Cine y discapacidad

Las personas discapacitadas protagonizan, dirigen o producen cada vez más películas, que han justificado la creación de diversos festivales
Por Azucena García 26 de agosto de 2009

Cine sin barreras. La capacidad de creatividad que antaño se negaba a las personas con discapacidad, hoy se les presenta como una gran oportunidad. Arte, danza y teatro ya han sucumbido. Era lógico que le tocara a la gran pantalla. Las personas discapacitadas dejan vacíos los asientos de los espectadores para subirse al escenario. Ellos son los actores, productores o directores. Escuelas, talleres, concursos y festivales en los que se presentan películas producidas o protagonizadas por discapacitados son sólo algunas muestras de este avance. Las personas con discapacidad se quieren representar a sí mismas para acabar con los prejuicios que les rodean y contar su verdad en primera persona.

El séptimo arte les reclama. Las personas con discapacidad protagonizan cortometrajes y películas. Son actores, directores, realizadores… y quieren que así les reconozca el público. Han conseguido tantos logros en estos últimos años, que a finales de julio el campus de la Universidad de Salamanca organizó unas jornadas sobre el tema, «Discapacidad: una mirada a través del cine». En ellas, se destacó el valor del cine como instrumento para ayudar a reflexionar a los espectadores, pero también para educar.

Los actores y la temática de los filmes evitan caer en los tópicos

Un aspecto destacado es la imagen que la gran pantalla ha transmitido de los discapacitados. A menudo les ha retratado como personas dependientes, marginales o con dificultades para adaptarse al entorno. Otras veces les ha mostrado como ejemplos de superación, con «alabanza exagerada de las habilidades y superación de los protagonistas», señala CANF-COCEMFE Andalucía.

Pero la realidad ha cambiado y el cine ha abierto sus puertas a la discapacidad. Se ha hecho todo lo posible por acabar con los prejuicios. Los actores evitan recrear papeles en los que sólo representen su propia vida y la temática de los filmes o el nudo central elude también los tópicos.

De los cortometrajes a la gran pantalla

Grabar un cortometraje es habitual. Pero los largometrajes protagonizados y realizados por personas con discapacidad también empiezan a serlo. La asociación cultural Cinesin recopila los principales trabajos y estrenos. Además, organiza un taller adaptado de cine para iniciar en la creación audiovisual, ayuda a la producción de un corto e imparte clases formativas sobre historia del cine o elaboración de guiones, entre otras cosas.

Cinesin es una plataforma interesante para conocer los trabajos en proceso de grabación y los rodajes recién finalizados. Éste es el caso de varios cortometrajes de temática diversa. En «Zapatos«, de Ricardo Rocío Blanco, se plasma, «a través de dos recorridos cotidianos casi iguales, que la diferencia entre el concepto de acceder y no poder hacerlo es en realidad casi ínfima». Para comprobarlo, se compara un trayecto recorrido por un caminante con sus pies y sin ellos, al simular que flota en el aire.

El cortometraje «La vida es de colores», del centro ocupacional comarcal del Sobrarbe, en Atades Huesca, está dirigido, realizado y producido por los propios usuarios discapacitados. Como podía esperarse, relata el día a día de quienes trabajan en los talleres y acuden a las clases de refuerzo mental del centro. Es una muestra del agradecimiento hacia los monitores y hacia la dirección, recuerda Cinesin, pero en especial es su historia del día a día, cuya fuerza «llega a traspasar la pantalla».

«El papel que interpretan los protagonistas es de personas integradas en la sociedad, no discapacitadas»

Otro grupo que se ha lanzado al cine son los usuarios del centro ocupacional Uxane de Bera, en Navarra. En el corto «Quien monta conmigo», los protagonistas son una veintena de actores que padecen parálisis cerebral y otras discapacidades, formados en talleres de teatro. «El papel que interpretan los protagonistas es de personas integradas en la sociedad, no discapacitadas», señaló la directora del centro, Isabel Pardo, durante la presentación de este trabajo.

En largometrajes, Cinesin destaca el documental-musical «Mundo alas», basado en la gira por Argentina de una docena de jóvenes artistas con distintas minusvalías físicas o mentales; «A ciegas», creada a partir de la novela «Ensayo sobre la ceguera», de José Saramago, y realizada por el brasileño Fernando Meirelles; y «Yo también«, con guión y dirección de Álvaro Pastor y Antonio Naharro, producida por Julio Medem y Manuel Gómez Cardeña. Esta última narra la historia de Daniel, un joven sevillano de 32 años con síndrome de Down, que comienza su etapa laboral y se enamora de una compañera sin discapacidad. Está protagonizada por Pablo Pineda, primer europeo con síndrome de Down que ha obtenido un título universitario.

Festivales

Los festivales relacionados con la discapacidad acumulan un buen número de seguidores. La Muestra de Cine y Discapacidad de Málaga es un ejemplo. Organizada por la Federación Provincial de Asociaciones de Discapacitados Físicos y/u Orgánicos de Málaga (FAMF COCEMFE) celebrará en noviembre la quinta edición y organizará de nuevo un concurso de cortos. Los trabajos que se presenten deberán tener un argumento relacionado con la discapacidad, que se podrá obviar cuando una persona discapacitada participe como actor, director, realizador, etc.

Este festival fue pionero en su nacimiento (2005). Trasladó la reproducción de los trabajos a un cine convencional, apostó por la sensibilización social y la igualdad, y se propuso, ante todo, llegar a los más jóvenes para que crecieran en un clima de tolerancia. “Hemos marcado un hito”, aseguran los organizadores, “la cultura es de todos y para todos”.

La idea es compartida por la Fundación Anade, impulsora del I Festival Internacional de Cine sobre discapacidad. El objetivo de esta organización es la inserción social y laboral de las personas con discapacidad o enfermedad mental a través de actividades culturales. De ahí el festival. Pretenden mostrar las capacidades de este grupo “a través de historias o documentales que tengan que ver con la discapacidad”, tanto por la temática como porque en su realización han participado estas personas.

Quienes estén interesados en participar han de presentar (antes del próximo 28 de septiembre) películas, documentales sobre el trabajo en asociaciones, cortos o proyectos que muestren a la sociedad el resultado de su esfuerzo. Así lo estipulan las bases. Se recurre a un medio que, “hasta ahora, no se había utilizado para comunicar el trabajo realizado por y para las personas con discapacidad o enfermedad mental”. El ganador se conocerá el 21 de noviembre.

Pocos días después, del 25 al 27 de noviembre, tendrá lugar el V Festival APCA (Asociacion de Paralíticos Cerebrales de Alicante), en el Centro de Estudios de Ciudad de la Luz, “el complejo audiovisual más importante y moderno de Europa”, ubicado en Alicante. En la pasada edición, el público desbordó las instalaciones en las que se celebró el certamen (la Sede de Extensión Universitaria Ciudad de Alicante), por lo que en esta ocasión se ha buscado un espacio amplio.

La Asociación Ámbar ha convocado también el certamen de cortometrajes “Nada sobre nosotros sin nosotros”. El tema del evento será el acercamiento a las personas con diversidad funcional (discapacidad) “como una cuestión de derechos humanos y ciudadanía”. Los trabajos no deberán ser anteriores a 2005, ni sobrepasar 30 minutos. Hay que presentarlos desde el 1 de septiembre hasta el 10 de octubre.

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