Algunas zonas de la Unión Europea (UE) excedieron el pasado verano el umbral crítico de ozono en la superficie terrestre en más de tres de cada cuatro días, según informó ayer la Agencia Europea de Medio Ambiente. La concentración más alta de todas fue registrada en España, concretamente el 22 de junio pasado en Puertollano (Ciudad Real), donde hubo 391 microgramos de ozono por metro cúbico de aire en una hora. El nivel registrado en la localidad manchega superó con mucho el umbral crítico, fijado en 180 microgramos, a partir del cual, y según una directiva europea, los Gobiernos deben informar al público.
La formación y destrucción del ozono depende de las emisiones y concentraciones de los contaminantes o «precursores» -compuestos orgánicos volátiles, óxidos de nitrógeno y monóxido de carbono- y de la cantidad e intensidad de la luz solar, señaló la Agencia. De ahí que las más altas concentraciones se suelan dar más en los países cálidos y soleados. Unos niveles elevados de ozono pueden generar problemas en los ecosistemas, pero también en la salud humana, originando problemas en el sistema respiratorio y disfunciones pulmonares.
La Agencia Europea de Medio Ambiente considera preocupantes los niveles de bruma industrial estival registrados este verano en toda la Unión Europea, ya que se superó el umbral establecido en 11 de los 15 países comunitarios.
