Trabajo infantil

En el mundo hay 218 millones de niños y niñas que trabajan: 126 millones en trabajos peligrosos y 8,5 millones en condiciones de esclavitud
Por Azucena García 12 de junio de 2007

Cada año, el Día mundial contra el trabajo infantil recuerda que hay millones de niños y niñas en todo el mundo que desempeñan una actividad económica, en muchos casos, en condiciones de explotación. La cifra ha disminuido, pero aún es preocupante: hay 218 millones de menores que trabajan. De ellos, 126 millones realizan una labor peligrosa y 8,5 millones se consideran jóvenes esclavos. Los datos asustan y las ONG no se cansan de repetir que “la desaparición de la esclavitud infantil debe ser una prioridad para todos”.

Las peores formas de explotación

Las peores formas de explotación

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el trabajo infantil es el “que daña el bienestar de los niños y menoscaba su educación, desarrollo y calidad de vida futura”. En este sentido, fija en 12 años la edad a partir de la cual se puede trabajar, pero limita esta condición a las actividades que no entorpezcan la formación de los menores. Algo que todavía hoy parece difícil de conseguir. En la actualidad, trabajan en el mundo 218 millones de niños y niñas entre 5 y 17 años: 126 millones en trabajos peligrosos y 8,5 millones en condiciones de esclavitud. A todos ellos quiere recordar el Día mundial contra el trabajo infantil, que se celebra el 12 de junio.

Los principales grupos de riesgo son los niños y niñas menores de 12 años que desempeñan cualquier actividad económica

Se considera que la participación de los pequeños en la vida económica no siempre es nociva y, por lo tanto, no siempre puede considerarse como trabajo infantil. Algunas tareas forman parte del entorno en el que viven, están adaptadas a su edad y no interfieren en su escolaridad ni en su tiempo libre. El peligro reside en incumplir estos principios. “Por un lado les sirve para garantizar su supervivencia, inviable de otro modo, por otro puede producir la muerte o ponerles en riesgo de sufrir maltrato físico y psicológico”, lamenta Pepa Horno, experta de Save the Children en trabajo infantil. “Hay que luchar contra la explotación, no contra el trabajo infantil, ya que sin él la mayoría de menores del sur no podríamos vestirnos, comer, ir a la escuela o jugar”, completa Juan Aladino Valdiviezo, representante del Movimiento de Niños y Adolescentes Trabajadores, una organización con más de 14.000 miembros en Perú y formada únicamente por niños y niñas trabajadores.

Según Unicef, los principales grupos de riesgo son los niños y niñas menores de 12 años que desempeñan cualquier actividad económica, menores entre 12 y 14 años que realizan trabajos peligrosos y aquellos que son víctimas de las peores formas de trabajo infantil. El informe de Save the Children ‘Rompamos las cadenas de la explotación infantil’, presentado este año con motivo de la celebración del día contra el trabajo infantil, incluye en este último grupo ocho formas de explotación:

  • Trata infantil. Afecta cada año a 1,2 millones de niños y bebés. Estos son secuestrados por traficantes, pero también pueden ser vendidos o alquilados por sus padres a posibles patrones.

  • Explotación sexual con fines comerciales. Hasta 1,8 millones de menores se encuentran en esta situación, promovida por el turismo sexual. La pobreza crónica está en el origen de muchos casos.
  • Trabajo infantil forzoso por endeudamiento. Cuando las familias se endeudan, los pequeños trabajan para pagar esa deuda a los usureros. Sólo en la India hay 15 millones de niños en esta situación.
  • Trabajo forzoso en la mina. Un millón de menores trabajan en minas y canteras de oro y diamantes, entre otras. Una de las ocupaciones más peligrosas.
  • Trabajo forzoso en la agricultura. Es el trabajo más habitual para 132 millones de niños y niñas menores de 15 años. Una minoría significativa lo realiza en régimen de esclavitud.
  • Niños soldados. Aunque se considera ilegal reclutar y usar a menores de 15 años, 300.000 niños y niñas están relacionados de algún modo con las fuerzas armadas. Los abusos sexuales son una constante en casi todos los casos.
  • Matrimonio forzoso. Durante la próxima década, 100 millones de niñas contraerán matrimonio antes de cumplir 18 años. La gran mayoría lo hará por obligación. Otros 14 millones de adolescentes dan a luz cada año.
  • Esclavitud doméstica. La demanda de este servicio es creciente, con salarios de miseria y castigos extremos como golpes con planchas ardiendo, flagelaciones y quemaduras con agua hirviendo.

