¿El banco me dará la hipoteca? 4 claves para saberlo

Para acceder a la financiación de una vivienda las entidades exigen cumplir con una serie de requisitos relativos a edad, empleo e historial bancario
Por José Ignacio Recio 7 de junio de 2016
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Imagen: haveseen

Una de las mayores incertidumbres cuando se quiere comprar un piso es si al final el banco concederá la hipoteca. Y es que para otorgar este préstamo las entidades han endurecido sus condiciones: ya no basta con presentar una nómina, sino que exigen mayores garantías para que el importe sea devuelto y en los plazos acordados. A continuación se dan las claves para saber si el banco concederá la hipoteca o si rechazará la financiación para cambiarse de casa o independizarse.

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Hipotecas, ¿qué exigen los bancos?

Antes de ir a un banco a demandar un crédito hipotecario, será mejor conocer si se cumplen los requerimientos para formalizar la operación. De esta manera, no solo se evitará el disgusto de no firmar la operación, sino que se ahorrará mucho tiempo en el proceso de espera hasta que se recibe la contestación definitiva por parte de la entidad bancaria en cuestión. Para comprobar si se puede ser candidato para acceder a una hipoteca, no habrá más remedio que hacer una radiografía, no solo del estado de cuentas, sino también en lo referente a la condición laboral de los demandantes.

1. Trabajo, pero estable

Los usuarios que tengan un contrato de trabajo fijo y estable no tendrán que temer a que les denieguen la hipoteca. En muchos casos, esta medida estará potenciada por unos ingresos regulares muy exigentes, por encima de 2.000 euros mensuales, incluso superiores. Si se cumplen estos requerimientos, no habrá ningún problema para que sea aprobada la concesión y tendrán mucho terreno ganado para cumplir con sus objetivos. Si este no fuera el caso, la situación se agravaría de forma considerable hasta el punto de que habría que desistir para firmar el contrato hipotecario.

De todas formas, el relajamiento en los intereses de estos productos (como consecuencia del abaratamiento del dinero en la zona del euro) ha generado que los bancos hayan bajado el listón en sus condiciones e incluso comercialicen créditos para los mileuristas. Pero son propuestas muy limitadas y puntuales en su oferta.

2. Sin deudas

No tener deudas con el banco u otras entidades financieras será un punto a favor de los demandantes. No en vano, comprobarán si los clientes tienen contratadas otras vías de financiación (créditos personales, para el consumo, tarjetas de crédito, etc.), ya que si así fuese, habría muchos más problemas para que la decisión fuese positiva.

Además, no habrá más remedio que estar al corriente de todos los pagos (bancarios, fiscales, servicios domésticos, etc.) para afrontar el proceso con mayor seguridad. Estar en una lista de moroso será motivo más que suficiente para que el banco deniegue la hipotcaa, aunque se aporten ingresos más que satisfactorios.

3. De edad intermedia

El carné de identidad también será decisivo para pasar el corte. Con toda seguridad rebasar los 45 años creará más de un problema para suscribir la hipoteca. No en vano, tendría que ser bajo un plazo de amortización en exceso corto, que conllevaría cuotas mensuales muy exigentes que no todos los clientes pueden asumir.

Los jóvenes con empleo y edades intermedias, por el contrario, estarán en mejores condiciones para afrontar el proceso, con altas posibilidades de superarlo, si cumplen con las restantes condiciones.

4. Historial bancario intachable

Puede que se hayan cumplido los anteriores requisitos con cierta solvencia, pero si, al final, los demandantes no aportan un excelente currículo bancario, de nada les servirá. Las entidades examinarán con sumo detalle su relación con el cliente y, ante el más mínimo borrón en el historial (impagos, aplazamientos o números rojos en la cuenta), darán el carpetazo definitivo para que puedan ser titulares de un crédito hipotecario.

Sin ahorros habrá más problemas

Como consecuencia de la nueva estrategia comercial de los bancos, a partir de ahora quienes suscriban un préstamo hipotecario tendrán más difícil la financiación total del inmueble. Esta posibilidad ha sido casi eliminada de su oferta. Entonces no quedará otra que aportar una parte de los ahorros para formalizar la operación. Es uno de los requisitos que imponen a sus demandantes. Están comercializadas por el 75% o 80% de su valor de tasación, pero no en su totalidad.

Esto es lo que se refiere a la compra de primera vivienda, porque en las restantes modalidades, las condiciones serán aún más exigentes y el importe concedido puede descender en una media del 10%. De esta forma, si las personas que pasan por el proceso de solicitud de este producto no disponen del saldo suficiente en su cuenta corriente para afrontar la operación, tendrán muchos problemas para firmarla, debido a que no reunirán los exigencias que imponen las entidades para su contratación.

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