Píldora del día después

Una anticoncepción de emergencia
Por María Rodríguez 30 de septiembre de 2004

Conocida popularmente como píldora del día después, la píldora anticonceptiva de emergencia (PAE) o píldora postcoital ha abierto en los últimos tiempos un controvertido debate entre la sociedad, organizaciones sanitarias, asociaciones y la Iglesia sobre la necesidad o deber de dispensarla gratuitamente con o sin receta médica. Una polémica que se ha avivado con los últimos datos sobre abortos e interrupciones voluntarias de embarazos en España, dados a conocer recientemente.

Sólo en casos de emergencia

Los datos de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad revelan que en la última década el número de Interrupciones Voluntarias de Embarazos (I.V.E) ha crecido un 88%, situándose en los 77.125, en el año 2002. Además, el 50% de las españolas menores de edad que se quedan embarazadas recurre al aborto y es que el 28.8 % de las mujeres que mantienen, habitualmente, relaciones sexuales no utiliza ningún método contraceptivo “y eso que en los últimos seis años se ha producido un aumento del 45% en el número de mujeres que utilizan anticonceptivos”, explican desde Schering, compañía comercializadora en España de la píldora del día después y autora de la IV Encuesta Schering sobre Anticoncepción en España 2003.

¿Qué es la anticoncepción de emergencia? Se trata de un preparado hormonal compuesto por 750 microgramos de Levonorgestrel. Se comercializa con el nombre de Norlevo (Chiesi España) o Postinor (Schering España).

¿Cuándo se debe recurrir a ella? Siempre que exista un riesgo de embarazo. Bien porque se han mantenido relaciones sexuales sin protección, porque se ha roto o desplazado el preservativo, se ha olvidado la toma diaria de la píldora anticonceptiva, se ha expulsado el DIU coincidiendo con el coito, en caso de violación o cuando la eyaculación se ha producido antes de lo previsto. “Conviene tener en cuenta que es un recurso de emergencia. La primera opción deben ser los anticonceptivos habituales”, afirma tajante Iñaki Lete, jefe del Servicio de Ginecología del Hospital Santiago de Vitoria y miembro del equipo Daphne.

¿Qué es la píldora del día después? Se trata de un fármaco que evita el embarazo después de una relación coital desprotegida. Supone, según la Sociedad Española de Contracepción (SEC), un recurso para la prevención primaria del embarazo no deseado y también para la disminución del número de interrupciones voluntarias del mismo.

¿Cómo funciona? Permite bloquear o retrasar la ovulación, e incluso, impedir la anidación del óvulo en la pared del endometrio.

¿Es siempre eficaz? No. Sólo es eficaz antes de la implantación del óvulo fecundado en el endometrio. Por ello, debe tomarse dentro de las 72 horas posteriores al coito sin protección. Su eficacia puede alcanzar el 95% si se toma dentro de las primeras 24 horas.

¿Cómo debe tomarse? El envase contiene dos comprimidos. El primero debe tomarse antes de que transcurran las primeras 72 horas y el segundo a las 12 horas del primer comprimido. Si la mujer vomitase dentro de las tres horas siguientes a la toma de alguna de las dos pastillas, deberá tomar inmediatamente una nueva. “Desde hace unos meses, además, se ha estudiado que se pueden tomar las dos pastillas juntas y de esta manera se reducen los efectos secundarios”, comenta Iñaki Lete.

¿Puede tomarse en más de una ocasión? Sí. “Aunque es un método de emergencia, se puede tomar las veces que sea necesaria. Si se rompe el preservativo en dos ocasiones en un mismo mes, la mujer debe tomarla”, asegura Domingo Álvarez, de la SEC. De todas formas, “debe advertirse que su eficacia disminuye significativamente, aumentando el riesgo de embarazo y pudiendo además alterar el ciclo”, recalca el doctor Eduardo Yánez, ginecólogo y presidente de la Sociedad Gallega de Contracepción.

¿Qué efectos secundarios tiene? En algunas mujeres puede provocar náuseas y vómitos, mareos, dolores de cabeza y abdominales y sensibilidad en las mamas.

¿Existe alguna contraindicación? “No existe ninguna contraindicación. Las únicas que no deben tomarla son las mujeres que tampoco pueden tomar anticonceptivos orales, es decir, mujeres con hipertensión, problemas vasculares y otras enfermedades que son incompatibles con estos productos”, explica Leila Catherine Onbargi, ginecóloga de la Clínica Teknon y miembro de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.

