Un informe relaciona de forma directa la pobreza con la discapacidad

El 10% de la población mundial sufre algún tipo de minusvalía
Por EROSKI Consumer 26 de diciembre de 2002

La Organización Nacional de Ciegos Españoles (ONCE) ha hecho público un informe que relaciona directamente la pobreza con la discapacidad. Cada vez es más habitual que se realicen estudios sobre el colectivo de los discapacitados para denunciar su situación y facilitar su incorporación en la sociedad.

El documento de la ONCE, titulado «Futuro de los discapacitados en el mundo. Desarrollo humano y discapacidad», fue encargado a finales de 1999 por Ricardo Díez Hochleitner, presidente del Club de Roma, y hace un profundo recorrido por la situación de los discapacitados en el mundo, poniendo especial atención en aspectos como los derechos humanos, la educación, la formación y el empleo, la protección social, la accesibilidad, el ocio, la cultura y el deporte, y la participación social.

Este Club, fundado en Roma en 1968, es una reunión de personalidades de más de 30 países -entre las que se encuentran académicos, científicos, investigadores y políticos- que comparten una creciente preocupación por la modificación del entorno ambiental que está afectando a la sociedad.

Los datos aportados por este informe relacionan directamente la discapacidad con la pobreza, una situación que sufre un 15% de la población de los países industrializados. Cerca de 1.000 millones de personas en países en desarrollo carecen de acceso a agua potable y 2.400 millones a los servicios sanitarios básicos.

La marginación a la que las personas discapacitadas -un 10% de la población mundial- están sometidas incluye, también, la situación laboral. El resultado del informe refleja que este colectivo tiene entre dos y tres veces más posibilidades de estar desempleado que las personas sin impedimentos físicos, porque aunque algunos están alcanzando niveles de bienestar sin precedentes, otros conviven con la penuria.

El trabajo de la ONCE finaliza señalando que «este informe, más allá de las referencias y propuestas a favor de un futuro más humano para el mundo de la discapacidad, quiere ser, sobre todo, la primera propuesta para la acción a favor de la diversidad humana, de su reconocimiento y de su defensa como patrimonio común». Y añade: «un patrimonio que construye a diario cada vez que las personas se tratan como tales y se afanan porque cada circunstancia vital no sea nunca una barrera insalvable para la inclusión social y solidaridad personal que todos nos debemos».

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