Nuevos métodos anticonceptivos

Estados Unidos lanza al mercado una nueva píldora que reduce a cuatro las menstruaciones
Por Azucena García 2 de febrero de 2005

A lo largo de su vida, una mujer llega a pasar cerca de 450 menstruaciones. Una cifra que, sin embargo, podría reducirse considerablemente en los próximos años si se confirman los buenos resultados de los primeros experimentos que persiguen ese fin. Estados Unidos ya ha dado el primer paso y ha lanzado al mercado ‘Seasonale’, una píldora anticonceptiva que reduce a cuatro las menstruaciones anuales mediante la toma continuada de la misma durante 84 días, en lugar de los 21 habituales. En Europa, mientras tanto, no quieren quedarse atrás y ya se han puesto en marcha investigaciones con otra píldora diferente, cuyos resultados han sido similares. Las futuras consecuencias, no obstante, están aún por descubrirse.

Características Seasonale

El pasado otoño la ciencia dio un nuevo paso en el ámbito de la anticoncepción. Los laboratorios Barr lanzaron en Estados Unidos una nueva píldora de la que ya se han extendido más de 100.000 recetas, bajo la promesa de reducir a cuatro los ciclos menstruales. Su composición es similar a la de las píldoras actuales: una combinación de estrógenos y progestágenos, presentes de manera natural en el organismo femenino y que regulan el ciclo reproductivo. Pero sus efectos difieren de los conocidos hasta ahora, a la vez que su administración.

De esta manera, mientras las píldoras convencionales mantienen un ritmo de 21 días de toma y siete de descanso, Seasonale se basa en la toma continuada de la píldora durante 84 días y otros siete de descanso (en los que se ingiere un placebo de azúcar), que coincide con el periodo de sangrado y supone, por lo tanto, una regla por trimestre.

Es así como las menstruaciones pasan de doce a cuatro y los 84 días de media de sangrado, a 28. “No hay que alarmarse, la manipulación del ciclo menstrual no es algo malo, ya que el propio ciclo no es ni bueno ni malo para la salud. Lo único que hay que saber es que, si se menstrua, se producen hormonas, pero no tiene ningún otro significado”, explica el doctor José Luis Doval, ex presidente de la Sociedad Española de Contracepción (SEC).

En cuanto a las posibilidades de acceso a las pastillas, el procedimiento es el mismo que el existente en la actualidad. Así, basta con acudir a las farmacias y presentar la receta médica del producto para que la interesada pueda adquirir esta píldora, que podría revolucionar el mercado de la higiene femenina y reducir de manera importante la venta de compresas y tampones.

De momento, su llegada a España no está confirmada ni cuenta con fecha, ya que los laboratorios Barr, los únicos que por ahora se dedican a su producción, no están autorizados en el Estado como fabricantes, pero estudios realizados en Holanda confirman que a casi un tercio de las mujeres no les importaría tomar esta píldora y dejar de menstruar y que, incluso, el 92% recomendaría a otras mujeres que también lo hiciera.

Ventajas y desventajas

Pese a que la mayoría de los expertos aseguran que la ingesta de anticonceptivos orales que eliminan la menstruación no conlleva riesgos añadidos, los propios fabricantes de Seasonale han alertado de la posibilidad de que, durante las primeras tomas, se produzca una pequeña hemorragia, que desaparecería con el tiempo.

Además, el Centro de Información del Medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de La Coruña advierte de que “aún no se han determinado los efectos a largo plazo” y recuerda que tampoco existen evidencias de “si las siete o más semanas de exposición al tratamiento hormonal, comparado con un anticonceptivo mensual de 21 días, pueden incrementar el riesgo de tromboembolia” (obstrucción de una arteria o una vena que impide la normal circulación de la sangre).

Asimismo, algunas voces muestran su disconformidad con que la ingesta de Seasonale suponga también un aporte extra de hormonas, aunque, según el doctor Doval, “si bien el aporte hormonal es diario, no se acumula a largo plazo y, por lo tanto, tampoco durante los tres meses de tratamiento, por lo que desde el punto de vista biológico no hay ningún problema”.

Por otra parte, algunos científicos consideran que esta revolucionaria píldora podría proteger a la paciente frente al cáncer de ovario, pues al reducir el número de menstruaciones, disminuye también las roturas foliculares cuando se libera el óvulo, que provocan micro traumatismos en los ovarios.

En el plano psicológico, el doctor Doval considera que la falta de menstruación no tiene por qué provocar ningún problema “siempre y cuando el método sea aceptado y consentido y se explique a la mujer que no tener la regla no es nada malo”. En el plano anémico, la falta de pérdida sanguínea favorecería también la reducción de los casos de anemia.

Recomendaciones

La menstruación es un ciclo por el deben pasar todas las mujeres y que, según diversos estudios, produce molestias físicas o emocionales a un 50%- 70% de éstas. De ellas, casi un 85% padece síndrome premenstrual y, según datos recogidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), 150 millones de mujeres en todo el mundo están diagnosticadas de endometriosis, asociada a reglas muy dolorosas. Es así que la posibilidad de reducir los periodos dolorosos supone para muchas mujeres una auténtica revolución y una forma de llevar una vida más activa, dinámica y despreocupada.

En este sentido, a juicio del doctor Doval, la nueva píldora estaría recomendada para mujeres con síndrome premenstrual -asociado con irritabilidad, depresión, fatiga, dolor de cabeza o sensación de hinchazón abdominal-, dismenorrea (dolor) y regla abundante. “Además, cualquier mujer que esté bien informada y busque la anticoncepción, la podrá tomar voluntariamente”, matiza.

