Entrevista

Alfredo Ramos, presidente de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR)

Hasta un 70% de los pacientes con cáncer reciben tratamiento de radioterapia a lo largo de la enfermedad
Por Clara Bassi 16 de octubre de 2012
Img alfredo ramos entrevista
Imagen: CONSUMER EROSKI

La radioterapia es una técnica segura que se aplica a en torno el 60 y el 70% de los pacientes con cáncer en algún momento de la historia de su enfermedad. Después de la cirugía, es el segundo tratamiento para el cáncer que más cura, solo o combinado con otras terapias. Entre el 30% y el 35% de los enfermos de cáncer logran la sanación gracias a la radioterapia, que cada vez es más segura, precisa y de mayor calidad, asegura en esta entrevista Alfredo Ramos, jefe del Servicio de Radioterapia Oncológica del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid, y presidente de la Sociedad Española de Cirugía Radioterápica (SEOR), con motivo de la reciente publicación del ‘Libro Blanco de la Radioterapia en España’. Este documento ha evidenciado que faltan más equipos de radioterapia y especialistas en su aplicación en España, con una mayor formación y más investigación.

¿Qué porcentaje de pacientes se tratan alguna vez con radioterapia?

Los datos estiman que, a lo largo de la enfermedad, entre el 60% y el 70% de los pacientes con cáncer reciben un tratamiento de radioterapia.

¿Solo con la radioterapia se consiguen curar muchos tumores?

“El tratamiento que más cura el cáncer es la cirugía y, después, la radioterapia”

Indudablemente. La radioterapia forma parte de los tratamientos para el cáncer y sola o combinada contribuye a su curación. El tratamiento que más cura el cáncer es la cirugía. Después, la radioterapia sola o en combinación sana al 30% de los pacientes oncológicos. De todos los casos que se curan, la mitad sería por la cirugía y del 30% al 35% gracias al tratamiento de radioterapia, bien sola o en combinación con otros tratamientos como la quimioterapia o farmacológicos (como los fármacos biológicos) u otros. De hecho, la radioterapia mejora el efecto de estos tratamientos. Los tejidos sanos quedan protegidos, pero aumenta el efecto radiológico sobre los tumores.

El término “radio” aún infunde temor, ¿por qué? ¿Es segura la radioterapia?

Creo que es debido a un desconocimiento general de lo que es la radioterapia, que se ha tendido a relacionar con la radiactividad, las centrales nucleares o los efectos de las nucleares. Pero esto es un problema de educación sanitaria de la población. La radioterapia es absolutamente segura. Está sometida a controles de calidad, tanto para proteger las máquinas, como las dosis que se administran con estas, los equipos de simulación y planificación. Con el sistema de planificación se decide el tratamiento, las dosis que reciben el tumor y los tejidos sanos, que también están sometidos a controles. De este modo, se garantiza la calidad de forma exhaustiva. Además, todos los equipos deben superar controles de calidad.

Hasta ahora ha citado las bondades de este tratamiento, pero ¿qué efectos secundarios tiene la radioterapia?

“La radioterapia sola o en combinación cura al 30% de los pacientes oncológicos”

Tiene efectos inmediatos y agudos y otros a más largo plazo. Los agudos pueden surgir en los primeros días de tratamiento o los primeros meses: irritación de la piel, efectos sobre la vejiga cuando se irradia sobre ella, sensación o ganas de defecar. Más a largo plazo (a partir de seis meses) pueden aparecer efectos crónicos, sobre la piel atrófica, que queda más delgada y con pérdida de coloración o la aparición de telangiectasias (dilataciones de capilares pequeños y de los vasos superficiales, que se muestran de un color rojo brillante).

¿Cómo ha evolucionado la radioterapia?

En los últimos años se ha producido un cambio radical, porque se han desarrollado nuevos equipos de intensidad modulada y con imagen guiada, que permiten irradiar la dosis estrictamente necesaria sobre los tejidos, para que tenga unos mínimos efectos secundarios. De esta forma, una escasa proporción de pacientes tienen efectos adversos. La radioterapia es un tratamiento que se administra con mucha calidad: con una dosis muy alta, se consigue aumentar la curación o un control suficiente del cáncer, con pocos efectos secundarios y una calidad de vida del paciente muy elevada.

Usted aboga por considerar la radioterapia como un fármaco más. ¿Por qué?

“La radioterapia es absolutamente segura y está sometida a controles de calidad”

Es cierto que para aplicar un tratamiento de radioterapia puede hacer falta un acelerador, que supone un desembolso inicial muy caro. Parece un tratamiento caro pero, desde la perspectiva de la radioterapia, no es así. Hay que tener en cuenta que un acelerador dura diez años y que, a lo largo de ese tiempo, puede tratar a 400 pacientes cada año. Esto significa que con ese equipo se llega a tratar a unos 4.000 pacientes de media, de los cuales la mitad se cura. Por lo tanto, supone un desembolso mucho menor que si un paciente no se cura.

