¿Padece FoMO? 5 pasos para terminar con su adicción al móvil

El miedo a perderse algo de las redes sociales hace infeliz a quien sufre FoMO, pero hay fórmulas para desengancharse y seguir informado
Por Eva San Martín 7 de marzo de 2018

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¿Es usted de los que no pueden dejar pasar más de cinco minutos sin revisar las notificaciones de sus redes sociales en su smartphone? Pues no es el único. El 35% de los usuarios de móviles consulta su teléfono nada más salir de la cama durante cinco minutos. Y el 70% reconoce que mira sus estados de WhatsApp, escribe tuits y repasa las últimas noticias de su muro de Facebook mientras que come en compañía de amigos o familiares, según revela la Encuesta de Consumo Móvil de la consultora Deloitte. Si es así, lo más seguro es que padezca FoMO. En este artículo se aborda este miedo a perderse algo y se apunta cómo remediarlo.

«El 55% de quienes desconectan una semana de Facebook afirman sentirse menos estresados, más felices», afirma Meik Wiking, del Instituto para la Investigación de la Felicidad de Copenhague

Algunos investigadores sugieren que el deseo constante de revisar las redes sociales es un tipo de ansiedad, una respuesta al «miedo a perderse algo» que pueda suceder mientras no se mira el teléfono. Incluso creen que tiene que ver con el pánico a sentirse desplazado. Este temor, que se conoce como FoMO (fear of missing out), implica la presión por mantenerse activo y en contacto constante con amigos y gente que a uno le rodean para no sentirse rechazado.

FoMO, ese «miedo a perderse algo», es una expresión que describe una nueva forma de ansiedad surgida tras la popularización del móvil y las redes sociales. En otras palabras, es la necesidad compulsiva de estar conectados. Y esto tiene sus peligros. «La presión por estar constantemente disponible y conectado en las redes sociales puede causar depresión, ansiedad e incluso reducir nuestra calidad del sueño; y afecta de forma especial a los adolescentes, ya que son los más vulnerables a esta presión», asegura la psicóloga Heather Cleland Woods, de la Universidad de Glasgow (Reino Unido), en un estudio publicado en la revista científica Journal of Adolescence.

Estar conectado todo el día le hace infeliz

Investigadores daneses del Instituto para la Investigación de la Felicidad de Copenhague invitaron a cerca de 500 usuarios habituales de la red social Facebook a desconectar por una semana. ¿El resultado? El 55% de quienes se dieron un respiro digital admitieron sentirse menos estresados tras el descanso.

«En el centro analizamos muchos parámetros relacionados con la felicidad, y resulta que uno que la afecta de forma negativa es compararnos con nuestros colegas o amigos», dice Meik Wiking, coordinador de esta investigación. Esto es precisamente lo que ocurre, dice el científico, mientras cualquier persona navega por las redes. «Facebook y otras redes son un constante bombardeo de noticias positivas de la vida de los demás: es el lugar donde todo el mundo parece mostrar su mejor cara«, asegura Wiking. Y esto, explica, puede alterar el estado de ánimo de forma negativa.

O déjese llevar por la corriente…

Por paradójico que parezca, otra estrategia para dejar de sufrir FoMO, y salir airoso del exceso de información que proporcionan los medios sociales, es… dejarse llevar por la corriente. Y es que otros estudios también demuestran que quienes participan de forma activa en las redes sociales (tuiteando en respuesta a las noticias, comentando en Instagram o compartiendo mensajes) son algo más felices que aquellos que no lo hacen. ¿El truco? La clave reside en hacer un uso activo responsable.

¿Cómo bajar su ansiedad en las redes sociales?

Entonces, ¿qué puede hacer para reducir su -muy probable- FoMO? El consejo de los expertos es combinar los parones periódicos con realizar un empleo consciente y responsable de las redes sociales. ¿Por dónde empezar?

  • Termine de leer las entradas de las redes sociales que le interesan antes de saltar a la siguiente.
  • Comente o haga retuit solo a la información que haya leído hasta el final. Este sencillo gesto ayuda a interactuar en las redes sociales con menos ansiedad. También reduce el volumen de mensajes, lo que permite concentrarse mejor en los temas que realmente inspiran e interesan.
  • No tema hacer unfollow. Sea más selectivo con sus muros de Twitter, Instagram y Facebook y el resto de los medios sociales. Y deje de seguir aquellos perfiles de entidades o personas que no le resulten interesantes o que compartan información de forma compulsiva.
  • Descanse de las redes: los estudios han demostrado que una pausa de una semana sin consultar sus perfiles sociales en Facebook le hará sentirse más relajado.
  • Y al fin… ¡sonría! Según los investigadores, si sigue estos pasos, no tardará en darse cuenta de que el mundo sigue… ¡con usted dentro! Desconectar de las redes no significa perderse nada irrecuperable, sino ser más selectivo.

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