiar

Mucho ha llovido desde enero de 2002, fecha de entrada en vigor del euro como moneda nacional en España: boom inmobiliario, crecimiento de la economía, auge del consumo, crisis financiera, crack bursátil, caída del consumo, desempleo, y un largo etcétera. Hoy, el poder adquisitivo del español medio se encuentra en la cuerda floja, y las necesidades cambian todo: desde las costumbres alimenticias y la disponibilidad de ánimo para disfrutar el tiempo de ocio, hasta las percepciones sobre los objetos de nuestra melancolía o búsqueda de seguridad. Al menos esto es lo que dicen las cifras de canje de pesetas del Banco de España, única institución que aún cambia la antigua moneda por euros. Sólo en marzo de 2009 los ciudadanos cambiaron 499 millones de las antiguas pesetas, el triple que en febrero, percibiendo a cambio tres millones de euros. No obstante, todavía quedan en la calle 292.000 millones de pesetas, lo que equivale nada más y nada menos que a 1.757 millones de euros: idéntica cantidad al presupuesto que algunas de las empresas más fuertes del mercado destinan al impulso de, por ejemplo, iniciativas tecnológicas a nivel europeo.

En marzo de 2009 los ciudadanos cambiaron 499 millones de las antiguas pesetas, el triple que un mes antes

Estos datos parecen indicar que si antes los españoles atesoraban algunas decenas de miles de pesetas en el cajón como un resto preciado del pasado, hoy los antiguos billetes y duros están saliendo a la palestra, y la peseta demuestra que aún tiene valor en el mercado: pero no sólo el de canje o el de coleccionismo, sino también en el comercio.

Comprar con pesetas

Los comerciantes de la Asociación Centro Histórico de Teruel han desarrollado la campaña «Vuelve la peseta», cuyo objetivo es revitalizar las compras en los pequeños comercios de la ciudad que se suscriban al proyecto. Se trata de facilitar a los clientes las compras pagando con pesetas en lugar de euros, según el valor de cambio que estipula el BDE (166,386 pesetas=1 euro), lo que en última instancia siempre supone pagar sin gastar euros. El éxito de esta propuesta ha hecho que se extendiera la vigencia hasta septiembre, cuando en la idea original la promoción debía terminar en mayo. La campaña ha sido recogida en la sección buenas prácticas del boletín de Ávila, y parece gozar de buena salud en el futuro.

Otra de las propuestas comerciales de este tipo es la de una franquicia de librerías española, Ler, con más de 10 comercios en distintas ciudades. Todas la librerías de esta cadena han aceptado hasta diciembre pasado pesetas como moneda de pago, «con un gran éxito de ventas en época de Navidad y gran aceptación por parte del público», según comentan desde el local de Alcalá de Henares. La red de franquicias Crack, especializada en decoración y regalos para el hogar, es otro de los comercios que ha rescatado la peseta de debajo de los colchones españoles. Así, se puede utilizar en Murcia, Pontevedra y Manacor. En Pontevedra la promoción ha vencido, en Murcia terminó el 15 de julio, y en Manacor se acepta «la rubia» hasta finales de este mes.

Pequeños establecimientos proponen echar mano de la hucha de colección para paliar la crisis

Estos son sólo algunos de los comercios que -en su mayoría mediante campañas de corta duración-, proponen echar mano de la hucha de colección para paliar la crisis. A la lista se suman desde el año pasado las propuestas de la Confederación Empresarial de Comercio de Andalucía (CECA), Cádiz, Madrid, y casi todas comunidades españolas.

Canje ilimitado

Desde el 1 de julio de 2002, el canje de monedas y billetes de la casi desaparecida peseta puede realizarse por tiempo ilimitado, pero sólo en la sede central del Banco de España o en las oficinas que esta entidad tiene repartidas por España. No obstante, el listado de sedes que publica la entidad es de apenas una docena, lo que explica el éxito que han tenido los comercios que han decidido volver a contar en sus cajas con duros y pesetas.

Las cifras oficiales indican que el 45% de las pesetas que estaban en circulación antes de la entrada del euro nunca serán cambiadas, «bien porque permanecerán en manos de los ciudadanos como pieza de coleccionismo, o bien por el deterioro, la pérdida, o porque han salido del país en el equipaje de los turistas.

LA CLAVE ESTÁ EN LA EMISIÓN

No todas las pesetas pueden canjearse en estos momentos en el Banco de España y, por ende, en los comercios. En lo que se refiere a pesetas o duros, tienen que ser los de última emisión.

Para el cambio de pesetas a euros, hay que tener en cuenta:

  • Lugar: Edificio del Banco de España en Madrid (C/ Alcalá 48) y en las sucursales.
  • El horario de atención al público es de lunes a viernes, de 8:30 a 14:00 horas.
  • La entidad puede exigir que el interesado se identifique mediante la exhibición de su DNI, pasaporte o tarjeta de residencia, y siempre que la cantidad a cambiar sea superior a 3.000 euros.
  • Billetes y monedas admitidos a cambio: Son canjeables los billetes en pesetas emitidos a partir de 1939. Los emitidos entre 1936 y 1939 deben ser examinados por los expertos del Banco de España para determinar su valor de canje.
  • Las monedas en peseta que se pueden canjear son todas las de 2.000 pesetas. El resto puede consultarse aquí.
Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube