A Stephanie Yarber le diagnosticaron una menopausia precoz cuando sólo tenía 14 años. Después de tener tres hijos, su hermana gemela Melanie decidió donarle uno de sus ovarios para intentar un tratamiento experimental de fertilidad: el trasplante de ovario.Los médicos del Hospital Saint Luke, en San Louis (EE.UU.) extrajeron con cirugía el ovario fértil de Melanie y separaron el tejido que contiene los folículos donde se producen los óvulos. Después lo dividieron en tres partes, dos de ellas se trasplantaron a los ovarios de su hermana gemela y congelaron la tercera parte restante para intentar un segundo injerto por si fallaba el primero. Pero hubo suerte y Stephanie está ahora embarazada, según han contado sus médicos en el Congreso de la Sociedad Americana de Medicina Reproductiva que se celebra en Filadelfia.
Se trata de la primera vez que se logra una gestación con un trasplante de ovario donado. Aunque no es el primer injerto de ovario que se realiza con éxito. Hace menos de un mes nació el primer bebé del mundo en Bélgica concebido tras un trasplante de tejido ovárico. Además se sabe que otro equipo norteamericano logró otra gestación aunque el embarazo no prosperó finalmente.
En ambos casos el trasplante se realizó con el ovario de las propias pacientes estériles. A estas mujeres se les extrajeron y congelaron sus ovarios antes de que comenzaran un tratamiento contra el cáncer que les impediría ser madres. Años después, cuando ya estaban curadas, se les volvió a trasplantar.
El caso de las hermanas Yarber es diferente y pasará a la historia de la Medicina, ya que no todas las mujeres estériles tienen una hermana gemela que les pueda donar su ovario. La donación de otras personas, genéticamente menos próximas, podría fracasar por el rechazo del órgano.