Sí, pero, ¿cuál es la razón que esgrime para considerarlo como un medicamento?

Porque tiene la misma acción biológica que un medicamento. La radioterapia ejerce como un fármaco porque sus fotones (la energía que emite) tienen efectos dentro de las células tumorales similares a los de los fármacos, ya que interviene sobre sus membranas, receptores, vías de señalización y dianas biológicas. Por lo tanto, actúa como un verdadero fármaco. También por la forma de administrarlo en dosis: la radioterapia se prescribe en dosis, al igual que un antibiótico o un tratamiento de otro tipo. Por eso, la Administración debería considerar los equipos para gestionar la radioterapia como un gasto corriente, como si fuera un medicamento, y no como un desembolso al inicio. Debería establecer conciertos con las empresas que fabrican las máquinas y plantear un sistema de renting o de leasing cada mes o cada año, como si fuesen un fármaco.

¿Por qué?

“La radioterapia actúa como un verdadero fármaco”

Porque así no se tendría que hacer un gran desembolso inicial periódico y se podrían tener actualizados los equipos. Este renting tendría dos ventajas: el pago aplazado y la posibilidad de ir actualizando las máquinas para estar siempre a la última.

Y en ese “estar a la última”, los pacientes saldrían ganando, ¿no es así?

Los pacientes siempre tendrían a su alcance los recursos con los mejores tratamientos y mejores actualizaciones diarias. Cualquier mejora en las máquinas la podríamos incorporar de forma inmediata y periódica.

¿Cuál es la situación actual de la radioterapia en España?

“Se ha dado un vuelco a la calidad del tratamiento de la radioterapia”

Hasta ahora mismo, en España, a pesar de que faltan equipos de radioterapia, todos los pacientes con cáncer tienen acceso a su tratamiento. Pero, a corto y medio plazo, las máquinas que hay en el país se deben sustituir y renovar y debemos hacer una planificación a largo tiempo. No hay que improvisar. Deberíamos implicar y colaborar con las casas comerciales, las sociedades científicas y la Administración para realizar un plan de gestión de recursos y planificación a corto plazo (dos, tres años) para que no haya pacientes que se encuentren con un periodo en el que no puedan recibir el tratamiento adecuado. Es importante poder ofrecer a los pacientes los mejores tratamientos disponibles en cada momento.

¿Es cierto que en los últimos años se han producido importantes avances?

Sí, por supuesto. Se ha dado un vuelco a la calidad del tratamiento de la radioterapia, de forma sustancial, con la incorporación, en los últimos ocho años, de la imagen guiada. Este es un avance muy importante porque, durante el mismo tratamiento, se pueden ver los tejidos que se irradian, modificar, si es preciso, y mejorar así la calidad. Dicho de una forma más clara, podemos apuntar mejor al tumor y dejar fuera los tejidos sanos. También se han desarrollado técnicas que permiten modular las dosis, equipos de braquiterapia para tratar las zonas intersticiales y las mejoras de los planificadores y en la administración de las dosis. Todo ello, en conjunto, constituye un progreso sustancial y un incremento de la calidad. Pero esto requiere más personal, con más estudios y mayor formación por su parte.

El Libro Blanco de la Radioterapia en España

La Sociedad Española de Radioterapia Oncológica (SEOR) acaba de completar la elaboración del ‘Libro Blanco de la Radioterapia en España’ sobre la situación actual de la aplicación de este tratamiento en nuestro país, una publicación que ha evidenciado la existencia de cuatro déficits importantes o retos que deben mejorar en los próximos años.

Según este documento y como sintetiza Alfredo Ramos, en primer lugar, se requiere un incremento de los recursos tecnológicos y, en este sentido, la instalación de 40 nuevos equipos de radioterapia en distintos lugares, para poder renovar las máquinas antiguos. En segundo lugar, se debe incrementar el número de especialistas en radioterapia, ya que la ratio adecuada que se calcula para atender bien a la población es de 19/20 especialistas por millón de habitantes, mientras que en España hay 10/12 especialistas por millón de habitantes, dependiendo de la comunidad autónoma. En tercer lugar, hay que mejorar y alargar el periodo de formación de dichos especialistas, que es de cuatro años y que, a juicio de la SEOR, debería ser de cinco. Y, en cuarto lugar, habría que , aumentar la investigación en los servicios de Oncología Radioterápica.

Este Libro Blanco se presentará ahora a todas las consejerías de Sanidad de las comunidades autónomas, a fin de mejorar la situación de esta especialidad médica, para que redunde en beneficio de los pacientes.

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