Implantes de córneas artificiales regeneran el tejido ocular

Las células y nervios del propio ojo crecen dentro del implante y forman una córnea similar a las naturales
Por EROSKI Consumer 27 de agosto de 2010

La implantación de córneas biosintéticas repara el tejido dañado del ojo en pacientes con enfermedades de la visión. Así lo demuestra por primera vez un estudio conjunto realizado por investigadores canadienses y suecos, que afirma que la córnea fabricada de forma artificial puede integrarse en el ojo humano y estimular el crecimiento de las células y nervios del paciente.

La córnea biosintética está formada por una fina lámina transparente de colágeno y células que permite el paso de la luz al globo ocular y ayuda a enfocar. Hace ya más de diez años, un equipo médico encabezado por la doctora Griffith del Hospital de Otawa (Canadá) desarrolló este tipo de implantes y comprobó su funcionamiento en humanos.

Dos años atrás, Griffith inició un ensayo con su colega sueco Per Fagerholm. Con él pretendían demostrar la eficacia de las córneas artificiales en pacientes con keratoconus avanzado, una patología que se caracteriza por el aumento progresivo de la córnea central. Para ello, retiraron el tejido corneal dañado de uno de los ojos de diez afectados por esta enfermedad y lo sustituyeron por el implante biosintético. Ahora, tras dos años de seguimiento han observado cómo las células y nervios oculares se han regenerado.

Ninguno de los pacientes experimentó ningún rechazo al tejido artificial ni necesitó inmunosupresión prolongada, dos de los efectos asociados a los trasplantes de tejido humano. Aseguran que las córneas biosintéticas se volvieron sensibles al tacto e incitaron la secreción lagrimal que contribuye a oxigenar los ojos, y que, en seis de los diez pacientes, la visión mejoró hasta niveles comparables a los conseguidos con los transplantes convencionales.

«Con más estudios, esta aproximación podría ayudar a devolver la visión a millones de personas que esperan una donación de córnea humana», afirma Griffith. Ahora los científicos trabajan en el desarrollo de mejoras de la técnica quirúrgica y en la aplicación de este tipo de implantes a pacientes con otras enfermedades oculares que también requieren trasplantes.

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