Una Navidad con el planeta

Cualquier momento del año es bueno para demostrar el compromiso con el medio ambiente, pero la Navidad es una oportunidad excelente para compartirlo con las personas queridas
Por WWF 20 de diciembre de 2018

Desde la decoración de la casa por Navidad a los regalos que elegimos, sin olvidar el menú de las fechas más señaladas… toda ocasión es buena para unir tradición y respeto por el planeta. La premisa de partida es que tenemos que consumir de otra manera. Según el último Informe Planeta Vivo, publicado en octubre de 2018, han disminuido el 60 % de las poblaciones de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles debido a la actividad humana. Por ello, para conservar la biodiversidad es fundamental apostar por la reducción del consumo y por dar una segunda vida a los objetos. También contribuye poner en práctica las siguientes ideas para hacer un menú de Navidad y elegir obsequios responsables con el planeta.

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Menú navideño sano… también con el planeta

Se puede comer de manera sana para el cuerpo mientras se cuida también el planeta. Algo pasa cuando en el mundo 1.400 millones de personas sufren sobrepeso, pero 795 son víctimas de la desnutrición. En general, las dietas occidentales son ricas en carnes y grasas y pueden exceder las 2.500 calorías recomendadas al día, una cantidad que puede aumentar durante estos días de comidas y encuentros.

Esta desproporción también es patente en la manera en la que empleamos los recursos del planeta: más de un tercio del suelo disponible es superficie agraria, el sistema agroalimentario genera entre el 25 y el 30 % de las emisiones de gases de efecto invernadero y es el responsable del 60 % de la extracción de agua dulce. Y lo peor es que no aprovechamos todos estos recursos, pues los hogares europeos tiramos un tercio de los alimentos que compramos, unos 180 kg por persona al año.

Así que el primer paso para celebrar esta Navidad de modo más responsable con el planeta es elaborar un menú basado en alimentos de temporada, cultivados cerca de nuestra casa y, si es posible, con un origen sostenible certificado. Se recomienda reducir la ingesta de carne y la que se consuma debe provenir de ganadería extensiva. En cuanto al pescado y al marisco, un clásico navideño, hay que recordar que el 90 % de las pesquerías del Mediterráneo están sobreexplotadas, por lo que es fundamental tener claro su origen y buscar sellos sostenibles como MSC (Marine Stewardship Council). Todos ellos son pasos importantes hacia la toma de conciencia del poder que tenemos como consumidores y cómo nuestras decisiones pueden cambiar la tendencia del mercado.

De cara a elaborar el menú, una buena idea puede ser recuperar recetas invernales antiguas. Seguro que en la memoria familiar hay algún plato que cayó en el olvido y cuyos ingredientes son productos de temporada y de proximidad, pues no era muy común que frutas o verduras recorrieran tantos kilómetros, y menos que se encontraran en el mercado cuando no era su época natural, antes de la era de los invernaderos. ¿Por qué no aprovechar estas fiestas para recuperarlos y sorprender a la familia?

Regalos planetarios

Img cortados y puente jorge sierra wwfImagen: Jorge Sierra/WWF

Se estima que cada hogar gastará de media unos 600 euros durante estos días. Este importe incluye también los regalos, que suelen ir acompañados de una gran cantidad de envoltorios de cartón y plástico que hay reciclar de manera conveniente. Una buena opción para evitar todo este empaquetado, y además ser original, es regalar naturaleza con experiencias al aire libre: descubrir los buitres leonados del Refugio de Rapaces de Montejo de la Vega (Segovia), seguir las huellas del lobo en la Sierra de la Culebra (Zamora), recorrer durante un fin de semana alguna de las Vías Verdes españolas o visitar alguno de los 15 Parques Nacionales, que este año cumplen 100 años.

También se puede apoyar al planeta de manera directa, con un donativo a algún proyecto sobre el terreno o a alguna organización que se dedique a la conservación del medio ambiente.

En suma, las fiestas navideñas pueden ser un buen momento para ir incorporando para el resto del año opciones de vida más respetuosas con el planeta. Son pequeños cambios que marcan una gran diferencia. ¡Felices -y sostenibles- fiestas!

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