Investigadores de la Universidad de Huelva crean un lubricante industrial ecológico

La nueva formulación, sin componentes contaminantes, se basa en aceite de ricino y derivados de la celulosa
Por EROSKI Consumer 12 de julio de 2009

La revista «Green Chemistry» publica un artículo en el que un equipo de investigadores de la Universidad de Huelva detalla que ha desarrollado una grasa lubricante ecológica a partir de aceite de ricino y derivados de la celulosa, señaló el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC). Esta nueva formulación no incluye ninguno de los componentes contaminantes usados en la fabricación de los lubricantes industriales tradicionales, destacó SINC.

«El objetivo de esta investigación ha sido desarrollar una formulación que se pueda aplicar como grasa lubricante basada exclusivamente en el uso de materiales naturales y, por tanto, 100% biodegradables», explicó José María Franco, ingeniero químico de la Universidad de Huelva y coautor del estudio. Las grasas ecológicas son «oleogeles» formados a partir de derivados de la celulosa de las plantas y aceite de ricino (un arbusto de la familia de las euforbiáceas) como base de lubricación. Franco resaltó que estas nuevas formulaciones «son una alternativa a las grasas lubricantes tradicionales, que cuando se vierten al medio ambiente producen una contaminación difícil de combatir».

Los lubricantes que se emplean en la industria se elaboran a partir de componentes no biodegradables, como aceites sintéticos o derivados del petróleo y espesantes fabricados con jabones metálicos o derivados de la poliurea. Aunque son los que mayor rendimiento proporcionan, también plantean más problemas desde un punto de vista medioambiental, indicaron los investigadores. A día de hoy se habían encontrado soluciones parciales a este problema, como sustituir el aceite mineral de los lubricantes por otro vegetal, pero no se habían descubierto alternativas a los espesantes metálicos, también de alto poder contaminante. La nueva grasa ecológica aporta una solución, aunque los científicos reconocen que «hay que seguir investigando» para perfeccionar su comportamiento como lubricante y su efecto contra el desgaste, precisó SINC.

El nuevo material «presenta una estabilidad mecánica similar a la de las grasas tradicionales y aporta gran resistencia a la temperatura, con propiedades reológicas (viscosidad) que no se modifican sensiblemente, aunque hemos detectado un alto grado de expulsión del material al someterlo a grandes fuerzas inerciales con altas temperaturas», señaló Franco. Y es que uno de los factores limitantes al usar esta sustancia en rodamientos es que no se desprenda fácilmente de la pieza. Así se minimiza la frecuencia de lubricación y, por tanto, se mantienen durante más tiempo las condiciones óptimas de funcionamiento de las máquinas.

Los científicos continuarán estudiando ese aspecto para buscar el equilibrio entre el uso de componentes biodegradables para fabricar la grasa y la optimización de su capacidad como lubricante. En cualquier caso, los autores de la investigación ya han confirmado que los «oleogeles» basados en derivados de la celulosa, además de ecológicos, presentan la ventaja de que son más fácilmente procesables y requieren una tecnología de fabricación más sencilla que la utilizada en las grasas convencionales.

Sigue a Consumer en Instagram, X, Threads, Facebook, Linkedin o Youtube