La Ley y las Comunidades

En España se venden anualmente alrededor de 500.000 envases de la píldora postcoital, una cifra que ha permanecido prácticamente invariable desde que se autorizó su uso en marzo de 2001 por el Ministerio de Sanidad y Consumo y se comenzó a comercializar en mayo del mismo año. Sin embargo, aunque parece sencillo acceder a este medicamento -se vende en farmacias y se puede encontrar en centros de salud y hospitales- en algunas comunidades es difícil conseguirla, no tanto por su precio, 19,17 euros, sino por las trabas que ponen algunos profesionales a la hora de dispensarla. Y ello a pesar de que “la paciente no necesita pasar ningún tipo de reconocimiento médico para hacer uso de ella”, coinciden los doctores Lete y Onbargi.

En Comunidades como Andalucía, Extremadura, Asturias, Navarra y Baleares es posible adquirir la píldora de emergencia gratis con receta médica “el propio médico extiende la receta y hace entrega de la píldora”, comenta Iñaki Lete. Concretamente, en Cataluña se ha suscitado una gran polémica ante la posible entrada en vigor de una medida que permita comprarla sin el consentimiento médico. Esta situación ha provocado que la Sociedad Catalana de Ginecología alce la voz por temor a que su uso se popularice en exceso. Madrid será la siguiente comunidad en adoptar esta medida en enero de 2005.

Mientras tanto, otros países europeos como Francia, Holanda, Alemania, Reino Unido, Italia, Dinamarca; latinoamericanos como Brasil, Perú, República Dominicana, Venezuela, e incluso, Estados Unidos, la comercializan desde hace años con el fin de reducir la tase de abortos entre menores, habiendo aumentado considerablemente su uso en la última década.

En nuestro país, también es posible suministrar la PAE a las menores de edad, asegura Domingo Álvarez de la SEC. El artículo 162 del Código Civil hace referencia al “menor maduro, que es responsable de sus actos”, explica Lete.

PAE y RU-486

Tal y como explican desde la Sociedad Española de Contracepción, en los últimos cinco años, numerosos estudios y publicaciones científicas alertan de la necesidad de difundir el uso de la anticoncepción de emergencia. Para ello se ha creado un ‘Consorcio para la Anticoncepción de Emergencia’ del que forman parte algunas de las principales organizaciones relacionadas con la salud reproductiva como la Organización Mundial de la Salud o la International Planning Parentooth Federation. Todo con el fin de ofrecer la mayor información posible a las potenciales usuarias de este medicamento y es que aunque puede evitar un embarazo no deseado, no protege contra el SIDA ni contra otras enfermedades de transmisión sexual.

La PAE ha levantado una gran polémica ética y moral en muchos países, ya que son bastantes los que la consideran una píldora abortiva. Dolors Voltas, médico y presidenta de la Federación Española de Asociaciones Pro-Vida, asegura que es abortiva porque se toma tras una relación sexual. Desde esta organización abogan por una educación sexual mayor entre los jóvenes. Una práctica que ya llevan a cabo desde el Centre Jové de Barcelona, donde reconocen que el 45 % de las visitas que reciben son demandas de anticoncepción. “Se piensa que la píldora del día después va a reducir los embarazos o abortos y no es así, tal y como se ha podido comprobar recientemente. Desde 2001, cuando comenzó a comercializarse en nuestro país, el número de abortos o interrupciones del embarazo ha aumentado. ¿Dónde está su eficacia?”, se pregunta Voltas.

Sin embargo, desde el punto de vista médico “la píldora postcoital no es un método abortivo, no tienen nada que ver. La RU 486 es un abortificante (anti-progesterona) que se utiliza durante el embarazo para provocar un aborto. Por su parte, las pastillas del día después (combinación de estrógenos y progestágenos) impiden que haya un embarazo desde un principio” explica la doctora Onbargi quien añade que “lo que hacen es provocar cambios a nivel del útero por lo que resulta muy difícil que haya implantación del embrión si se ha fecundado un óvulo”. Es más, tal y como comenta Iñaki Lete, “si se ha producido ya el embarazo, por mucho que la mujer tome la píldora postcoital, el embarazo va a seguir su curso”.

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