Cinco propuestas para ser voluntario o cooperante en verano

Las convocatorias para participar en proyectos de voluntariado y cooperación durante el verano han abierto el periodo de inscripción para reservar plaza
Por Azucena García 9 de abril de 2013
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Imagen: AIPC-Pandora

Ser voluntario o cooperante. Quienes tengan claro que el próximo verano quieren participar en proyectos de este tipo ya pueden reservar plaza. En función del destino, el tipo de proyecto o la edad, en unos casos hay posibilidad de obtener una beca, mientras que en otros es necesario abonar el coste del programa. No obstante, hay que darse prisa. Las solicitudes comienzan a acumularse y las listas se cerrarán en las próximas semanas.

1. Voluntariado internacional durante tres semanas en julio o en agosto

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Imagen: Ana Palacios – AIPC Pandora

Un año más, AIPC Pandora ha puesto en marcha los microproyectos de cooperación que, durante tres semanas, supondrán una intensa experiencia de voluntariado internacional para 209 personas. La peculiaridad de estos proyectos es que duran el mismo tiempo que los voluntarios permanecen en el país. Sin ellos, no serían posibles. Quienes viajan con la ONG se encargan de actividades infantiles de ocio, rehabilitación de instalaciones, atención de la población local y otras acciones que les ayuden a mejorar sus condiciones de vida o en momentos puntuales, como las vacaciones escolares.

Este año se han previsto 23 proyectos en 15 destinos: Egipto, Sierra Leona, Guatemala, India, Brasil, República Dominicana, Nepal, Ecuador, Ghana, Tanzania, Sudáfrica, Argentina, Camboya, Palestina y Kenia. Cada proyecto tiene un coste que oscila entre 500 y 1.000 euros e incluye la estancia durante los 21 días que dure el microproyecto. Además de este importe, los participantes han de pagar el billete de avión, que se adquiere para todo el grupo, de manera que todos viajen en las mismas fechas.

Esta propuesta da la oportunidad de conocer otra cultura de primera mano, ya que en algunos casos se convive con las familias en sus casas, como un miembro más. Otras veces, todo el grupo de voluntarios se aloja en espacios comunes, en función de las características del proyecto o el lugar. Todos ellos toman parte en diferentes actividades culturales y cuentan con los fines de semana libres, un momento que se puede aprovechar para viajar por el país de destino.

  • Se puede acceder a toda la información en www.aipc-pandora-org o solicitarla en el correo electrónico microproyectos@aipc-pandora.org

2. Campos de solidaridad en países del Sur

Ser voluntario o cooperante permite conocer la realidad y la cultura de los países del Sur

La propuesta de Setem tampoco es nueva. Si bien cada asociación de la Federación de ONG cuenta con su propio programa, los campos de solidaridad trasladarán de nuevo este año a los países del Sur para conocer su realidad. La propuesta es «formativa y vivencial» para conocer otro modo de vida, otra cultura, las claves del comercio justo o el valor de los microcréditos.

Se puede participar en los campos organizados por Setem Madrid / Castilla-La Mancha en Bolivia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, India, Nepal y Etiopía. En este caso, el plazo de inscripción permanecerá abierto hasta el 24 de abril. Setem Catalunya abrió el periodo de inscripción el 17 de enero. No obstante, conviene que las personas interesadas soliciten información en cada asociación.

3. Servicio Voluntario Europeo

El Servicio Voluntario Europeo (SVE) se puede pedir durante todo el año, aunque es en verano cuando más personas se plantean esta opción. Al ser voluntario, esta actividad no se remunera, aunque supone «una experiencia de aprendizaje en el ámbito de la educación no formal». El objetivo es que los jóvenes que se acogen a este programa «mejoren o adquieran competencias para su desarrollo personal, educativo y profesional, así como para su integración social».

Para este fin, todas las personas participan en un ciclo obligatorio de formación a la llegada al país de destino. A continuación, forman parte del proyecto correspondiente, que siempre se desarrolla en un país distinto al de residencia, y cuentan con apoyo continuado -antes, durante y después del SVE- sobre las tareas, lingüístico y administrativo (seguro, visado, permiso residencia).

