La FAO reclama mayor atención a la conservación de los ecosistemas forestales de las tierras altas

Alerta del riesgo que suponen el aumento de las temperaturas y los incendios forestales, el crecimiento demográfico o la inseguridad alimentaria
Por EROSKI Consumer 14 de diciembre de 2011

La Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha instado a prestar más atención a la conservación de los ecosistemas forestales de las tierras altas, que se encuentran en «riesgo» debido al aumento de las temperaturas y los incendios forestales, el crecimiento demográfico, la inseguridad alimentaria y la inseguridad en materia de combustibles.

Está en juego «la integridad y la capacidad de recuperación de los bosques de montaña», señala la publicación «Bosques de montaña en un mundo cambiante», que achaca al cambio climático una posible aceleración en la propagación de plagas y organismos patógenos potencialmente nocivos para los bosques de las montañas. Este informe, elaborado conjuntamente por la Secretaría de la Alianza para las Montañas, con sede en la FAO, y la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación, también se refiere a las presiones demográficas y la expansión de la agricultura intensiva como uno de los motivos que han empujado hacia arriba a muchos pequeños agricultores, hacia zonas marginales y laderas empinadas, con la consiguiente pérdida de bosques.

El texto trata de advertir a la sociedad de todos los beneficios que reportan los bosques y del «peligro» que supondría acabar con ellos. Por ello, la FAO afirma que «el desarrollo sostenible de los bosques de montaña requiere y merece ocupar un lugar destacado en la agenda internacional». El subdirector general del Departamento Forestal de la FAO, Eduardo Rojas-Briales, ha indicado que «los bosques de montaña protegen las comunidades locales de las catástrofes naturales y salvaguardan los recursos naturales y los servicios ambientales de los que dependen el bienestar y los medios de subsistencia de miles de millones de personas».

También ha recordado que «las montañas suministran el 60% de los recursos de agua dulce del mundo, a pesar de cubrir solo el 12% de la superficie de la Tierra». El informe recoge varios ejemplos de esta realidad, como es el caso del monte Kenya, que genera el 97% de la energía hidroeléctrica del país o la meseta tibetana, que funciona como depósito de agua para alrededor de 3.000 millones de personas.

Los bosques de montaña almacenan una gran cantidad de carbono y pueden desempeñar un papel importante en las políticas para atenuar el cambio climático, señala el informe de la FAO. La pérdida de bosques de montaña liberaría grandes cantidades de carbono a la atmósfera, añade. Por ello, el informe concluye que los principales servicios prestados por los bosques de montaña «deberían reflejarse mejor en las negociaciones y reuniones internacionales sobre el cambio climático».

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