Una técnica en los tratamientos de oftalmología utiliza parte de la placenta

La Clínica Universitaria de Navarra asegura que la membrana amniótica es muy útil en lesiones cicatrizantes de la córnea y conjuntiva
Por EROSKI Consumer 7 de abril de 2002

La Clínica Universitaria de la Universidad de Navarra ha incorporado una nueva técnica para el tratamiento de problemas oftalmológicos. Se trata de la utilización de parte de la placenta para curar lesiones oculares. «Una de las capas de la placenta nos permite fabricar la membrana amniótica que tiene gran utilidad en Oftalmología. Después de llevar un año tratando con esta técnica algunos problemas oculares, hemos comprobado que la membrana amniótica es muy útil en todo tipo de lesiones cicatrizantes de la córnea y conjuntiva», según Javier Moreno.

El doctor Javier Moreno es director del departamento de Oftalmología de la Clínica Universitaria. Hasta ahora en la Clínica Universitaria se ha utilizado en procesos ulcerativos que cursan con una mala cicatrización como son las úlceras herpéticas, quemaduras y causticaciones conjuntivales, úlceras secundarias a parálisis del facial, etc. «Quizás su utilidad más importante son las quemaduras de la córnea con sustancias químicas como lejía o ácidos, pues hasta ahora apenas teníamos recursos terapéuticos en estos casos. Dependiendo de la extensión o profundidad de la lesión llegamos a poner hasta varias capas juntas de esta membrana», explica el doctor. José Ramón Juberías, especialista en Oftalmología de la Clínica Universitaria.

La membrana amniótica se obtiene de la placenta de partos terminados mediante cesárea, previo consentimiento informado. Posteriormente se envía al laboratorio de Terapia Celular, donde se elabora con condiciones de máxima esterilidad y seguridad la membrana amniótica que es congelada a -80º hasta que sea necesaria su utilización en algún paciente. «Se trata de un novedoso tratamiento en el que intervienen tres departamentos: el departamento de Ginecología que consigue seleccionar las donaciones, el Laboratorio de Terapia Celular, que es quien la elabora, y el de Oftalmología que es quien la implanta en el paciente con problemas visuales. Una buena coordinación es clave para poder utilizar esta técnica curativa», comenta Juberías.

La donación no supone ningún cambio en la programación del parto. Además, el uso de la placenta no entraña ningún peligro para la salud del feto ni para la madre, pues sólo se utiliza una vez finalizado el parto. Una vez obtenida la placenta se requiere hacer una analítica para comprobar que es normal.

La cirugía para la implantación es sencilla y en pocos minutos puede suturarse la membrana en el ojo. Según Juberías «el paciente tiene unos puntos de sutura en el ojo que sujetan la membrana y que se extraerán al cabo de unas tres semanas. Puede notar escozor, picor o sensación de arenilla. Para facilitar que la membrana prenda bien en el ojo debe administrarse un tratamiento con colirios. Al cabo de tres semanas se comprobará si la membrana se ha integrado en el ojo».

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