Investigadores del Gregorio Marañón trabajan en la creación de un hígado bioartificial

El método consiste en rellenar la estructura de un órgano con células madre que regenerarían los tejidos
Por EROSKI Consumer 12 de junio de 2011

Un grupo de investigadores del Hospital Gregorio Marañón trabaja en la creación de un hígado bioartificial por el método de rellenar la estructura de un órgano, una vez vaciada, con células madre que regenerarían los tejidos, según anunció esta semana el profesor Francisco Fernández-Avilés, responsable del Laboratorio de Órganos Bioartificiales de este hospital. Sería el mismo procedimiento con el que este centro trabaja también en la formación un corazón.

Este equipo desarrolla sus investigaciones en animales y pronto comenzará a experimentar con órganos humanos, una tarea que se realiza «en colaboración con la Organización Nacional de Trasplantes (ONT)», detalló Fernández-Avilés en el marco del «VIII Symposium on Stem Cell Therapy and Cardiovascular Innovations», que se ha celebrado en Madrid. «Los trabajos de este grupo son los segundos más avanzados de los que se desarrollan en este centro en relación con la creación de órganos bioartificiales», solo por detrás de las investigaciones que se desarrollan para crear un corazón bioartificial, señaló el profesor, jefe del Servicio de Cardiología del Gregorio Marañón.

Fernández-Avilés explicó que los investigadores que trabajan en la creación de un corazón bioartificial, dentro del proyecto Estructuras y Órganos Bioartificiales para Trasplante (SABIO), comprueban si la matriz del órgano humano es biocompatible y si es capaz de conservar las proteínas necesarias para inducir a la proliferación celular una ver relleno de células madre. El profesor indicó que esta línea de investigación es «esperanzadora» para los pacientes crónicos en fase terminal, que presentan en mal estado tanto sus células como su estructura celular. Para ellos, recordó, la única opción es sustituir el órgano deteriorado con un trasplante. Sin embargo, en el caso del corazón, «menos del 5% de los pacientes consigue un trasplante por la escasez de donantes».

La investigación de las iPS -células adultas reprogramadas como células madre embrionarias- ha demostrado que este tipo de células, provenientes del propio paciente, sí pueden generar rechazo, contra lo que en principio se pensó. Sobre la investigación de la utilidad de las células madre en pacientes agudos, los que más se pueden beneficiar de estas terapias, Fernández-Avilés dijo que «antes de final de año» arrancará un estudio con más de 3.000 pacientes en el que participarán 31 centros de 21 países de Europa y que comparará la terapia celular con la estándar para averiguar si la terapia celular, además mejorar la función cardíaca como se ha demostrado ya, mejora la supervivencia.

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