Hasta el 57,6% de los españoles sufre algún factor de riesgo cardiovascular y sobre un 42% acumula dos o más, lo que provoca que aumenten de forma considerable sus probabilidades de sufrir algún tipo de cardiopatía. Así lo revela un reciente estudio de la Fundación Española del Corazón (FEC), en el que se han analizado los niveles de hipertensión, sobrepeso, diabetes, hipercolesterolemia, tabaquismo y sedentarismo con motivo de la celebración de la Semana del Corazón.
La FEC ha realizado más de 25.000 pruebas médicas a lo largo de este año en Guadalajara, Santander, Lugo, Madrid, Logroño, Castellón, Barcelona, Córdoba, Salamanca y Cádiz. Ante los datos obtenidos, el presidente de la organización Leandro Plaza ha alertado de que España sufre un incremento considerable de obesidad y sobrepeso, tanto en la población adulta como en la infantil, con lo que se une a la tendencia experimentada por el resto de países desarrollados.
Los análisis efectuados muestran que los ciudadanos de Logroño registran el mayor índice de sobrepeso (51,7%) y los de Córdoba, el de obesidad (33%). Por el contrario, con un 32%, los ciudadanos barceloneses fueron quienes alcanzaron el índice más reducido de sobrepeso y los de Santander, el de obesidad (19,8%).
En cuanto a la hipertensión arterial, la estadística revela que el 44,6% de los logroñeses la sufren, lo que los coloca a la cabeza de este índice en España, mientras que los barceloneses (9,3%) presentan la tasa más reducida. La tasa más alta de hipercolesterolemia la poseen los ciudadanos de Salamanca, con un 68,5%, y la más baja, los barceloneses, con un 7,8% de presencia de este factor de riesgo. Por último, el nivel más elevado de perímetro de cintura lo ofrecieron los ciudadanos de Lugo (51%), y la menor presencia de este factor de riesgo se dio en Madrid (38,4%).
El presidente de la FEC ha recordado que resulta «esencial» que la población se conciencie de la importancia de mantener unos hábitos de vida saludables. «Con costumbres tan sencillas como seguir una dieta equilibrada, practicar ejercicio regularmente y evitar el consumo de tabaco, conseguiríamos grandes resultados», explica Plaza. Reconoce que lo idóneo es la implantación de estos hábitos desde la infancia, lo que permite incorporarlos de forma natural a la vida diaria y facilita que se mantengan a lo largo de toda la vida.
