Entrevista

Ramón Fernández, coordinador del área de medio ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR)

Para la salud respiratoria no tiene tanto impacto la inhalación del humo de un incendio como la contaminación ambiental
Por Clara Bassi 4 de septiembre de 2012
Img ramon fernandez entrevista
Imagen: CONSUMER EROSKI

El reciente y devastador incendio en la comarca gerundense del Alt Empordà suscita el interés por saber acerca del impacto de la inhalación del humo sobre la salud respiratoria. Cuando se respira mucha cantidad de humo y se está muy próximo al foco, se puede sufrir una intoxicación aguda, perder la conciencia e, incluso, morir. Los enfermos respiratorios son los más vulnerables frente a la aspiración de gases procedentes de la combustión de un incendio forestal. No obstante, más preocupante que la inhalación puntual del humo de un gran incendio es la mantenida a lo largo del tiempo de los contaminantes de la atmósfera provenientes de la emisión de fábricas y vehículos, advierte en esta entrevista Ramón Fernández, coordinador del área de medio ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).

¿Cómo afecta la inhalación del humo de un incendio a la salud respiratoria?

Cualquier inhalación de cualquier sustancia que no sea el aire normal, sino que sean sustancias nocivas, puede influir en el aparato respiratorio y provocar ciertos trastornos.

¿Qué tipo de trastornos?

Depende de lo que se inhale, de la cantidad y de lo que se esté expuesto. Si se está muy cerca de la fuente donde se producen las emisiones o se inhala una gran cantidad de emisiones, se puede sufrir una intoxicación aguda.

¿Pero cuáles son sus efectos inmediatos a nivel respiratorio? ¿Qué le pasa a la persona?

Hay dos situaciones. Por un lado, se puede sufrir una intoxicación grave por inhalación de gases que interfieren en el mecanismo de la respiración, como el monóxido de carbono, lo que puede provocar la pérdida del nivel de conciencia y la muerte del individuo. Y, en cuanto al aparato respiratorio, la inhalación de un gas que no es el aire normal puede dar lugar a alteraciones de tipo irritativo, que no interfieren en el mecanismo de la respiración o del intercambio de gases; la persona reacciona con tos y sensación de ahogo.

¿La inhalación de humo puede tener efectos a largo plazo?

“Casi todos los contaminantes, en función de las condiciones climáticas, actúan a distancia”

La exposición al humo de un incendio un día concreto no tiene tanto relieve a largo plazo como la exposición mantenida a los contaminantes de varios tipos de componentes del aire, sobre todo a las emisiones de las fábricas y los coches, cuyos efectos sí que están más relacionados con enfermedades cardiovasculares, tumores u otro tipo de más enfermedades graves y a largo plazo. Así que no tiene tanto impacto la inhalación del humo de un incendio como la contaminación por la emisión de gases de distinto tipo.

¿Afecta más a las personas que se encuentran cerca o también puede tener un impacto en quienes están a distancia del foco del incendio?

Casi todos los contaminantes, en función de las condiciones climáticas, actúan a distancia y no solo tienen un impacto en el sitio del incendio; se diluyen en la atmósfera y pueden llegar más lejos, por el viento y las presiones. Pero los cuadros de intoxicación aguda se producen en la zona del incendio y son raros a distancia.

¿Hay algún perfil de personas que sean más vulnerables al humo de los incendios?

Los pacientes respiratorios crónicos tienen problemas derivados de los contaminantes. Entre ellos figuran las personas con asma, con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o con afectación pulmonar por padecer fibrosis quística. Todos estos pacientes, cuando hay un incremento brusco de los contaminantes del aire que respiran, ya sean de un incendio o de otro tipo de contaminación, pueden sufrir una agudización o exacerbación de su problema respiratorio. Esto se traduce en un aumento de los ingresos hospitalarios y un mayor consumo de recursos sanitarios.

¿Es menos tóxico el humo que se inhala de una quema forestal que el originado por otro tipo de incendio, como el de una fábrica o una casa?

“Los cuadros de intoxicación aguda se producen en la zona del incendio y son raros a distancia”

Ni menos ni más, sino distinto. Depende del tipo de objetos o materiales que ardan en cada caso y del producto de la combustión. En el incendio de las Torres Gemelas (EE.UU.) ardieron multitud de partículas distintas que se inhalaron. Pero no es que sea más o menos tóxico, sino del volumen que se inhale y la repetitividad de la inhalación; de lo intensa que sea la exposición en el tiempo, más que del momento agudo.

Cuando no se ha podido evitar la exposición al humo, ¿siempre hay que acudir al médico o solo en algunos casos?

Si se ha estado expuesto al humo de un incendio y se tienen síntomas, es bueno acudir a los servicios sanitarios para descartar que no haya ninguna complicación y valorarlo.

¿A qué médico hay que acudir: al de cabecera o al neumólogo?

La vía de entrada habitual al sistema sanitario son los médicos de atención primaria o los servicios de urgencias. Depende de los síntomas que se tenga o estado, se puede decidir ir a la consulta del médico de atención primaria o a urgencias.

Protegerse de la inhalación del humo de un incendio

Evitar inhalar el humo de un incendio “es complicado, puesto que nunca se está preparado. Uno se enfrenta a algo inesperado. Y lo mejor es no exponerse a la inhalación del humo y a los gases derivados”, destaca Ramón Fernández.

Aunque una opción para protegerse de los gases procedentes de la combustión es taparse los orificios nasales y bucales, lo idóneo ante un incendio es, siempre, “seguir las normas de protección civil, no exponerse y mantener una actitud preventiva y huir. Los profesionales saben cómo desafiarlos, pero la población que se expone a la inhalación de humos tiene menos posibilidades de poder afrontarlo, sobre todo los enfermos respiratorios”, señala el coordinador del área de medio ambiente de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica. De hecho, “las evacuaciones se hacen siempre con intención preventiva, para que la población se exponga lo menos posible no ya a las llamas, sino a los productos derivados de la combustión”, aclara Fernández.

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