Aunque por momentos parece que se aleja la temida pandemia mundial de gripe aviar, los sistemas de prevención siguen activos. El Comité Ejecutivo Nacional, que integran el Gobierno y las comunidades autónomas, examinó ayer el dispositivo de seguridad sanitaria vigente en España y decidió mantener las actuales medidas de vigilancia epidemiológica.
«El virus H5N1 continúa siendo un motivo de preocupación para la salud humana, porque sigue presente el riesgo de que adquiera la capacidad de transmitirse de persona a persona de manera eficiente y pueda desencadenar una pandemia de gripe», recordó la ministra de Sanidad, Elena Salgado.
Para ella, la valoración del riesgo no ha cambiado: no es posible predecir cuándo la cepa podría adquirir las capacidades necesarias para transmitirse entre humanos, ni siquiera si ocurrirá. «Puede tardar años, pero es fundamental que mantengamos nuestros sistemas de vigilancia activos y nuestros planes de respuesta preparados», dijo Salgado.
La estrategia se basa en cuatro ejes: reducir la exposición al H5N1; reforzar los sistemas de alerta precoz; intensificar las medidas de contención para prevenir la transmisión del virus, y desarrollar las capacidades para combatir una posible pandemia a nivel nacional y autonómico.
En este contexto preventivo, el Sistema Nacional de Salud (SNS) dispondrá en enero de los 10 millones de tratamientos antivirales que acordaron el Ministerio y las comunidades en la Comisión de Salud Pública. Estos tratamientos podrían utilizarse para hacer frente a una eventual pandemia antes de la fabricación de la vacuna.
A día de hoy, la epidemia por el virus H5N1 en aves «sigue siendo un problema fundamentalmente de salud animal», subrayó Salgado. En humanos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha confirmado 258 casos desde que apareció el brote en 2003 en China.
