Ecuador apuesta por el turismo como una alternativa para el desarrollo sostenible en la Amazonía

La zona está amenazada por vertidos de petróleo y el conflicto armado en Colombia
Por EROSKI Consumer 15 de diciembre de 2006

La Amazonía ecuatoriana, afectada por constantes vertidos de petróleo y amenazada por la violencia armada en Colombia, podría tener en el turismo una alternativa para el desarrollo sostenible. Este territorio, con una superficie de 130.035 kilómetros cuadrados y medio millón de habitantes, la mayoría de comunidades indígenas y colonos, está considerado como uno de los pulmones del mundo.

Sin embargo, la proximidad del conflicto en el país vecino y los frecuentes derrames de crudo en esa zona, que alberga importantes reservas de petróleo, están empezando a notarse. Los efectos negativos de la guerra en Colombia han llegado a Ecuador, sobre todo por la fumigación aérea con potentes herbicidas que el Gobierno colombiano hace cerca de la frontera, señaló la ministra ecuatoriana de Medio Ambiente, María Isabel Salvador. Colombia utiliza el glifostato para destruir plantaciones de coca y amapola en su lado de la frontera, aunque al ser esparcido con avionetas también llega a Ecuador por efecto del viento.

Este agente químico, que Colombia califica de «inocuo» para las personas, perjudica la imagen de esa zona selvática y ahuyenta al turismo. La creación de un Centro Nacional de Atención de Frontera (Cenaf), en la parroquia General Farfán, en la provincia fronteriza de Sucumbíos, a menos de tres kilómetros de la línea divisoria, es una muestra de la intención de Ecuador de «contrarrestar esa negatividad». «Ecuador está presente en la Amazonía con el objetivo de dar vida y no generar muerte en esta zona, que representa en sí misma un atractivo turístico», destacó Salvador.

Este centro proveerá de múltiples servicios, sobre todo seguridad, atención sanitaria, turística, migratoria y de infraestructura básica. «Con esto la gente estará más segura de venir a esta región», señaló la ministra ecuatoriana, tras explicar que en esa conflictiva zona, la cartera de Turismo instalará una oficina de atención a los visitantes. La ministra admitió que la frontera norte, con Colombia, es una zona de un «enorme potencial turístico» explotada, de momento, por iniciativa privada, pero en la que el Estado deberá intervenir.

El Ministerio de Turismo prepara un plan de desarrollo sostenible de turismo en el país hasta el año 2020, que se presentará en los próximos días y que asigna un capítulo a la región amazónica. Ese plan «determinará las acciones a tomar, que integra no sólo el sistema de turismo, sino también los sistemas de vías, de telecomunicaciones, de infraestructura básica», apuntó la ministra, que mostró su objetivo de convertir al turismo en la tercera fuente de divisas del país.

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