Las ventas de cigarrillos disminuyeron un 4,5% en el primer trimestre del año en relación al mismo periodo del año anterior, situándose en 984 millones de cajetillas, por el efecto de la entrada en vigor de la ley antitabaco, según datos del Comisionado para el Mercado de Tabaco.
En términos de valor, las ventas de cigarrillos se elevaron a 2.088 millones de euros entre enero y marzo, lo que significa un descenso del 8% y refleja la «guerra de precios» que desataron las tabaqueras para afrontar las restricciones de la norma y a la que finalmente el Gobierno puso fin con subidas fiscales.
La recaudación del Estado por las labores de tabaco experimentó hasta marzo un crecimiento del 4,1%, hasta alcanzar los 1.337 millones de euros, lo que compensó la disminución de los ingresos del erario público por la venta de cajetillas.
En marzo, el volumen de cigarrillos comercializados bajó un 9,3% respecto al mismo mes de 2005, estableciéndose en 402 millones de cajetillas, y la facturación de las tabaqueras se situó en 882 millones de euros, un 6,3% menos.
El pasado mes, los ingresos del Estado experimentaron un crecimiento del 22,9% y se elevaron a 451 millones de euros, después de que el Gobierno aprobara subidas de impuestos para atajar la proliferación de las marcas baratas.
Pérdida de cuota
La compañía norteamericana Philip Morris, la primera que acordó abaratar sus precios y a la que siguieron las demás, rebajó la cuota de mercado de su principal marca, Marlboro, desde el 17,5% de marzo de 2005 hasta el 16,7% del mes pasado.
Tras Marlboro, Fortuna, del grupo Altadis, redujo en mayor medida su cuota al pasar del 16,3% al 9,7%, si bien logró que Ducados Rubio registrase un fuerte ascenso, desde el 0,008% de marzo de 2005 al 8,77% del mismo mes de 2006.
Por comunidades, las ventas bajaron en todas menos en Baleares, en donde se superaron los 11,9 millones de cajetillas expendidas en marzo de 2005, hasta 12,1 millones en 2006. Durante el pasado mes, la comunidad con mayores ventas fue Andalucía (70,7 millones de cajetillas), seguida de Cataluña (68,3 millones) y Comunidad Valenciana (48,6 millones).
Más margen de tiempo
Rodrigo Córdoba, presidente del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT), opina que tres meses son «un tiempo de observación corto» para confirmar los efectos positivos de la ley antitabaco. A su juicio, el plazo adecuado es un año, a finales de diciembre.
Para revalidar su opinión, Córdoba muestra grandes esperanzas en que los indicadores del primer trimestre de 2007 sobre infartos de miocardio ofrezcan una notable reducción de la mortalidad y de los ingresos hospitalarios.