Situación en España y en otros países

Las zonas en las que el trabajo infantil preocupa especialmente son Asia y el Pacífico, África subsahariana y septentrional, Latinoamérica, Caribe y Oriente Medio. En ellas algunos niños y niñas sobreviven como auténticos jóvenes esclavos, con amenazas físicas o en condiciones de violencia sexual. Durante años, son obligados a realizar largas jornadas de trabajo y con salarios muy bajos. El informe de Save the Children revela que en España, “como en el resto de países desarrollados”, también hay formas de trabajo infantil que vulneran los derechos del niño, “aunque en menor medida que en aquellos países afectados por la pobreza crónica o por conflictos armados”. El hecho más sangrante, a su juicio, es la escasez de datos oficiales al respecto, que refleja cómo estamos ante un problema al que no se le presta la atención que merece.

España es, como muchos otros, un país de destino y tránsito de niños víctimas de la trata ilegal. Estos pequeños proceden de Rumania, Rusia, Brasil, Colombia, Nigeria, Ecuador, Guinea, Sierra Leona, Bulgaria, y Ucrania. Desde aquí parten hacia otros países como Alemania, Francia y Portugal, o son, en menor medida, obligados a realizar trabajos forzosos en la agricultura, la construcción y labores domésticas. Además, hay jóvenes entre 17 y 18 años que son introducidas en el país de forma ilegal y explotadas sexualmente. En algunas zonas, el absentismo escolar es tan grande que se facilita la posibilidad de caer en el trabajo infantil. Además, los menores no acompañados son un colectivo muy vulnerable a sufrir alguna forma de explotación.

Algunos datos para la reflexión

  • Hasta 800.000 personas al año son víctimas de la trata en África occidental, muchas de ellas niños.
  • En Costa de Marfil se ha encontrado a 12.000 niños trabajando en las plantaciones de cacao. Se sospecha que muchos han sido introducidos ilegalmente en el país.
  • En India hay entre 270.000 y 400.000 niñas prostitutas. En Brasil, medio millón de niñas y niños son explotados sexualmente con fines comerciales.
  • En Nepal hay aproximadamente 200.000 trabajadores forzosos por endeudamiento. En la provincia de Sindh, en Pakistán, casi siete millones. Muchos de ellos menores.
  • Casi 18.000 menores trabajan en minas de oro, plata y cobre en Filipinas; 200.000 en la región del Sahel, en África occidental; el 20% de los mineros de una cantera india también son menores.
  • En las zonas tabaqueras de Malawi el 78% de los menores entre 10 y 14 años trabaja para que sus familias puedan alcanzar las cuotas diarias obligatorias y conservar sus hogares.
  • El 75% de las niñas que pasaron por los centros de cuidado interno en Liberia aseguró haber sufrido abusos sexuales durante la guerra. En la República Democrática del Congo, las milicias han reclutado a unos 11.000 menores.
  • Niñas de Nepal y Bangla Desh son enviadas regularmente a India como esposas en “aldeas de solteros”.
  • En Oriente Medio y el norte de África las niñas contraen matrimonio bajo el sistema siqueh, un método seudo legal que utilizan los hombres para mantener relaciones sexuales con las pequeñas.
  • Entre 66.000 y 86.000 niñas marroquíes son esclavas domésticas. A veces, desde los siete años.
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