Científicos del CSIC hallan una nueva vía terapéutica para tratar la leishmaniasis

Han descubierto la forma de eliminar al parásito que causa esta "enfermedad olvidada"
Por EROSKI Consumer 28 de febrero de 2008

La histatina, un péptido antimicrobiano presente en la saliva y que el organismo utiliza como primera línea de defensa frente a patógenos, es capaz de matar al parásito que provoca la leishmaniasis. Este descubrimiento del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) abre una nueva vía terapéutica contra esta enfermedad tropical de las llamadas «olvidadas» que afecta a 12 millones de personas en el mundo, principalmente en países en vías de desarrollo.

Los responsables de la investigación, dirigidos por Luis Rivas, centraron su trabajo en los péptidos antimicrobianos por su alta capacidad de acción frente a patógenos. «Este tipo de agentes constituyen la primera barrera defensiva del organismo. Por eso, se encuentran o son inducidos rápidamente en localizaciones o fluidos corporales que establecen el primer contacto frente a patógenos como es el caso del sudor, las lágrimas o la saliva», explica Rivas, del Centro de Investigaciones Biológicas del CSIC.

De los posibles péptidos, los autores optaron por la histatina por su probada actividad protectora frente a hongos. Este péptido nunca entraría en contacto con el parásito que provoca la leishmaniasis (denominado leishmania), cuya principal ruta es la picadura de un mosquito, de la familia Phlebotomus. En menor medida, también puede contraerse a través de una transfusión de sangre contaminada o por compartir jeringuillas.

«Dado que ciertos fármacos efectivos frente a la leishmaniasis proceden de un desarrollo anterior como fármaco antifúngico, pensamos que la actividad específica de la histatina podría utilizarse contra esta patología», aclara Rivas, cuyo equipo ha contado con la colaboración de un grupo de investigadores de la Universidad de Ámsterdam.

Diana terapéutica

El científico del CSIC explica que la histatina se acumula en la mitocondria del patógeno y compromete su abastecimiento energético, que depende en un 70% de la actividad mitocondrial. Esta forma de actuar describe una nueva diana contra la leishmaniasis. Asimismo, su capacidad para penetrar en las células sin necesidad de que exista un receptor, sugiere el uso de la histatina como herramienta nanotecnológica para avanzar en el conocimiento del parásito. «Fármacos, ácidos nucléicos u otros péptidos podrían introducirse en la leishmania, unidos a la molécula de la histatina», apunta Rivas.

Pero esta línea de investigación también tiene inconvenientes. Según el experto, el principal problema que podría originar una terapia basada en histatinas es el alto coste de su síntesis, comparado con fármacos habituales. No obstante, precisa que «una terapia génica, induciendo la expresión del péptido en el lugar de infección, podría solucionar el problema del coste económico».

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