Pueden tomar parte jóvenes entre 18 y 30 años de edad, residentes legales en el país de la organización de envío. La participación oscila entre un mínimo de dos semanas y un máximo de 12 meses y se lleva a cabo en un país donde esté implantado el Programa Juventud en Acción, en el que se integra esta iniciativa, o en otro asociado. El proyecto solo financia parte de los gastos mediante el pago de una ayuda, por lo que conviene informarse sobre este aspecto.

El plan SVE se puede centrar en acciones de cultura, deporte, juventud, provisiones sociales, patrimonio cultural, arte, protección civil, medio ambiente o cooperación para el desarrollo, entre otras cuestiones. La fecha límite para la presentación de solicitudes es el 1 de mayo para los proyectos que comiencen entre el 1 de agosto y el 1 de enero.

  • Para acceder a toda la información, se puede consultar la guía 2013 del programa Juventud en Acción (página 56) o bien contactar con las entidades de envío y acogida a través de la base de datos de entidades acreditadas o con el organismo de juventud de la comunidad autónoma correspondiente.

4. Becas para jóvenes cooperantes

Hasta el 27 de abril, los jóvenes vascos pueden inscribirse en el programa Juventud Vasca Cooperante. Se concederán un total de cien becas en acciones de cooperación al desarrollo en países de América, Asia y África. El Gobierno vasco se hará cargo del viaje de ida y vuelta en el país de destino, el visado y una póliza de seguro de accidentes y enfermedad. Por su parte, cada participante ha de abonar una cuota de 90 euros a la ONGD de acogida. Entre otros requisitos, se pueden apuntar los jóvenes nacidos entre los años 1983 y 1993, ambos inclusive.

Otras convocatorias, ya cerradas pero interesantes para consultar de cara al próximo año, son las propuestas del Observatorio de la cooperación universitaria al desarrollo. En su página web cuenta con un apartado de becas donde se destacan los programas y ayudas para participar en proyectos de cooperación al desarrollo o prácticas solidarias en países en desarrollo.

5. Cooperantes con perfil sanitario

Quienes tengan un perfil profesional sanitario y deseen un compromiso más allá del verano pueden contactar con Solidaridad Médica para ser cooperante. Hay que rellenar una solicitud y enviarla junto con el currículum vítae. Esta organización desarrolla su trabajo en Bolivia y los cooperantes han de firmar un certificado de compromiso para ratificar su participación en el proyecto y el cumplimiento de unas condiciones mínimas.

De igual modo, FUDEN organiza de nuevo este año el programa vacaciones solidarias, que pretende el intercambio profesional entre enfermeras españolas y otras de Argentina, Cuba, República Dominicana, Nicaragua, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe. No obstante, el plazo de inscripción se cerró el 15 de marzo.

Decidir ser voluntario o cooperante exige reflexión

Ser cooperante o voluntario es una decisión que se debe meditar. A menudo, es fácil llevarse por las ganas de ayudar o el interés por vivir una aventura, pero la colaboración va más allá. Si bien las ONG entrevistan a todas las personas interesadas e imparten una formación previa al viaje, son los futuros voluntarios quienes deben estar seguros de la decisión y sus implicaciones.

El voluntario o cooperante ha de ser consciente de las situaciones a las que se enfrentará y tener capacidad de trabajo en equipo

Hay que valorar con antelación la aportación del voluntario o cooperante al proyecto y ser consciente de las posibles situaciones a las que se enfrentará, ya que algunos proyectos suponen conocer realidades duras, muy diferentes a las habituales en la vida de los voluntarios.

Otros aspectos que se deben tener en cuenta son la capacidad de trabajo en equipo, la motivación, así como el nivel de implicación y adaptación del futuro cooperante, que en ocasiones vivirá en instalaciones comunes, con las comodidades justas. Además, hay que ser consciente del compromiso posterior, ya que tras esta experiencia los voluntarios mantienen un nuevo encuentro con los responsables de la ONG para analizar y reflexionar sobre la tarea realizada.

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