En el caso de mujeres mayores de 35 años, los médicos advierten de que “ninguna de estas mujeres que sea fumadora debe tomar píldoras de contenido combinado”, es decir, compuestas por estrógenos y gestágenos, como la mayoría de las que se comercializan en la actualidad. “Sí pueden tomar las que sólo contienen gestágenos, como algunos implantes”, especifica Doval.

“El tabaco aumenta el riesgo de efectos cardiovasculares graves de cualquier anticonceptivo oral. Por ello, en el caso de las mujeres fumadoras, sí existe más riesgo de sufrir ataques al corazón”, confirma también el Centro de Información del Medicamento del Colegio Oficial de Farmacéuticos de La Coruña.

Anticoncepción de acción prolongada

La tendencia actual en el campo de la anticoncepción apuesta, por lo tanto, por la implantación de métodos que reduzcan el número de menstruaciones y los malestares asociados a las mismas. Así, cada vez están más de moda los denominados ‘anticonceptivos de acción prolongada’, entre los que destacan los implantes subcutáneos y las inyecciones de progestina que, en el 20% de los casos aproximadamente, provocan en la mujer la falta de menstruación. “Lo que aún no existe es una píldora que elimine el periodo durante doce meses”, añade el experto.

Los implantes subdérmicos. Funcionan tras ser insertados en la cara interna del brazo, desde donde liberan progestágenos de manera controlada (las píldoras contienen también estrógenos). Un único implante puede proporcionar protección durante tres años o un máximo de cinco, según la presentación elegida, y está recomendado para mujeres que no toleran otras vías de administración.

Mientras que su colocación, bajo la piel y en forma de abanico, requiere el uso de anestesia local, entre sus ventajas destaca la efectividad a las 24 horas de ser implantado, periodos ligeros, con disminución de los cólicos menstruales y el dolor, y la vuelta de la fertilidad una vez retirado.

No obstante, la Sociedad Española para la Contracepción (SEC) advierte de que este método no protege contra las Enfermedades de Transmisión Sexual y el Sida, a la vez que también puede causar, durante el primer año, periodos irregulares y sangrados. Además, en ocasiones va asociado a aumento de peso, acné, sensibilidad en los senos y dolor en el brazo, y su colocación puede causar moreteo o cicatrices, mientras que su retirada requiere cirugía que puede resultar más complicada de lo previsto.

Las inyecciones de progestina. Con un 99,7% de efectividad y compatibles con la toma de antibióticos contemplan la posibilidad de ser suministradas por el médico habitual un total de cuatro veces al año (cada tres meses) y su efecto es reversible una vez suspendidas las dosis.

Este método disminuye el riesgo de cáncer en los ovarios o en el útero, aunque también puede provocar irregularidades menstruales, dolor de cabeza, aumento de peso así como de la posibilidad de padecer cáncer de pecho, cambios de humor o depresión y desinterés sexual. Tampoco previene frente a las Enfermedades de Transmisión Sexual y el Sida y puede dar lugar a osteoporosis al disminuir, a largo plazo, la densidad mineral ósea.

Otros métodos

Además de los nombrados hasta ahora, los métodos más utilizados en la actualidad, y que no presentan reducción en el número de menstruaciones, son:

Anillo vaginal . Se trata de un anillo flexible transparente de 54 milímetros de diámetro y 4 milímetros de grosor que, colocado en la vagina, permanece allí durante tres semanas consecutivas mientras libera las hormonas correspondientes (etinilestradiol y etonorgestrel). Una vez retirado, se inicia la semana de descanso y se produce la hemorragia menstrual.

Vasectomía. Mediante intervención quirúrgica en el aparato reproductor masculino, se cortan y separan los cabos de los conductos por los que circula el semen. En un 80% de los casos, resulta reversible.

Endometrectromía. No muy conocida en España, esta técnica cuenta con un gran número de seguidoras en Estados Unidos, donde muchas mujeres mayores de 35 años optan por someterse a una intervención quirúrgica en la que se destruyen capas del endometrio -mucosa que se desprende cada mes provocando el ciclo menstrual-, pero a la vez se elimina la posibilidad de tener hijos en un futuro. Sus efectos son irreversibles.

DIU. Con forma de ‘T’, el Diu consiste en una varilla de plástico flexible que se introduce en el útero, donde da lugar a la liberación de hormonas. En el caso de que un óvulo sea fecundado, impide que éste permanezca en el útero, aunque no elimina el riesgo de contagio de enfermedades de transmisión sexual.

Píldora anticonceptiva. El tratamiento supone la toma continuada de las pastillas durante 21 días, a la misma hora cada día, y un descanso en la ingesta de siete días. Al cabo de este tiempo, contando a partir de la última píldora ingerida, se reanuda el tratamiento.

Preservativo. Sin efectos secundarios, excepto en el caso de la alergia al látex, el uso del preservativo impide que el semen, y los espermatozoides, lleguen a la vagina tras enrollar el pene con una funda protectora. Además, resulta muy seguro para evitar el contagio del sida y su utilización no es complicada.

Ante la gran variedad de métodos anticonceptivos, se recomienda a las mujeres que antes de decidirse por uno u otro, valoren los beneficios y riesgos de cada uno y lleven a cabo la planificación oportuna teniendo en cuenta, por ejemplo, el deseo de futuros embarazos.

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