La FAO solicita vacunas y equipo para luchar contra la fiebre aftosa en Corea del Norte

Se han detectado brotes del tipo O en diversas localidades en ocho de las trece provincias norcoreanas
Por EROSKI Consumer 25 de marzo de 2011

La Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha solicitado con urgencia vacunas y equipo para luchar contra la fiebre aftosa en Corea del Norte. También han pedido un esfuerzo concertado para modernizar los servicios veterinarios norcoreanos.

La FAO, junto con la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE), realizó una visita a Corea del Norte del 27 de febrero al 8 de marzo a petición del Gobierno del país asiático. La misión concluyó que la capacidad del país y de sus servicios veterinarios para detectar y contener los brotes de fiebre aftosa necesita fortalecerse de manera importante, con la implementación de prácticas adecuadas en medidas de bioseguridad y con la mejora de la capacidad e infraestructura de los laboratorios del país.

Los integrantes de la misión visitaron varias granjas colectivas, así como el laboratorio veterinario nacional y diversos centros sobre el terreno dedicados a la sanidad animal. Las organizaciones orientaron a las autoridades veterinarias de Corea del Norte sobre la toma y manejo de muestras de fiebre aftosa. Ahora, los veterinarios norcoreanos tomarán nuevas muestras para ser enviadas a un laboratorio internacional de referencia para su análisis. «Tan solo con la determinación precisa del tipo o tipos de virus aparecidos en los brotes será posible identificar la vacuna más eficaz para hacerles frente», señaló la FAO.

Por el momento, se ha informado de brotes de fiebre aftosa del tipo O en diversas localidades en ocho de las trece provincias norcoreanas. Para tratar de tener la situación bajo control, el equipo de la misión ha recomendado estrechar la vigilancia para localizar y cartografiar los cúmulos de casos de la enfermedad, proteger las explotaciones que no están afectadas con el control del transporte y mediante medidas de bioseguridad, y realizar un muestreo adecuado para identificar correctamente la cepa o cepas del virus. También ha aconsejado mejorar las medidas de bioseguridad para evitar una mayor propagación de la enfermedad y el uso estratégico de las vacunas apropiadas para contener y aislar las agrupaciones de casos de la enfermedad.

La FAO calcula que se necesita un millón de dólares para formación, suministros e infraestructura, adquisición de vacunas y el establecimiento de sistemas de seguimiento, información y respuesta.

La fiebre aftosa no supone una amenaza directa para los seres humanos, pero los animales afectados se vuelven demasiados débiles para ser utilizados para labrar la tierra o la recolección de cosechas. Además, sufren una importante pérdida de peso y producen menos leche.

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