Los efectivos destinados por el Ministerio de Medio Ambiente para limpiar el fuel vertido por el mercante «Don Pedro» -que se hundió el pasado miércoles en Ibiza- han retirado ya 97 toneladas de combustible. Una empresa holandesa iniciará en breve los trabajos de extracción del fuel que queda en el barco.
El departamento de Cristina Narbona señaló en un comunicado que durante el fin de semana pasado, la Dirección General de Costas retiró nueve toneladas de residuos acumulados en diversos tramos del litoral y que el total recogido desde el día del hundimiento es de 97 toneladas.
Los tramos en los que operan los efectivos de Medio Ambiente son las playas de Botafoc, Figueretes, Sal Rosa y d´en Bossa. Esta última se ha reabierto tras comprobarse que el agua ya era apta para el baño. Las de Talamanca y Figueretes aún permanecen cerradas.
Los operarios «mantienen una vigilancia extrema para evitar que la mancha entre en el Parque Natural de Ses Salines, mediante la colocación de nuevas barreras flotantes», indicó el Ministerio.
Extracción
Mientras tanto, expertos de una empresa especializada holandesa se preparan para extraer las aproximadamente 100 toneladas de combustible que permanecen almacenadas en las bodegas del mercante.
Ayer se procedió al sellado de las cuatro nuevas fugas que se detectaron en la nave. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, afirmó que «ahora, prácticamente no está saliendo nada» de fuel.
Álvarez, que sobrevoló la zona del hundimiento, desmintió que el vertido hubiera afectado a las playas del Parque Natural de Ses Salines. No obstante, sí admitió que se han detectado regueros de combustible en Playa d’en Bossa y Figueretas.
Fomento ha desplegado un amplio dispositivo de medios para evitar que la contaminación se extienda por el litoral ibicenco. En este sentido, Álvarez presentó el nuevo avión de Salvamento Marítimo «Isabel de Villena», dotado de modernos sistemas para la detección de mareas negras.
Reflotar el buque
Con el cierre de las fugas y el vaciado de las bodegas no termina el peligro que representa el buque hundido. Según WWF/Adena, la corrosión del casco podría causar en el futuro episodios de contaminación «en el valioso ecosistema marino circundante al puerto» de Ibiza. Por eso, exige que el «Don Pedro» sea reflotado.
La organización ecologista afirma que existen varios casos de buques hundidos que han provocado una contaminación continua y prolongada. Por ejemplo, en 2002 se detectaron cientos de aves muertas en el Golfo de California por una mancha de aceite de origen desconocido. Poco después se descubrió que esa mancha la provocó un buque militar hundido en 1954, el «Jacob Luckenbach».
WWF/Adena advierte de que abandonar el «Don Pedro» contravendría las directrices de la Organización Marítima Internacional (OMI) por las que se prohíbe el hundimiento de barcos en el Mediterráneo. Añade que esta organización, dependiente de la ONU, tiene protocolos para la descontaminación de los barcos hundidos y así evitar el impacto de sus materiales contaminantes a largo plazo.
«El ‘Don Pedro’ no se puede quedar olvidado en el fondo del mar, ya que implicaría que la acción del mar abrirá en un futuro nuevas grietas desalojando el combustible que todavía queda en su interior», explica José Luis García Varas, responsable del Programa Marino de WWF/Adena. «Además -precisa- la contaminación por metales pesados por corrosión del casco y su carga, supondrá un goteo continuo de contaminantes muy dañinos para los organismos marinos».
Por otra parte, la organización considera imprescindible dotar a las Islas Baleares de medios humanos y materiales anticontaminación adecuados a su importancia ambiental. Asimismo, cree que la propietaria del barco, la naviera Iscamar, debe asumir su responsabilidad y no escatimar recursos económicos para garantizar, con la máxima seguridad para los ecosistemas marinos, el reflotamiento del «Don Pedro».
Ayer se procedió al sellado de las cuatro nuevas fugas que se detectaron en la nave. La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, afirmó que «ahora, prácticamente no está saliendo nada» de fuel.
Álvarez, que sobrevoló la zona del hundimiento, desmintió que el vertido hubiera afectado a las playas del Parque Natural de Ses Salines. No obstante, sí admitió que se han detectado regueros de combustible en Playa d’en Bossa y Figueretas.
Fomento ha desplegado un amplio dispositivo de medios para evitar que la contaminación se extienda por el litoral ibicenco. En este sentido, Álvarez presentó el nuevo avión de Salvamento Marítimo «Isabel de Villena», dotado de modernos sistemas para la detección de mareas negras.
