Colegios solidarios

Los estudiantes pueden tomar parte en iniciativas de apoyo a comunidades necesitadas o programas de sensibilización
Por Azucena García 7 de septiembre de 2010
Img escuela
Imagen: Cotaro

Con el comienzo del nuevo curso, los colegios preparan su programa de actividades extraescolares y otras iniciativas que, en algunos casos, dejan sitio a la solidaridad. Hay propuestas variadas, en función de los intereses de cada centro y de la edad de los alumnos, pero todas abogan por implicar a los estudiantes y a los profesores. En algunos casos, también a los padres. Para este nuevo curso se han previsto actividades de éxito en años anteriores, junto con proyectos que recuerdan las catástrofes ocurridas en los últimos meses, como el terremoto de Haití.

El nuevo curso es un momento propicio para poner en marcha nuevas iniciativas solidarias o recuperar otras que tuvieron éxito. Fundar renueva su compromiso con el programa «Solidaridad en el Aula», que impulsa los denominados centros educativos solidarios (CES) para implicar a toda la comunidad educativa en «un compromiso con su entorno próximo para practicar y difundir valores solidarios, de integración y de diversidad cultural». Así define este proyecto, que se centra en todas las piezas del puzzle escolar: alumnos, profesores y padres.

Los centros deben comprometerse con la difusión de principios y valores solidarios

Los CES reciben una acreditación como tales después de confirmar que cumplen una serie de requisitos. Algunos son rasgos inherentes al colegio -deben ser centros de secundaria con ciclo completo de la Comunidad Valenciana y contar con alumnos de diferentes nacionalidades- y otros exigen cierto nivel de compromiso. Los centros que aspiran a recibir el título de CES deben comprometerse con la difusión de principios y valores solidarios, de integración y de interculturalidad y suscribirlo a través del consejo escolar, para que sea un compromiso con carácter de permanencia y perdurabilidad.

Otras características son su apuesta por el asociacionismo o la formación de grupos estudiantiles, las actividades de participación y la integración de las personas inmigrantes en el diseño y ejecución de las mismas, además de contar con la colaboración de organizaciones no lucrativas del entorno. Tanto los centros públicos, como los privados o concertados pueden tomar parte en esta iniciativa, siempre que desarrollen, al menos, tres de las cuatro actividades propuestas por el programa, otras tres del catálogo de las entidades sociales y un máximo de dos actividades propias.

Los resultados de esta experiencia se plasman en una memoria, que deben remitir a Fundar. Del mismo modo, antes de poner en marcha las actividades propias, debe presentar una memoria económica. Fundar estudiará su financiación y, si la aprueba, abonará todos los costes.

Escuelas amigas

La propuesta de UNICEF pasa por una red de escuelas amigas. Quienes forman parte de ella, se comprometen a defender los derechos de la infancia a través de los valores de solidaridad y ciudadanía global, además de realizar aportaciones económicas que se destinarán a los proyectos de la organización.

Para ser una escuela Amiga de UNICEF se deben compartir sus valores e implicarse en su misión, utilizar los materiales educativos Enrédate con UNICEF, informar de la participación en esta iniciativa, celebrar el Día Universal de la Infancia (20 de noviembre), colaborar en las campañas o acciones de emergencia de la entidad y diseñar y desarrollar actividades que permitan captar fondos para los programas de cooperación.

Materiales educativos

Algunas ONG editan material educativo para que los docentes trabajen en el aula del modo en que consideren oportuno. Manos Unidas defiende la Educación para el Desarrollo, cuyo objetivo fundamental es la concienciación y sensibilización de los ciudadanos y, por supuesto, de los más jóvenes. Con este fin, «para impulsar cambios en los valores, actitudes y comportamientos de cada persona», elabora materiales educativos para alumnos de infantil, primaria y secundaria, además de formar a profesores como agentes de solidaridad en la educación.

Kilómetros de solidaridad

Save the Children (STC) celebra este año en colegios e institutos de todo el país la séptima carrera “Kilómetros de Solidaridad”. Este año, la recaudación se destinará a los proyectos de reconstrucción de STC en Haití. La carrera tendrá lugar el 20 de noviembre, Día Internacional de los Derechos del Niño, pero durante el curso, los profesores tratarán en el aula la situación de los derechos de la infancia en Haití, a través de materiales pedagógicos elaborados por STC, así como el destino del dinero que se recaude.

Los objetivos prioritarios de la inversión son: proporcionar el acceso a la educación a 160.000 niños y formación a profesores, reconstruir y reforzar las infraestructuras sanitarias comunitarias, mejorar la nutrición y proteger a los niños y sus derechos. Los fines pasan por reunificar a los menores huérfanos con sus familias más cercanas y fomentar los servicios sociales de protección, para evitar el tráfico y la explotación infantil. El pasado año participaron más de 1.170 centros y el dinero recaudado se destinó a proyectos en Costa de Marfil.

“La dinámica de la carrera es muy sencilla -explica STC- y supone una implicación activa de los estudiantes participantes”. Ellos mismos buscan patrocinadores entre sus familiares y amigos, que les pagan una cantidad por cada kilómetro recorrido. Los kilómetros pueden ser una distancia simbólica en carreras, circuitos de obstáculos, carreras de relevos, de sacos o de triciclos, entre otros, detalla la organización. Todos los centros reciben el material necesario, como dorsales o pósters.

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