La ingesta de alimentos a base de soja puede influir en el nivel de espermatozoides

En el caso de hombres obesos, los bajos índices podrían deberse también a una mayor producción de estrógenos
Por EROSKI Consumer 3 de septiembre de 2008

Los productos a base de semillas de soja, ricos en proteínas, han sido un alimento básico en la dieta de gran parte del continente asiático durante siglos, tanto en platos principales como en guarniciones.

Sin embargo, recientemente se ha podido saber que, a pesar de tratarse de una alternativa saludable, también puede tener repercusiones negativas, en concreto, para el colectivo masculino, porque se han detectado niveles más bajos de espermatozoides en individuos que consumen un promedio de media ración de soja al día.

En el estudio, realizado por un grupo de científicos Escuela de Salud Pública de Harvard en Boston, se investigó a unos cien hombres que habían acudido a una clínica de fertilidad entre los años 2000 y 2006. Por lo general, la cantidad de espermatozoides en cada individuo suele variar entre 80 y 120 millones por mililitro y, en este caso, los que más soja habían consumido (el equivalente a una ración de tofu o una taza de leche de soja), tenían 41 millones de espermatozoides por mililitro menos que los que no consumían en absoluto este tipo de productos. Esto equivaldría, en algunos casos, a que el volumen de espermatozoides habría quedado reducido a la mitad.

Soja, espermatozoides y obesidad

Asimismo, existe una fuerte correlación entre la ingesta elevada de derivados de la soja, los niveles de espermatozoides y la obesidad. Los científicos consideran que la menor producción de espermatozoides en hombres obesos podría deberse a una mayor producción de estrógenos. Este incremento se produce cuando los niveles de grasa corporal son elevados, pero en este caso se vería potenciada por los derivados de la soja.

Además de la cantidad de soja consumida en los meses anteriores, en forma de alimentos como el tempeh, salchichas, hamburguesas, leche, yogur y helados de soja, en este estudio se tuvieron en cuenta otros productos como los frutos secos horneados o las barritas energéticas. Además, se tuvieron en cuenta variables como edad, el índice de masa corporal así como el consumo de alcohol, cafeína y tabaco.

Los alimentos ingeridos también se catalogaron en función de la cantidad de isoflavonas que contenían ya que en estudios anteriores con animales se había establecido una relación entre el consumo de isoflavonas y la infertilidad.

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