Mareas de equinoccio, un espectáculo de la naturaleza

Las componentes astronómica y meteorológica de la marea influyen todos los meses en las variaciones del nivel del mar, en especial durante los equinoccios
Por Manuel González, AZTI 28 de septiembre de 2015
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Imagen: Animal de Ruta

Septiembre es época de grandes mareas, momento en el que se alcanza la mayor amplitud entre la subida y la bajada del mar. Son las mareas vivas del equinoccio. El fenómeno de las mareas vivas no es exclusivo del mes que se acaba, sino que sucede coincidiendo con la Luna nueva y la Luna llena. Pero, como se explica a continuación, es en septiembre y marzo, durante los equinoccios de primavera y de otoño, cuando las mareas son las más altas del año. También en este artículo se aportan datos para entender los factores que influyen en las variaciones del nivel del mar.

Imagen: Animal de Ruta

Si estos días se ha acercado a la playa, habrá observado que donde había mar, ahora se puede pasear por el fondo (si llega a la hora de la bajamar), y donde había una hermosa playa, el mar se la ha comido literalmente (si es la hora de la pleamar).

En el Cantábrico la amplitud de la marea es mayor que en el resto de la costa española
Entre el 28 y 30 de septiembre de 2015 se registrarán mareas notables, aunque los datos varían mucho en función de qué punto geográfico observemos dentro de la costa española. En la costa cantábrica la diferencia de nivel entre la pleamar y la bajamar será de unos 4,5 metros; en los puertos gallegos del Atlántico será de unos cuatro metros; en Canarias, en torno a 2,5 metros; y en Ceuta, en la costa mediterránea del estrecho de Gibraltar, de algo más de un metro.

En la costa atlántica española, la marea es semidiurna, es decir, la mayor parte de los días se producen dos pleamares y dos bajamares, con una amplitud entre dos y cinco metros; mucho menos que en Mont Saint Michel (Francia) donde se alcanzan 15 metros o en Fundy (Canadá) donde se rondan los 20 metros de amplitud. Sin embargo, en otras zonas del litoral, las mareas pueden ser diurnas, ser muy irregulares o casi nulas, por ejemplo la costa de Alicante.

Un fenómeno que sucede todos los meses del año…

El fenómeno de las mareas vivas no es exclusivo de septiembre, sino que sucede todos los meses coincidiendo con la Luna nueva y la Luna llena. Cuando esto ocurre, es decir, cuando los astros se sitúan aproximadamente en la misma línea, el efecto de atracción de la Luna se añade al del Sol, originando las mareas vivas.

Por el contrario, en cuartos crecientes o menguantes el efecto solar es contrapuesto al lunar y la amplitud de la marea es más pequeña. Son las mareas muertas.

… pero en especial en los equinoccios de primavera y otoño

¿Pero, cuál es la razón de que en septiembre y marzo las mareas sean por lo general las más altas del año? Estas fechas son las de los equinoccios de primavera y de otoño (el día tiene una duración igual a la de la noche, en torno al 21 de marzo y 21 de septiembre). En esta situación el Sol se encuentra en el plano del ecuador terrestre, por lo que su efecto es máximo y las mareas son las más vivas que en ningún otro momento del año.

Pero las mareas de equinoccio tampoco son iguales todos los años, pues la distancia entre la Tierra y la Luna (la principal responsable de la marea astronómica) cambia con un ciclo de 18,6 años.

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Imagen: Stephanemartin

Factores que influyen en las variaciones del nivel del mar

La marea tiene dos componentes, una astronómica y otra meteorológica:

  • La componente astronómica es debida a la atracción gravitatoria de la Luna y el Sol sobre la Tierra, que deforma la superficie fluida de los océanos. La Luna contribuye, más o menos, en dos terceras partes, y el Sol, en la tercera parte restante (la Luna tiene mucha menos masa que el Sol, pero está mucho más cerca de la Tierra). El factor astronómico es fundamental, ya que es lo que provoca la marea propiamente dicha; esta componente es predecible, con buena exactitud y con años de antelación.
  • El factor meteorológico, por su parte, tiene una mayor variabilidad y solo es previsible a corto plazo (días). La parte meteorológica depende de las condiciones atmosféricas, es decir, de la presión atmosférica, dirección e intensidad del viento, etc. La amplitud de la componente meteorológica, en general, es del orden de centímetros (salvo en situaciones excepcionales, como los huracanes).

En la costa atlántica española la amplitud de la marea astronómica (la parte previsible) es de dos a cinco metros y es mucho mayor que la marea meteorológica (de algunos centímetros). En la costa mediterránea, la parte astronómica y la meteorológica son parecidas (algunos centímetros) y es más difícil distinguir una contribución de la otra. Por ello, para los puertos de la costa atlántica las predicciones de hora y altura de las pleamares y bajamares son altamente fiables y se difunden en las tablas de mareas.

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